Fenix ~ Los Juegos del Hambre

⚔Capitulo 1: El inicio de un problema

Por un segundo percibí un atisbo de anhelo, tal vez ¿Añoranza?, la misma manera en que me veía cuando tenia el cabello castaño.

-Oh, y tu rutina de escolar enamorada, puff , arte -alabe con sarcasmo.

Tal vez no me agradaba mucho la chica...

-Convenciste a la gente en el capitolio, pero por desgracia no todos los distritos se lo tragaron, lo que no sabes, es que interpretaron tu truquito como un acto de rebeldía -confeso finalmente con tanta seriedad que se torno mas denso el ambiente.

-Y si una... niña, del distrito 12 nada menos -continuo con cierta repugnancia- puede desafiar al capitolio y salir ilesa, ¿Qué puede evitar que ellos lo hagan?¿Un levantamiento? -pregunto retóricamente.

-Y así todo un sistema se derrumba... -murmure con cierta fascinación y anhelo.

- Es un sistema muy frágil si pueden acabarlo un puñado de bayas y... una linda rubia -murmuro sarcástica y sonreí.

-Soy castaña natural en realidad -bromee destilando veneno y ella rodo los ojos- Y si lo es, frágil, pero no como tu podrías imaginar.

-¿Y que debo imaginar entonces? -replico seria.

-Comienza con cadáveres, todos sus seres queridos, cientos de persona -intervino Snow nuestra confrontación- Tu pequeña aldea reducida a cenizas radioactivas, arrasada, una zona radioactiva sepultada.

-Ya sabes, siguiendo la historia de un tal distrito 13, ¿Lo conoces? -pregunte sarcástica y ella rodo los ojos- Lo hiciste bien en los juegos, luchaste. pero déjame decirte algo linda -pedí mirándola fijamente con todo mi seriedad- Eran solo juegos, esto es la vida real. ¿Te gustaría estar en una guerra real?

-No -replico casi de inmediato.

-A nosotros tampoco -acertó Snow- ¿Los hizo tu madre? -pregunto luego de unos segundos de tenso silencio.

-Peeta.

-Ah... un chico encantador -replique sonriendo de lado- Dime algo, ¿Cuándo se dio cuenta de la profundidad de tu... indiferencia hacia él? -cuestione verdaderamente interesada.

-No me es indiferente, replico de inmediato.

-¡No mientas! -grito Snow exaltado sorprendiéndonos a ambas- Lo prometiste.

-¿Por que no me mata y ya? -pregunto rendida.

-No quiero matarte -rio incrédulo- Quiero que seamos amigos, como Helena -explico señalándome y un escalofrió me recorrió.

Amiga del enemigo.

-Si no amigos, entonces aliados -finalizo mirándola.

-¿Que tengo que hacer?

-Cuando estén en la gira, tienes que sonreír, ser agradecida, pero sobre todo enloquecida de amor, capaz de cualquier cosa -explico este- ¿Crees que puedas hacerlo?

-Yo no creo, pero a mi no es a quien preguntan, suspiro acomodándome en el asiento a la espera de la conclusión de este incomodo encuentro.

-Sí.

-¿Si que?

-Los convenceré -espeto decidida mirándolo.

-No... -murmure llamando su atención- Convéncenos a nosotros.

-Para ti, como muestra de alianza -ofreció Snow levantándose y sacando una flor blanca de su bolsillo.

-Recuerda, convéncenos a nosotros -pedí encendiendo la pantalla una ultima vez antes de levantarme.