1

375 31 4
                                    

Pasear por las montaña era algo típico para Argentina, el joven niño de ocho años escalaba las colinas como una cabra de montaña sin ningún problema.  Parecía muy contento saltando y trepando, aunque, según la ubicación del Sol, ya estaba llegando tarde a la comida y ¡No quería eso! ¡Su madre iba a matarlo! Rápidamente, se tiró por la montaña, rodando como una pelota por las rocas y piedras. No le importaba salir lastimado, ya estaba acostumbrado. Además, su abrigo de pieles y su gorro de oso lo ayudaban a protegerse, cualquier golpe podía soportarlo. Y sin mencionar lo duro que era, había sacado los huesos fuertes de su madre y el "cuero<piel>" grueso de su padre.

Luego de rodar como pelota por la montaña, cayó justo en su pueblo cubierto de nieve. Lo bueno es que cayó en ella, así que no tuvo contusiones cerebrales...  ¡Dejando eso de lado! Ya en su pueblo, sacó la nieve que se quedó en su abrigo y luego saludó a todos los pueblerinos que pasaron a su lado. Era amable y educado, bueno, tan amable no, pero educado sí por su madre, Acurám. Aquella mujer de Sol y tonos cielos siempre lo crió para ser un niño educado.

Recordándola a ella, se fue corriendo hundiendo sus botas en la nieve. A paso rápido podría llegar temprano, sólo debía apurarse un poco. Pasando mil cabañas, por fin llegó a la suya. Tomó una bocanada de aire para sus pulmones, ya que se encontraba demasiado agitado por correr, y se preparó para pretender que recién llegaba caminando. Estuvo a unos centímetros de tocar la puerta, pero fue abierta antes de que la tocase. Argentina se quedó perplejo mirando, ¿Su madre ya lo había visto?

Oh no.

—¿Dónde mierda estabas?

Su padre.

—Yo...— intenta explicar mientras sonríe falsamente, aunque ni siquiera es bueno siendo falso, las gotas de sudor y su sonrisa nerviosa lo delatan. Estar frente a su padre siempre lo ponía nervioso, aquel hombre era un cazador hecho a golpe limpio, por lo que así criaba a sus hijos, y digamos que su puño cerrado no era suave... igualmente era raro, no lo veía después del trabajo, o sea, de noche, Argentina no sabe porqué su padre se encuentra en casa tan temprano, solo sabe que le espera una paliza de parte suya.

—Entra.— ordenó con firmeza. Su hijo asintió con la cabeza, y con sus brazos atrás de su espalda, entró sin decir nada en contra. Nolu es un hombre particular, tan serio y seco como nadie más podría imaginar. Es un tipo que siempre se mantiene firme a sus reglas y es capaz de aplicar la fuerza bruta con cualquiera, incluso con su esposa... ya varias veces Argentina ha tenido que esconder a sus hermanos debajo de su cama por las fuertes discusiones. Nolu hacía volar sillas y mesas cuando se enojaba, era una bestia imparable.

—¿Dónde estabas, Argie?— le pregunta su madre. La mujer está en la cocina, pero la cabaña es tan pequeña que puede oírla hablarle por lo bajo. Está ocupada lavando los platos, ya habían comido al parecer. Sus hermanos no están, probablemente están ya acostados durmiendo la siesta. La hora de la comida ya había terminado hace varios minutos, Argentina había llegado tarde, y eso le preocupaba. No le importaba tener el estómago vacío, el problema era la golpiza que iban a darle. Si se escondía atrás de su madre quizás no sería tan doloroso, pero si se quedaba parado al lado de su padre todo se iría al carajo.

Por lo tanto, se acercó corriendo hasta la mujer de bandera celeste y se ocultó atrás de su vestido. La mujer rió de ternura, ya acostumbrada a aquella acción. Su padre gruñó, pero no le hizo nada. Esconderse atrás de su madre había funcionado de vuelta.

—Cariño, sabes bien que tu padre no te deja comer si no vienes a tiempo. Disculpa pero... no lo quiero hacer enojar.— la mujer trató de hacerle entender, aunque ni a ella le agradara lo que decía.

Sí, ma...

La reunión había comenzado, y la URSS ya se sentía cansado y agobiado ¿Cuánto durará esta reunión? Pensaba incontables veces, no quería ni imaginar cuanto tiempo tardaría

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La reunión había comenzado, y la URSS ya se sentía cansado y agobiado ¿Cuánto durará esta reunión? Pensaba incontables veces, no quería ni imaginar cuanto tiempo tardaría. Escuchar a los países discutir ya se había hecho rutina hace meses, cuando la ONU salió a la luz para detener las guerras mundiales. URSS ni siquiera sabe qué hace allí, no tiene poder ni de una parte de su territorio, sólo es invitado por su hijo Rusia para que no se sienta tan excluido de los países.

—Hoy quiero hablarles de algo... —habla la organización con seriedad mientras junta sus dedos.— Un nuevo país vendrá.

—¿Uno nuevo? ¿Otro africano?— preguntó México con curiosidad, aunque también con desinterés. Los países africanos nuevos ya se estaban volviendo demasiado comunes.

—No, es un latino como tú, México.— explicó la ONU sin prestarle atención al rostro del mexicano que iba transformándose en sorpresa.

¿Otro latino? Imposible, el último había sido Perú y Bolivia hace más de 400 años. No tenía ninguna lógica que apareciera alguien nuevo de la nada.

URSS, mientras tanto, escuchaba todo atentamente, mirando de reojo a los antiguos imperios. Algo irónico, esperaba una reacción de Reino Unido, una reacción tan hija de puta que hasta ONU tuviera que callarlo, pero no, nada llegó. Reino Unido parecía saber algo, porque se mantuvo callado y sin decir una sola palabra. España tampoco actuó, ni Francia.

—¿Qué?—murmuró México al final, recobrando un poco su consciencia de su transe.

El hijo de Nolu y Acurám.

La sala se volvió silenciosa, nadie dijo una palabra. Todos conocían esos nombres y por desgracia, conocerían a su nuevo integrante de la familia.

 Todos conocían esos nombres y por desgracia, conocerían a su nuevo integrante de la familia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Padre de Argentina (Nolu):

Padre de Argentina (Nolu):

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Madre (Acurám):

Madre (Acurám):

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐄𝐋 𝐂𝐎𝐔𝐍𝐓𝐑𝐘 𝐒𝐈𝐍 𝐍𝐎𝐌𝐁𝐑𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora