! Falofilia : kazuscara

F-fuck... Kazu.

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Albedo y Tighnari no tardaron absolutamente nada en empezar a murmurar cuando divisaron a Scaramouche ingresando en la cafetería acompañado de, nada más y nada menos que Kaedehara Kazuha.

— ¿Qué mierda les pasa a ustedes dos? Parecen viejas chismosas — se queja Lumine, dirigiendo su mirada hacia sus dos amigos, quienes le miraron estupefactos y después, señalaron hacia donde Scaramouche se encontraba acompañando a Kazuha por algo para almorzar — Oh, miren, Scaramouche está con el niño anaconda.

Albedo soltó una carcajada — ¿Le contaste a Lumine? — inquirió Tighnari, mirando acusadoramente a Albedo.

— De hecho, fue Scaramouche quien me contó. Estaba tan desesperado de que el niño anaconda lo perdonara, que nos contó a todos su... hermosa y romántica primera charla — respondió Lumine con tranquilidad y sarcasmo. Tighnari estuvo a punto de regañarla.

— Hola, chicos — saludó Scaramouche, sonriendo con un poco de tensión. Sabía que sus amigos podían ser algo... extraños, y a él no le importaba, sólo que esta vez, no quería asustar a Kazuha — Eh... él es Kaedehara Kazuha. Va a ser nuestro amigo ahora.

Lumine, Albedo y Tighnari se miraron entre sí con un poco de sorpresa.

— Yo soy Albedo. encantado de conocerte — saluda el mayor de la sala, estirando una mano hacia Kazuha. Éste le corresponde el saludo con timidez.

— Un gusto... — susurra, sonriendo.

— Mi nombre es Tighnari y tú... ¡eres una ternura! — Tighnari exclama, apretando una de las mejillas de Kazuha. Éste se queja por lo bajo, pero sonríe avergonzado.

— Gracias...

— Lumine — murmura la chica, sacudiendo levemente su mano. Kazuha asiente en forma de saludo — Así que... tú eres el niño anaco...-

Las palabras de Lumine fueron interrumpidas por las manos de Albedo sobre su boca y las histéricas risas de Tighnari.

— No le hagas caso a Lumi, Kazuha, no sabe lo que dice — le asegura el rubio de la mesa al albino, sonriendo tranquilizadoramente — Y dime, ¿qué estudias?

Scaramouche casi se siente morir de un infarto. Si no fuese por Tighnari y Albedo, Lumine habría dicho algo verdaderamente estúpido e imprudente, lo que habría desencadenado un ataque de pánico en Kazuha y de seguro habría salido huyendo.

Iba a ser un poco complicado que Kazuha y sus amigos se llevasen bien, pero esos idiotas estaban advertidos: tenían que ayudarle a entrar en confianza con Kazuha para conseguir su objetivo o Scaramouche se vería obligado a hacerles pasar vergüenza con sus novios, ya que ser el consejero de todos sus amigos y su cofre de secretos tenía ventajas con aroma a chantaje.

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— Ah... Mmh...

De nuevo Kazuha empujaba en su interior, más duro, más rápido. Oh, joder, podía sentir todas y cada una de las hinchadas venas sobresaltando y palpitando por la carne caliente... o al menos, eso era lo que se imaginaba.

Scaramouche no podía entender el porqué, pero cada vez que pasaba más tiempo con Kazuha, sus fantasías se volvían mejores. Más realistas, más deliciosas.

Movió su mano con más rapidez, buscando llegar lo más rápido posible. No tenía demasiado tiempo, pero no había podido evitarlo.

— M-mierda... Kazu. — susurró, intentando vanamente morder sus labios para acallar sus quejidos placenteros. Pero, en el fondo, se sentía insatisfecho. Aunque la potencia de su vibrador estaba al máximo y aunque se encontraba moviéndolo fervientemente adentro y afuera en su entrada, no se sentía del todo satisfecho.