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013

La mujer estaba sentada en la cama mientras Jungkook caminaba de un lado a otro discutiendo con ella.

— ¿Eres realmente consciente de que Jimin tiene problemas de autoestima y de alimentación? ¿Por qué en vez de humillarlo, no lo ayudas?

— ¡Porque es estúpida su manera de actuar! Es mayor Jungkook no debo estar detrás de él .

— Aun así eres su madre ¿No te preocupa su salud?

— Como si me hiciera caso, termina siempre haciéndome a un lado para hacerle caso a su padre Jungkook.

— ¿Es por eso que actúas así?

— ¡No!

— ¡¿Entonces qué es?! ¿Qué te sucede?

Necesitaba una explicación lógica, porque esa mujer no era la mujer que él conocía, ella no actuaba de esa manera.

— Jimin tenía una figura y cuerpo perfecto, calificaba como uno de los mejores modelos de la academia, siempre creí y confíe en él, pero un día decidió que no le gustaba el modelaje y que prefería bailar, importándole muy poco todo lo que invertí en él, su padre lo apoyo y yo valí mierda, ¡Siempre cuide su alimentación! Pero se va de vacaciones con su padre, aumenta de peso y la mejor manera que tiene para deshacerse de esos kilos de más es dejando de comer ¿Soy yo la culpable?

— ¿Entonces estás enojada porque Jimin Prefirió bailar, en vez de seguir la carrera que tú querías?

— ¿Eso fue lo único que entendiste de todo lo que dije?

El menor suspiró.

— ¿No pagas la academia de danza de Jimin?

— No, lo hace su padre, no apoyaré esa estupidez.

— ¿Los sueños de tu hijo son una estupidez?

— No hablaré de esto más contigo, estás renuente, no escuchas ni entiendes.

— En realidad si lo hice.

— ¿Y qué fue lo que entendiste?

— Que estás celosa y enojada porque Jimin no es lo que tú querías que fuera y te altera la relación que tiene con su padre.

— ¡Claro que no! Pero claro que vas a entender tú de la situación, eres un niño también.

El menor la miro intensamente y asintió.

— Es todo.

Jungkook salió de la habitación dando un portazo, no podía discutir con su novia cuando ella estaba decidida a defender sus argumentos estúpidos y justo cuando estaba por bajar las escaleras, escuchó el sollozo del menor proveniente de su habitación.

En ese entonces Jungkook pensó en nada más que Jimin.

Por eso, devolvió sus pasos y abrió su habitación, encontrándolo hecho bolita en su cama, llorando entre sus rodillas.

— Jimin…

El menor levantó su cara ya rojiza y lo miro, Jungkook extendió su mano hacia el.

— Ven conmigo, tengo algo que mostrarte.

Jimin ni siquiera lo dudo,  tomó su mano y lo siguió hasta fuera de la casa, se subieron a la motocicleta del mayor y este emprendió camino.

Para Jimin, la danza no era una perdida de tiempo ni un capricho como su madre le había hecho creer. No es que ella sea malvada con él o que no lo quiera, simplemente tenía distintos puntos de vista de la vida y quería que los suyos fueran los que el menor siguiera, según ella, por su bien.

Su única excusa era que Jimin estuviera ganando millones como modelo justo ahora y no estancado en una academia de danza, que ella se negó a pagar por ser un capricho de su hijo.

Mientras que Jimin quería vivir conforme a lo que su corazón le dictaba, su padre pagaba su academia, pero esto había traído consecuencias, su madre ya no le daba dinero ni pagaba sus cosas, las mismas que eran costosas gracias a sus gustos, por eso Jimin hacia esos vídeos, los que ya empezaban a generar ingresos.

El camino no fue demasiado largo; sin embargo, fue completamente desconocido, al parar frente a lo que parecía un local, por fuera tenía ventanales de vidrio y letreros Neón, se veía oscuro por dentro como si no hubiera nadie. Jimin se sintió extraño.

El mayor quitó su casco y apagó la motocicleta revolviendo su cabello.

Jimin lo miro confuso.

— ¿Dónde estamos?

Jungkook bajo de la motocicleta y extendió su mano para que Jimin también pudiera bajar.

— Este es mi local nuevo… Abrirá en unos días.

Los ojos del menor se abrieron con sorpresa y una linda sonrisa adorno su rostro.

Jungkook sacó una llave y empezó a abrir el establecimiento dándole paso a Jimin para qué lo observara por dentro.

Definitivamente, Jungkook tenía buenos gustos, tenía una pequeña recepción y pasillos con pequeños compartimientos donde tatuarian, eran tres espacios, estaba decorado con letreros y diseños hechos a mano en la misma pared.

Era increíble.

— ¿Te gusta?

El menor asintió con emoción, Jungkook sonrió y tomó su mano.

— Ven, te mostraré algo.

De la mano lo guío a uno de los espacios, este no era tan grande, pero era igual de ordenado y perfectamente decorado que todo el lugar.

— ¿Ves eso de ahí?

Jimin guío su mirada hacia donde el mayor señalaba.

Una pared espejo.

— Es enorme…

— Si… A las personas les gusta tomarse fotos después de hacerse un tatuaje, pensé en ellos.

— Es increíble.

— Pero, no es eso lo que te quiero mostrar, acércate Jimin.

El menor caminó lentamente al espejo soltando la mano del mayor mientras esté lo seguía.

— ¿Ves eso?

— ¿Qué? No veo nada.

El mayor se posicionó detrás del menor y señaló su reflejo en el espejo.

— Esto… ¿Ves lo mismo que yo?

— ¿Eh?

— ¿Ves lo perfecto que es tu rostro Jimin?— el menor se sonrojó, ya entendía de que iba todo.— Mira tus facciones perfectas, porque créeme eres afortunado de tenerlas.

Jimin trago grueso.

— Levanta tu camisa

Los ojos de Jimin se abrieron con sorpresa,

— Yo..eh…

— Vamos Jimin no tengas miedo, todo estará bien.

El menor asintió y empezó a levantar su camisa con nervios, hasta quitarla completamente

Por fin, Jungkook tenía una vista en vivo y directo de aquel tatuaje, el abdomen plano del menor y la linda cintura que adornaba su cuerpo.

— ¿Siquiera notas, lo perfecto que es tu cuerpo Jimin? Mira esto— con su mano delineo la cuerva que adornaba su cintura— tienes unas curvas muy bonitas Jimin,— empezó a hablarle muy cerca de su oreja, su mano se movió hacia el abdomen plano y lo acarició— Mira esto Jimin, no hay nada demás, todo está perfecto, tu abdomen es perfecto.

Subió su mano acariciando todo el torso del menor hasta llegar a la barbilla, haciéndole voltear la cara hacia un lado, justo dónde él hablaba con parsimonia.

— ¿Quieres que siga tocando cada parte de tu cuerpo, diciéndote lo hermoso que es para que olvides esas malditas inseguridades? Porque créeme Jimin, eres perfecto.

Todo estaba perdido en cuanto sus miradas se encontraron y ambos lo sabían.