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Las luces iluminaban aquél lujoso club donde se presentaría la gran fiesta, dónde Astrid y Aroon Hofferson tenían la misión de que Hiccup Haddock decidiera hacer negocios con ellos, aunque especialmente era Astrid quién tenía la responsabilidad.

Llegaron al lugar y Astrid trataba de tener la frente en alto, pensado en todo lo que tenía que hacer esa noche y todo, todo tenía que salirle bien. No les sorprendía para nada de los miles de carros que entraban al lugar y lo lujos que era, sabía que sería así.

— Señor y señorita Hofferson, sean bienvenidos.— Los saludo el chico de la entrada y Aroon le entregó las llaves del auto para que los parqueara— Aquí tienen el número de su mesa. Disfruten la velada.— Los chicos agradecieron y se adentraron al lugar.

— Bien, no tengo que decir lo que tienes que decir y mucho menos si estás lista, porque te conozco y sé que estás preparada.— Hablo el chico, entre dientes para que nadie los escuchará.

— Supones bien. ¿Donde está él? Sabés que no quiero quedarme aquí mucho tiempo.

— Está en zona VIP según me contaron, no tendrás ningún problema para entrar.— Tomó una copa y Astrid lo miró incrédula— ¿Qué? ¿Pensaste que te acompañaria?

— ¿No?

— ¡Claro que no! Eres muy capaz de ir sola a hablar con él y te conozco, sé que si me quedo te dará un ataque si hablo de más. Tú sabes muy bien como manejar la situación, eres Astrid después de todo.— Le guiño un ojo y tomo un sorbo de su copa.

Astrid bufó y tomó otra copa. Estuvieron saludando un montón de gente y tratando de evadir otras. Aroon si sabía socializar con todo el mundo, mientras Astrid tenía sus preferencias, que eran muy pocas.

Las horas pasaban y el momento en que Astrid debía ir a hablar con el famoso Hiccup Haddock se acercaba. Ya habían escuchado algunos comentarios y esperaba no encontrarlo besandose, o mejor dicho, comiéndose con una chica.

Le dió una mirada a su hermano y este le deseo suerte en su misión, aunque sabía que no la necesitaría.

Camino sin pasar muy desapercibida por todos allí y llegó a la zona VIP dónde como dijo Aroon, no le fue difícil entrar. Llegó al lugar dónde también su hermano sabía dónde él estaría y encontró a un chico pelinegro coqueteando con una chica y a otro sentado en un sofa sin ninguna compañía.

Sus miradas conectaron por un microsegundo, pero fue suficiente para que Astrid supiera que lo había encontrado.

— ¿Señor Haddock? 

El primero el mirar fue obviamente el chico del sofa, pero el que actuó primero fue el pelinegro que ignoró totalmente a la chica que tenía cerca de él.

— Oh hola preciosa, ¿Nos conocemos?

— Si es quién estoy buscando, no, pero si no lo es, no me interesa conocerlo.

— Puedo ser quien quieras para complacerte.— La miró de arriba a abajo y Astrid lo miró aún más mal.

— Patan.— Ambos miraron al chico del sofa, quién se había levantado de su lugar y caminado hacía ellos.

Astrid lo analizó rápidamente y sintió una corriente por toda su espalda al verlo acercarse a ellos. Él hombre que tenía al frente lo miró mal y bufo.

— Soy Hiccup Haddock, si es quien busca.— Le ofreció su mano y Astrid la tomo lentamente. Tenía una traje para nada cuidado, pero que lo hacía ver tan bien, su cabello se encontraba desordenado y sus ojos verdes la miraban con atención.

— Astrid Hofferson. Vengo de parte de mi familia para mostrarle una oferta de negocio.— Se presentó formalmente. Aún no se le olvidaba lo que tenía que decir.

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