—Explicate entonces. Porque no encuentro alguna razón para que no te sientas feliz por mí.

—Si lo hago sería algo cruel, sabes —hizo que la soltara—. Así que si esta bien para ti, que bueno.

—Thea —se puso frente a ella—, para mi es importante que te agrade... —confeso un poco avergonzado.

—Pues no debería —respondió cansada—. Harry, me alegrare el día en que tú seas realmente feliz.

—Lo soy ahora —dijo un poco desesperado.

—Si eso crees, esta bien. No tienes que pedir mi opinión —vio a Regulus esperándola en una esquina, observando la platica—. Pero si me lo preguntas —lo miró a los ojos—. Primero me gustaría que tuvieras tiempo para poder sanar todo lo que llevas sobre ti, Jaime; si Ginny estará dispuesta a ayudarte con todo esa carga, diré que estoy equivocada, pero si no lo es, no dudes que como tu amiga te ayudaré si lo necesitas; puedas salir con más personas, tendrás opciones. Cuando encuentres a la persona —miró a Regulus—, no pedirás la aprobación de nadie, porque sabrás que es tu persona. De eso se trata el amor, Harry, de saber que esa persona haría cualquier cosa por ti, como tú por ella para que ambos estén bien. Al menos ese fue el amor que yo aprendí de mis padres —volvió a mirarlo, quien se había quedado atento a las palabras de su amiga—. Sal con Ginny, averigua si es lo que tú quieres, la persona que quieres, pero no te cierres a que puedes conocer a más personas.

Dejo en el pasillo a Harry, mientras Regulus seguía sin entender que había ocurrido, pero sonrió cuando su novia llegó a su lado y le dio un beso en los labios.

—¿Qué ocurrió ahí? —preguntó mientras caminaban al Gran Salón—. Dejaste a Potter muy pensativo.

—Solo me pidió un consejo —respondió como si nada.

• • •

El mes de junio llegó, eso significaba que el armario debería de estar listo antes de que las vacaciones empezaran, lo cuál ya tenían un gran avance, pues con ayuda de ____________, aquel armario esta funcionando. Solo hacían ultimas pruebas y podría ser utilizado por completo.

—¿Cuándo lo usaran? —preguntó la chica cuando al abrir la puerta del armario, salía un ave volando.

—En cuanto Dumbledore baje la guardia —pensó Stanley.

—O en uno días —habló Draco y miró a su amiga—. Robe esto a Snape —dijo saco una botellita, que contenía un liquido color dorado.

—¿Por qué le robaste un frasco de felix felicis a Snape? —preguntó ella desconcertada.

—Para ustedes —se la entregó—. Thea —la miró a los ojos—, yo sé que cuando ocurra esto, serás de las primeras en querer actuar. Así que por lo que más quieras, cuídense los cuatro, porque si tú corres al peligro, ellos no van a dudar en hacerlo también —dijo refiriéndose a Regulus, Blaise y Pansy.

La chica miró a los ojos a su amigo y luego a Stanley, que le hacía una seña que aceptara el frasco; ___________ lo tomo, aún dudando.

—¿Ustedes como se van a cuidar? —preguntó mirándolos.

—Creo que el tener a los mortifagos de nuestro lado ayudara mucho —le aseguro Stanley—. No te preocupes por nosotros.

Ella no estaba tan convencida con aquello, miró el armario unos segundos más, en cualquier momento Hogwarts estaría siendo invadido por algunos mortifagos, solo esperaba que nadie saliera herido o no podría perdonarselo.

Salió de la Sala de Menesteres sola, pasando por donde estaba Crabbe transformada en una niña de primero; siguió su camino hacía la biblioteca, donde se suponía que tenía que haber visto a Regulus, Pansy y Blaise hace media hora.

Tomorrow - Regulus BlackWhere stories live. Discover now