020

79.5K 6.2K 533
                                    

Las grandes manos de Jungkook apretaban la cintura de Jimin mientras sus labios se devoraban con ímpetu. No existía nada más alrededor de ambos que la pasión desbordante que sentían el uno por el otro.

Con delicadeza Jimin enrolló sus brazos en el cuello de Jungkook poniéndose de puntillas para profundizar el beso.

Jungkook entendió claramente las señales y tomo a Jimin enrollando sus piernas en su cintura, caminando con él hacia su habitación.

Ambos sumergidos en su propia burbuja de placer, excitados y con ganas de devorarse el alma.

Fue así como Jungkook se sentó con Jimin en su regazo, sus manos curiosas acariciaban el cuerpo delgado por encima de la ropa, mientras Jimin lamía los labios de Jungkook como si fuesen un elixir para él.

La ropa empezó a estorbar y con un poco de trabajo Jungkook logro quitar la camisa holgada blanca que adornaba el cuerpo del menor, besando su s hombros pecosos con lentitud dejando leves mordidas en ellos.

Los gemidos suaves de Jimin eran melodiosos y tan bonitos, que podrías quedarte hechizados con ellos tal cual  el cántico de una mística sirena.

Jimin quitó la camisa de Jungkook acariciando su torso trabajado, porque le encantaba lo grande y musculoso que era, se sentía protegido y cálido en sus brazos. Sus labios se acercaron al cuello de Jungkook dejando besos húmedos, bajando por su cuello, en ese momento Jungkook era una masita y Jimin lo dominaba por completo, apretó sus manos alrededor de la cintura de Jimin y echó su cabeza hacia atrás buscando más del contacto de sus labios.

Los besos bajaron a los hombros, clavículas y terminaron en el pecho del mayor, Jimin se arrodilló mirando con deseo el cuerpo de Jungkook sin dejar de besar y lamer cada parte de su piel, aquellos abdominales marcados y esa “V" que lo adornaba, todo era perfecto en él.

Sus manitos traviesas fueron al pantalón del mayor quitando el cinturón y dejando libre su ropa interior negra con la elástica de marca.

Con su lengua delineo aquella elástica y con sus dientes la bajo lentamente, Jungkook abrió su boca en un jadeo profundo, Jimin era una bomba sexy y él quería que le explotará en la cara.

Jimin empezó una danza lenta entre sus labios y el miembro del mayor, subía y bajaba con lentitud robándole siseos al mayor, los mismos que eran como corrientes eléctricas a su propio miembro. Lo chupaba con pasión succionando haciendo, ruidos húmedos y volviendo loco al mayor.

Porque estaba tan sumergido en el placer, que sentía todo mucho más intenso que nunca,

Quería derramarse en la boca de Jimin, enserio quería hacerlo, pero el cuerpo de Jimin era su perdición, lo necesitaba demasiado.

Entonces, tomo la barbilla de Jimin levantándolo hacia sus labios y en un habilidoso movimiento lo dejo acostado en la cama.

Quitó su ropa con delicadeza sin dejar de acariciar sus labios para luego bajar sus manos y acariciarlo ahí.

Cuando el placer puede mucho más que tu razonamiento, el pensamiento de hacer lo correcto queda nulo, en el profundo olvido, así se sentía Jimin, su misión era terminar de una vez con todo, pero ahí estaba bajo el cuerpo del mayor siendo penetrado con fuerza.

La estrechez de Jimin era una locura para el mayor, quería darle con fuerza, quería hacerlo gritar, pero sabía que habría tiempo para eso después, porque justo ahora estaban haciendo el amor después de una “discusión”

Y se sentía bien, se sentía muy bien.

— M-más... quiero más.

Pero luego la cordura los abandonaba a ambos y empezaban a tener sexo desenfrenado con fuerza, azotes, mordiscos y gemidos tan altos que seguramente los habían escuchado ya.

Pero ¿A quién le importa?

Lo único que Jungkook quería era seguir escuchando a Jimin llamándolo “papi” pidiendo más y gritando que le gustaba mucho su pene.

Se sentía en la maldita gloria, Jimin era su maldita gloria, era esa pasión que avivaba hasta lo más profundo de su ser, envolviéndolo en llamas de excitación y placer.

Las manos de Jimin se aferraron a la cintura de Jungkook y su espalda se arqueó cuando el orgasmo llegó manchando el vientre de ambos.

Mientras Jungkook lo hizo después de dar unas embestidas más, saliendo del menor para llegar también en su abdomen.

Un desastre.

Ambos respiraron con dificultad, pero con una sonrisa en sus labios, Jungkook no dudo en tomarlo en sus brazos para llevarlo abrazado a la ducha, lo baño con delicadeza entre besos y caricias haciéndolo sentir el chico más mimado y consentido del mundo.

Para después alimentarlo él mismo.

Jimin no podía sentirse mejor.

Pero como no todo era color de rosas y como lo que ambos sentían se desarrollaba en medio de una traición, no todo podía ser tan bueno.

Su madre llamó a Jungkook, por lo que pudo escuchar que la mujer le había pedido verse y Jungkook accedió.

Jimin se sintió decepcionado, pero las palabras de Jungkook lo hicieron pensar.

— Hacer esto juntos ¿Recuerdas?

Fueron esas palabras las que quedaron en su mente aún y cuando llegó a su casa y vio a su madre irse con Jungkook

¿Qué había querido decir? Se sentía nervioso y ansioso, no sabía qué hacer o como descubrir a qué se refería Jungkook

Fue mucho más tarde cuando su madre llegó con un semblante decaído y le dijo:

— Otra vez seremos tú y yo en casa, Jungkook me pidió tiempo.

Fue ahí cuando Jimin supo que Jungkook estaba tomando todo muy enserio.

OnlyFans +18 [KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora