La Espada Mortal (Tn x Harem Kny)

capítulo 12 parte 2

Tu y ambos pilares están persiguiendo el tren el cual cada vez se va alejando más, deben ser precavidos el demonio del abanico podría mandarlos a volar nuevamente si se percata de su presencia además de que hay otro el cual no para de invocar rayos que electrocutan al Tanaka.

Lanzas tus kusarigama para que se aferren al techo del tren y usando sus cadenas como impulso logras alcamzarlo de un salto, para después ayudar a Tomioka y Tokito a subirse.

Tn: Hay demasiadas personas en el vagón por lo que si uso mi fuego, las terminaré matando.
Tenemos dos opciones
Sacan a los demonios del tren para que pueda combatir con ustedes o dejo que ustedes se encarguen y yo voy a explorar el resto de vagones.

Tomioka: No hace falta que siempre tengas que pelear contra las lunas, no eres el único pilar.
Ve y elimina a todos los demonios del tren.

Tn: Bien, pero sean precavidos llámenme si empeora la situación.

Estaban por separarse hasta que el vagón nuevamente es impactado por un rayo y el techo comienza a ser perforado repetidamente por una lanza.

La lanza vuelve a salir directo hacia tu pecho, pero logras desviar su trayectoria con tus mano y la tomas de la punta para inmovilizar el arma.
Sin dejar pasar la oportunidad Tomioka ejecuta una embestida que termina por romper el techo y atravesar la frente del demonio de la lanza.
Aunque este se regenero y se puso detrás del demonio del abanico el cual estaba con el brazo levantado consu arma lista.

Tomioka: No está vez
Décima postura Dragon del cambio

El pilar del agua ibera una oleada de cortes que toman la forma de un dragón que terminan cortandole el brazo al demonio

Tokito: Porque sigues aquí? Vete y deja que nos encargemos.

Asientes con la cabeza y vas a explorar el tren.

Tokito: Lo mismo va para ti, déjale esto a los pilares

Estas palabras estaban dirigidas hacia el cazador Tanaka quien se encontraba con varias heridas profundas y con la ropa chamuscado por la electricidad.
El joven no pudo hacer más que mirarlo con disgusto e impotencia.

Había una cantidad considerables de demonios, afortunadamente ninguno era demasiado complicado de eliminar así que no hubo necesidad de usar las Flamas.
Parecía ser que habías acabado con todos hasta que el interior del tren comenzó a deformarse y ser cubierto por una masa asquerosa como si fuera carne podrida, de la que surgieron tentáculos que trataban de engullir a los pasajeros en la carne.

Por más que los cortaras los tentáculos no paraban de aparecer, era evidente que era obra de un demonio, esto te dejaba con la opción de liberar una ola de Flamas que quemarian toda la carne o matar al demonio de una forma alternativa.
La primera opción estaba descartada, ya que esta implicaría matar a todos en el vagón así que subiste al techo a buscar la solución.

el aire libre el viento hacia que el aroma de los demonios no fuera tan potente lo que facilito mucho encontrar el vagón donde el demonio se había fusinado con el tren. El vagón no era más que una masa de carne podrida con tumores y uan columna vertebral en el medio.

Saltas con al katana en mano listo para matar al demonio y pocos centímetros de atraver la columna uno de los tumores se abre revelando un ojo que te sumerge abruptamente a un sueño profundo.

Todo a tu alrededor se desvanece y cuando abres los ojos te encuentras acostado en medio de una lujosa habitación, con el brazo izquierdo vendado y tu antigua espada rota al lado tuyo.
Miras a tu alrededor en busca de una respuesta, la habitación te resulta demasiado familiar crees saber donde estás, pero eso es imposible aún no llegaron  a Ashina.