— ¿Y si ponemos un poco de agua fría en esos nudillos? — Kim no me miró, pero extendió su mano hacia mi. — No debiste golpearlo de esa manera.
— El único deber de Chang Young es proteger el estadio. — Su voz dejaba claro el cansancio con el que cargaba. —Y no lo hizo, dejó que una anciana se le escapara y detonara una bomba que pudo poner en peligro nuestro hogar.
Se notaba exaltado y enfadado, sus palabras habían sido rápidas y seguras hasta el momento que reconoció por sí mismo que lo último había sido un poco raro.
— Me refiero a los chicos, los sobrevivientes. — Asentí, no pensaba hacer más grande lo que estaba pasando. — Como sea, estoy bien.
Retiro la mano para poder levantarse de su asiento y caminar hacia la pequeña mesa de control que tenía; en algunas listas de papel habían nombres de todos los hombres que habían servido a él en vida y demás cosas que ayudaban a la organización de las misiones.
— ¿Tienes hambre? — No hubo espacio para una respuesta que ya se sabía.
Ambos fuimos a reunirnos con los demás soldados, la mayoría de ellos ya se habían desecho de sus respectivos equipos y playeras lo cual volvía un poco incómoda la situación, pero ya había comenzado a adaptarme.
A comparación de los chicos, lo único que yo portaba era un arnés donde podía colocar cosas esenciales como un radio comunicador, armas y municiones.
Yo no cargaba con tantas cosas como ellos lo hacían, pues la ropa de militar estaba bastante limitada y por obvias razones no habían tallas disponibles para mi; era algo gracioso.
Lo único que llevaba en mi cuerpo que combinara con ellos era una vieja camisa que Seok Chan me había dado por lo que para mi era fácil poder quedarme o no con el "uniforme"
— Lee, ven aquí — Seo Jin sacudió una mano en el aire y me invitó a tomar asiento a su lado. — Toma, come. Necesitas estar fuerte.
Un plato de lo que parecía ser avena fue colocado en mis manos sin previo aviso por el militar y seguido de ello insistió para que lo probara.
La tensión dentro del lugar se podía sentir a flor de piel, estaba claro el desacuerdo y la inconformidad con la decisión de haber dejado a Choi por su cuenta y dicha riña estaba encabezada por Seo Jin.
Sin embargo, me limitaba a no dar mi opinión pues después de todo yo era la primera estúpida en creer todavía en el regreso de Hyun Su así que ¿quién era yo para cuestionar los sentimientos de mi amigo?
Además de que todos en esos momentos actuaban como si nada acabara de suceder; Kim nuevamente tuvo que intervenir una pelea por el mismo tema, para evitar que la situación escalara mucho más.
— Tengo que hablar contigo — Seo Jin me miró tan serio que temí un momento por lo que estaba pasando por su mente. — Estamos en una situación de mierda. Hay cientos de monstruos que pueden asesinarnos en cualquier momento.
Seo Jin era alguien rudo y en ocasiones un tanto intenso con sus emociones; casi tan imprudente como un niño malcriado, pero a pesar de ello era alguien en quien podía confiar casi como en un hermano.
— No entiendo a donde quieres ir con esto. — El chico chasqueó la lengua y me obligó a callar.
— Escucha, no es un mundo para traer vidas nuevas. — Sacó de uno de los bolsillos de sus pantalones la característica bolsita cuadrada y metálica de color rojo. Tiró el preservativo cerca de mi y me señaló. — Un día de estos Chan Young y tu pueden ponerse de románticos y no quiero que chillidos de niños nos roben el sueño.
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Is not a fairy tale •| Hyun Su |•
FanfictionEste libro está basado en la segunda temporada de la serie "Sweet Home" pertenece a Netflix y surgió como la continuación y final alternativo de mi primer libro llamado "Sweet Home" Hyun su
