Su Sangre Especial

recompensa

Todo lo que ocurrió alivió un poco el dolor que sentía por mi hijo. Aunque creo que ni siquiera era un alivio, simplemente me distrajo.

Antes de entrar a la práctica tenía varios amigos, decían que mis ganas y voluntad de ayudar eran únicas, decían que irradiaba positivismo... Ojalá eso nunca hubiese cambiado.

Si, me distrajo del dolor. Creo que va a sonar extraño, pero en verdad cuando vi a aquella mujer en la cueva, no pude evitar estar hipnotizada con su belleza, a pesar de que estaba casi inconsciente y en un estado que no le podría desear ni a mi peor enemigo.

Cuando la señorita me contó que sus hijas habían fallecido hace poco, no podía creerlo, pensaba que era una casualidad que yo también haya perdido a mi hijo. Pero aunque ella haya experimentado lo mismo que yo, era aún peor. Sentí compasión por ella, aunque haya escuchado muchas veces que era una persona fría y sin corazón ni piedad. Ella pasaba por algo peor que yo, lo sentía tres veces peor, eran tres hijas, no solo una.

Me preocupa como estará ahora, ha pasado Ayer, me preguntó si esque por lo menos habrá despertado, y hasta me preocupa que haya dormido bien. Había algo en ella, que a pesar de su mirada fría se podía ver todo su dolor, su soledad y tristeza eran impresionantes.

ALCINA:

acabo de despertar, no recuerdo nada. Solamente siento mucho dolor. Siento el dolor casi agonizante en mi cabeza. Mi mente estaba casi en blanco, solamente había una mujer en mi conciencia, una hermosa mujer. Que ni siquiera sé quién era.

Cuando despierte, casi todas mis empleadas estaban en mi habitación, el olor a preocupación desprendía de ellas. No entendía por qué me miraban de esa manera, no lograba comprender por qué, reconozco que he sido cruel con ellas, hasta he escuchado que algunas me habían puesto el apodo de "mano de hierro". Supuse que era porque mis castigos por todo eran severos. El más suave castigo que usaba por las cosas mínimas era pasar una noche en las mazmorras del castillo, donde todos saben que ahí hace un frío de la mierda. De cualquier manera, me gusta que me teman, saben quién es la única que manda aquí, por lo tanto están obligadas a hacer todo perfectamente bien.

Apenas desperté, me llenaron de todo tipo de preguntas, me preguntaban que cómo me sentía... CLARAMENTE ESTOY HECHA MIERDA. MIS HIJAS ACABAN DE FALLECER, ¿QUIEREN QUE ESTÉ RADIANTE DE FELICIDAD? De cualquier manera respondo, aunque mayormente con gestos, me duele y me cuesta hablar, todo lo que había tomado me quemaba la garganta. Aún así siempre he intentado ocultar todo lo que siento. Soy conocida por mi frialdad.

Mi mente y estrategias funcionan así: las emociones solo te vuelven débil. Toda persona es un obstáculo, pensar en lo que un obstáculo quiere o siente te arruinará, de haberme preocupado por otros habría acabado como muchas mujeres, abandonadas y olvidadas en un cajón, sin haber tenido impacto en el mundo. Soy la persona más desconfiada que pueda haber, no confío ni en mi propia sombra, aveces la sombra hace ver tu cuerpo de una manera diferente de como es en realidad, es igual de traicionera que todos. Además de eso, nacer en una familia poderosa y rica, te enseñan la realidad sobre los demás; los más fuertes controlan a los débiles. Por eso nadie sabe nada de mí, (aparte de los miles de asesinatos que he cometido) si alguien llega a saber algo sobre mi. Tuve que haberlo dicho yo, ya que nadie sabe de mi. También es por eso que nunca digo las cosas que me pasan o lo que suelo sentir, eso te hace débil, y como los fuertes controlan a los débiles, no planeo dejar que ninguna persona que se crea más fuerte o mejor que yo me controle.

-"Mónica... ¿Que es lo que ha ocurrido?" Mi tono siempre es serio, y eso hace que la gente piense que hablo así por ser arrogante.

-"s... Señora... Ayer salió en la tarde... Agarró unas botellas de su vino más fuerte y se fue a las cuevas, y..." Su voz es temblorosa como de costumbre, aveces de solo verme tiembla, a pesar de que lleva varios años trabajandome.