"Ahora te llamo" le respondí
-Che Blas- me dirigí a mi acompañante - tengo que hacer una llamada, ahi vengo-
Pauso la tele - ¿Está todo bien garrita? - me miró preocupado.
-Si si, tranqui- me levante- Es una boludez-
Fui hasta la cocina y marqué el número de Marcos, si, me lo sabía de memoria, no me juzguen.
Atendió al tercer pitido.
-¿Nuevo romance? ¿Qué significa esto Agustín? - se escuchaba un poco enojado.
-Para, antes de que pienses cualquier cosa. El chico que estaba conmigo es Blas, mi amigo, el mismo que estaba cuando viniste a casa la otra vez-
Hizo con la boca un sonido de asentimiento.- Bien, pero no explica el por qué dice eso la nota-
-No tengo idea, debe ser Pepe Ochoa jodiendo como siempre, que no puede verme estar tranquilo sin romperme las pelotas-
Se hizo un breve silencio.
-Perdón por ponerme así.- lo escuche suspirar - Es solo que verte con alguien mas, me hizo pensar en la posibilidad de que podrías aburrirte de esperarme y me asusté-
-Ay Mar, no seas boludo- reí un poco- Escucha, mi corazon ya es tuyo, lo de los detalles es solo algo que te pedí porque nunca antes lo tuve y siempre quise que me mimen de esa manera-
Y se volvió a hacer otro silencio, pero mas largo que el anterior. Hasta que.
-Que ganas de tenerte ahora, para poder abrazarte- comenzó a ponerse romántico de la nada- Que estes en mi casa, juntitos, abrazados de cucharita- le hice un sonido de que continúe, quería ver hasta dónde llegaba- Darte muchos besos en la cara y luego comenzar a agarrarte- y lo corté porque se fue de mambo.
No pude evitar reírme - Aguu', arruinaste todo el ambiente- me reprocho infantilmente.
Eso me hizo reir aun mas. Dejamos la charla ahí, despidiéndonos con un beso ruidoso por el celular. Y volví al sillón con Blas
Me volvió a preguntar si estaba todo bien, pero yo no podía responder, estaba mirando a la nada sonrojado, con una sonrisa enorme. Es increíble lo feliz que me ponía escuchar a Mar.
————
A la noche decidí llamar a una pizzería familiar a la que he concurrido prácticamente desde que nací. Le negocie una publicidad a cambio de que hicieran horas extras para estar en el lugar una vez cerrado para todo público.
Y le encargué una mesa para tres.
A eso de las 1AM llegamos con Blas, saludamos a los dueños y empleados, nos dirigieron a una mesa y pedimos la carta.
-¿Qué vas a querer? Yo voy a pedir la especialidad de la casa- le dije.
-¿Hay alguna que tenga rúcula o alguna verdura?-
-¿Como? Es una pizza boludo- me reí - Me hubieses dicho que querías una ensalada e íbamos a otro lugar- lo reté.
-No, no es necesario, solo voy a pedir la de- se cortó cuando escuchamos una voz masculina provenir de la entrada.
-Hola, Buenas noches. Tenía una reservación- dijo al entrar.
Era Mar.
Le hice una seña para que se acerque a nuestra mesa. Se acercó y se sentó a mi lado, al frente de Blas.
-Buenas, no tuvimos el gusto de presentarnos antes. Blas Angelucci- empezó el susodicho.
-El gustó es mío. Marcos Ginocchio - respondió.
Si bien los invitados intentaban ser cordiales el uno con el otro, se notaba un poco la incomodidad de ambos. Y yo no sabia como empezar la charla.
-Bueno chicos. Los invite porqué - me dirigí a Blas- vos no sabes pero nos están inventando un romance en redes sociales - puso una cara de sorpresa pero se rió - si, vos reite nomas. Pero eso me trajo problemas con Mar- lo señale- Por lo que se me ocurrió que sería una buena vida que ustedes se conozcan. - me giré hacia Mar y le susurre bajito- Que veas que no hay ninguna amenaza.
Y eso pareció funcionar. Empezaron a hablar sobre sus vidas universitarias, encontraron que tenían muchos intereses parecidos; en música, en lectura, en arte, etc. Además ambos les gustaba pasar su tiempo en el gimnasio.
Me desplazaron totalmente de su charla toda la noche, hasta que prácticamente nos echaron porque ya eran las 4 a.m y los empleados querían irse.
Salimos del establecimiento, nos despedimos de Marcos y volvimos caminando a casa, total no quedaba tan lejos.
Cuando llegamos a casa, me fui a bañar. Ahora que recuerdo, jamás mencione que me bañó, seguro deben pensar que soy otaku. Me lave los dientes y me acosté en mi cama.
Me sentía afortunado, tenía a mis dos hombres favoritos en mi vida y llevándose bien. No podía pedir más.
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De Rencores Y Venganzas
Hayran KurguCansado de esperar por un amor no correspondido, Agustin pide un deseo que lo llevara al comienzo de todo. ¿Esta vez hara las cosas bien o cometera los mismos errores? Portada echa por @LaFrodoneta