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Jimin miraba aquellas manos que tocaban su cuerpo con esmero acompañadas de aquellas palabras incitadoras que calaban en lo más profundo de su ser.

— Tienes la habilidad de volver loco a quien quieras ¿No lo ves?

Sus ojos se sentían nublados y su mente perdida, porque el mayor estaba siendo tan descarado, pero al mismo tiempo estaba diciendo las palabras correctas que él quería escuchar.

Quería que por primera vez  alguien aparte de él apreciará su cuerpo.

Que lo hicieran sentir bonito.

Y ahí estaba, ¿Lo malo en todo esto? Ese hombre no era suyo, era el hombre de su madre.

Por eso cerró los ojos y quitó la mano de Jungkook alejándose para tomar su camisa y ponérsela, mientras Jungkook lo miraba tratando de descifrar sus acciones repentinas.

— ¿Qué sucede?

— No está bien.

— ¿Qué no está bien?

— Tú, ella, yo…

Jungkook rio con ironía, sabía perfectamente por dónde iba el tema y aunque no le agradara hablar del mismo Jimin tenía razón, pero…

¿Quién podría contra el deseo? ¿Contra los designios de su corazón?

Se sentía perdido y rendido por el menor, necesitaba aclarar su mente porque pensaba que quitando las locas ganas de tenerlo por lo menos una vez todo acabaría.

Todo el torbellino de su mente se aclararía, todo terminaría entre ellos, esa conexión ilícita que los arrollaba a un inmenso mar de lujuria.

— ¿Tú quieres que pare?

Jimin lo miro paralizado, sin saber claramente qué decir, porqué era obvio que no quería, pero debían hacerlo.

Debían.

Aun así...

Jimin negó incapaz de decir ni una palabra, su boca estaba sellada.

Jungkook se acercó sin despegar los ojos de los del menor, el mismo que tenía los ojos avellanos más brillantes y bonitos qué había visto jamás.

Jimin era hermoso.

Su mano tocó su mejilla en una caricia haciéndolo cerrar los ojos, besó la punta de su nariz haciéndolo sonreír y al ver esa sonrisa todo se fue al mismo carajo. Jungkook agarró su nuca y lo acercó besando sus labios con ímpetu, con ganas, con deseo, como no besaba hace tiempo, la llama en su interior se encendió, haciendo arder todo a su alrededor en un ardiente momento.

Jimin se sentía embriagado por los labios de Jungkook, su gruñido al sentirlo tan cerca lo hizo gemir, colocó sus manos en su nuca, aprisionándolo como si no quisiera dejarlo ir nunca.

Se separaron en busca de aire, pero lo que Jimin vio fue suficiente para querer entregarse por completo al mayor,

En ese momento mando todo a la mierda, todo podía irse al infierno si lo tuviera mirándole los labios de esa manera, como si fueran lo más delicioso y hermoso que él hubiera visto.

Entonces se puso de puntillas y agarro la camisa del mayor, acercándolo a sus labios nuevamente, fundiéndose en un beso demandante y salvaje, con chasquidos de por medio; ambos perdidos, ambos con deseos de por medio, ambos sin importarles el mundo allá afuera.

Jungkook cargó a Jimin, este enrolló sus piernas en las caderas del mayor y los brazos en su cuello para sostenerse, los besos de Jungkook bajaron a su cuello llenándolo de lamidas dándose cuenta de que las anteriores marcas no estaban

OnlyFans +18 [KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora