XXV.

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Naruto dió un suspiro.

Recapitular.

Había peleado contra Sasuke en el Valle del Fin. Había llegado a un nuevo mundo donde la magia existía. El viaje entre dimensiones según el zorro de nueve colas pulgoso había generado un cambio en su chakra.

Primero, la densidad de su chakra había aumentado. Si antes necesitaba un 1% para hacer dos clones, ahora necesitaba el 2% para lograrlo. Su inmensa reserva de chakra no había sido afectada.

Segundo, nuevas habilidades. Las cadenas de Andrómeda, bautizadas así por Lucy y su conocimiento en las estrellas. Cadenas doradas que salían de su cuerpo y apresaba a su objetivo. ¿Lo malo? Había despertado esa habilidad hace un día, no sabía como controlarla.

Otra habilidad había sido el aumento de sus instintos. O eso creía el. Ahora tenía la habilidad de saber las ubicaciones enemigas con solo poner un dedo en el suelo. Lugar, y cantidad de quienes se escondían.

¿Otra noticia buena para el? Gracias al tomate, Erza, había descubierto el secreto de los clones. Algo que cambio por completo su vida.

Al deshacer un clon, los recuerdos y experiencias de este se transferian al original. Algo sumamente bestial. Creando 10 clones podía aprender en un solo día lo que hubiera aprendido en diez.

Tan solo habían transcurrido 23 días desde que Naruto había aprendido aquel secreto. Con su nuevo entrenamiento su control de chakra se había disparado a niveles que solo podía haber alcanzado a sus 16 años. ¿Qué tan lejos llegaría dentro de dos años, o cuatro? ¿Qué tan fuerte se haría?

Un ruido tronador azotó a la distancia.

Naruto desvió su atención hacia la pirámide a lo lejos.

- ¿Qué sucedió?- se preguntó a si mismo el ninja observando como la contrucción había vuelto a su mismo lugar permitiendo que la luz de la Luna siguiera llegando a su objetivo-. ¿Alguien arreglo los soportes? ¿Qué magia uso?-

Naruto observó hacia atrás fijando su atención en el pueblo, para luego volver a mirar hacia la pirámide.

¿Iría a pelear?

El ninja no era tan despistado como lo aparentaba. Apenas vio a Deliora, lo supo de inmediato. Era el demonio pintando en la profecía con el que pelearia.

Si no iba hacia allí, escaparía de aquel destino escrito, lo reescribiria a su gusto.

Naruto apretó sus puños.

Si iba y peleaba contra el demonio estaría siguiendo al pie de la letra aquel destino que alguien impuso hace cientos de años.

Chasqueó entre dientes.

Sus amigos estaban peligro, no se podía dar el lujo de pensar en profecías absurdas pintadas en una pared.

¡Fush!

Naruto comenzó a correr a toda velocidad directo hacia la pirámide, y a cada paso, el ardor en el sello de su estómago se incrementaba.

X~X~X

La espada atravesó carne y piel.

Lyon sostenía fuertemente del mango del arma de hielo.

Gray miró hacia abajo observando como la espada atrevasaba su estómago tiñiendo el celeste de rojo escarlata.

El mago de Fairy Tail abrió la boca escupiendo sangre manchando aún más el filo hielo.

Lyon tiró hacia atrás retirando la espada.

Hada con dientes de sable.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt