OnlyFans +18 [KM]

018

La mañana se sentía diferente, la casa estaba silenciosa, no había aroma a ningún desayuno, ni risas y coqueteos.

Es como si Park Jimin viviera solo, pero sabía que no era así por eso era sumamente extraño.

Después de un baño y alistarse para ir a la academia, bajo las escaleras encontrando a su madre sola junto a una taza de café humeante mirando fijamente hacia la nada.

¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba Jungkook?

Sin ser muy consciente de sus actos empezó a buscarlo con la mirada, pero no había más que silencio en esa casa.

Entonces se atrevió a preguntar:

— Buenos días, mami ¿Está todo bien?

La mujer pestañeó rápidamente saliendo de sus pensamientos para sonreírle.

— Buenos días cielo, sí, todo está bien

Pero su voz no decía lo mismo, se escuchaba apagada como si no tuviera ánimos, se notaba que no los tenía.

— ¿Y Jungkook?

— No lo sé, supongo que vendrá.

¿No había dormido en casa?

Jimin era una persona realmente insegura, tímida y siempre tenía pensamientos pesimistas, justo como ahora; porque pensaba lo peor de Jungkook, quizás había estado con alguien más, ¿Y si había dormido con alguien más?

¿Por qué se sentía demasiado enojado con aquello? Cuando bien sabía que la única que tenía derecho a ponerse molesta era su madre; sin embargo, ella parecía decaída como si fuese ella la que hubiera hecho algo malo, como si fuera ella quién estuviera fallando en la relación y aunque de cierta manera ambos tenían la culpa de que la misma no funcionará, la carga no debería ser solo de ella.

Era demasiado incómodo estar ahí, de pronto Jimin no se sentía bien estando cerca de su madre y no por ella, sino por él, porque la culpa podía más que él, porque no podía verla a los ojos, se sentía un traidor, un desleal, un sucio.

Por eso, se despidió y salió de casa con una presión en el pecho, empezaba a odiar sentirse así, no estaba bien, él sabía que no estaba bien.

Sin embargo, cuando divisó la motocicleta estacionada frente a su casa, sus pensamientos se esfumaron y una emoción empezó a florecer en su pecho, como un pequeño animalito saltando en su interior, Jungkook quitó su casco y se bajó revolviendo su cabello.

¿Es que todo en ese hombre era sexy siempre?

Trago grueso y trato de ignorarlo, pero era muy tarde, Jungkook se quedó recostado en su motocicleta mirándolo con los brazos cruzados y una sonrisa en sus labios.

Maldita sea.

— Ey... ¿Irás a la academia?

— Buenos días, Jungkook — el menor hizo una reverencia con respeto hacia èl— Si iré a la academia, que tengas buen día.

El mayor rio llamando la atención de Jimin, aún más cuando volvió a encender su motocicleta y se subió haciendo rugir el escape de la misma.

— Vamos Jiminssi, te llevaré.

El menor trago grueso,

— Pero mi madre, ella...

— Ella está bien, sube.

El menor asintió, como si nada más importara en ese momento, subió a la parte trasera de la motocicleta abrazándose al fuerte cuerpo del mayor sabía que su vida podía depender de ello.

Quizás había sido un poco imprudente aquella acción, pero para Jungkook era importante, sobre todo porque no veía la necesidad de que Jimin tuviera que tomar algún medio de transporte cuando él podía llevarlo e incluso buscarlo sin problema alguno.

El camino fue silencioso, ambos con miles de cosas que decir, pero dispuestos a disfrutar más de la brisa que azotaba sus rostros y la sensación de estar junto al otro.

Tras las indicaciones de Jimin, Jungkook estacionó frente a la academia.

Jimin agradecía muchísimo que el mayor lo hubiese traído, de no ser así llegaría tarde como siempre y eso le traía problemas.

Bajó de la motocicleta con la ayuda del mayor y la pregunta que estaba atascada en su mente salió sin titubear.

— ¿Dónde estabas anoche?

Jungkook sonrió y lo miro a través del casco.

— Me quede en mi antiguo departamento Jimin

—¿Por qué? ¿Es por mí? ¿Hice algo mal?

—¿Qué? No, no, no hiciste nada mal Jimin— su mano se estiró para acariciar la mejilla del menor en un roce tranquilizador y suave— Necesitaba pensar muchas cosas.

— Oh...

— ¿Ya? Por un momento pensé que me harías un drama— la risa del mayor hizo a Jimin fruncir las cejas.

— ¿De qué hablas?

— El tono con el que hablaste, es como si estuvieras enojado, quizás... ¿Celoso?

— ¿Celoso? ¿Celoso yo? ¡Ja!

Jungkook lo miro y rio con fuerza.

— ¿A qué hora sales? Vendré por tí.

— No es necesario Jungkook, además, mi madre... Ella quizás quiera pasar tiempo conmigo.

Un suspiro salió de los labios de Jungkook, uno que no pasó desapercibido por Jimin, entonces supo que en efecto algo estaba pasando.

— Jimin quiero pedirte algo ¿Sí?

Jimin lo miro atentó y asintió.

— No menciones a tu madre cuando estés conmigo.

Los ojos del menor se abrieron con sorpresa.

— Pero tú y ella...

— No. Quizás te lo explique luego, pero quiero que sepas que las cosas cambiarán.

— ¿Cambiarán?

— Sí, empezando por ¿A qué hora sales? Te llevaré a comer algo delicioso.

— ¿Qué exactamente?

— Quizás pollo frito.

Los ojos del menor brillaron con emoción, Jimin no se permitía comer ciertas cosas, pero por algún motivo cuando estaba Jungkook el problema de su peso pasaba a segundo plano.

— ¿Y papas también?

— Y papas y todo lo que quieras Jiminssi.

La sonrisa en los labios de Jimin era imborrable en esos momentos, se sentía cálido y seguro, sentía como si estuviera con la persona correcta, como si las personas fuesen un lugar seguro y él hubiera encontrado el suyo.

— 12:00 pm

— Bien, bien, dame un beso nene.

— ¡¿Qué?! ¿Estás loco? ¿Aquí? Eres un atrevido Jung...

El mayor se inclinó robándole un beso a Jimin, dejándolo con la palabra en la boca, porque cierto chiquillo era bastante parlanchín y aunque eso le gustaba, a veces prefería callarlo a besos.

— A las 12 nene, no lo olvides.

— S-si

Jimin se sentía extasiado, como si aquel beso lo hubiera embrujado, con una sonrisa tonta se dio la vuelta y para su grandísima mala suerte, Taehyung lo estaba mirando fijamente con la boca y ojos abiertos.

Genial...