Capítulo 2

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Y así fue

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Y así fue... Kim Taehyung y yo follábamos todos los días desde aquella primera noche. A veces no nos importaba la hora e incluso evitábamos salir a hacer nuestros deberes de adultos con tal de estar todo el día pegados y cuando digo pegados; es pegados.

Todavía no me marcaba porque quería hacerlo de una manera especial, mi Tae era un romántico empedernido y tan meticuloso que a veces me causaba exasperación porque yo necesitaba sentirme suyo de la manera más sagrada para los lobos. A regañadientes tuve que aceptar su decisión.

—Me voy a trabajar —dijo dándome un besito en los labios—. Póntelos. —Me entregó los tapones para mis oídos.

—No sería necesario ponérmelos si me marcas, de esa manera mi lobo solamente te responderá a ti —me quejé al tomarlos entre mis manos.

—¿Y crees que no quiero hacerlo? —Acarició mi cabello—. Quiero que sea especial.

—¿Qué puede ser más especial que la marca, Taehyung?

—Espera y verás, ¿okay?

Chasqueé la lengua al mismo tiempo que rodaba los ojos porque esa cantaleta ya me la sabía. Llevábamos más de dos meses juntos y no quería esperar más.

—Bueno, piensa en mí.

—¡Siempre lo hago!

Salió de la casa dejándome solo. No podía quejarme porque tenía todo lo que necesitaba para sobrevivir, incluso más porque Taehyung trabajaba como abogado principal en uno de los conglomerados más exitosos de la ciudad, su puesto era alto, todo lo contrario a mí que no tuve ni siquiera educación primaria porque al ser un omega deseado incluso desde niño por los lobos adultos tuve que huir ocultándome en las alcantarillas para que el excremento ocultara mis feromonas. Era un marginado que cambió su vida gracias a la angelical Jenie. Que por cierto tenía mucho tiempo sin ver.

Tomé mi celular para marcar su número, mi sorpresa fue grande cuando me di cuenta de que tenía cientos de mensajes de ella, la mayoría eran insultantes porque la estuve ignorando desde el día que conocí a Tae, ¿pero qué podía hacer? Estaba enamorado.

Tecleé rápido su número porque me lo sabía de memoria y pegué la bocina a mi oído.

Ella contestó de inmediato:

—Hasta que te acuerdas de mí... —Fue lo primero que dijo, sonreí avergonzado y sintiendo una pizca de culpabilidad. Jenie me había apoyado bastante y sentía que le debía mucho.

—Jenie, estos días he estado ocupado... Verás, creo que encontré al alfa perfecto. ¡Me he enamorado!

Hubo un silencio largo del otro lado de la línea, después Jenie suspiró retomando la llamada.

CHEEK TO CHEEK || TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora