Capítulo 1 "Dos vidas"

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El sol comenzaba a caer, bañando con una tenue luz que pintaba el paisaje de colores cálidos, los rayos se reflejaban en la superficie cristalina del lago del parque, dotando de gran belleza aquella escena del pasado, mientras sentados bajo un árbol un par de jóvenes enamorados se encontraban entrelazados, un chico apuesto de cabello blanco y una bella chica de cabello castaño, ambos admiraban el paisaje que llenaba de calma sus corazones, la chica tenía su cabeza apoyada sobre el pecho de su novio, mientras tenía sus manos juntas con las suyas, ninguno decía nada, solo observaban en silencio, aquello parecía un momento sacado de una película de romance, para la chica era perfecto, no había nada más que pudiera pedir en aquel instante, pero la mirada del chico denotaba incertidumbre, sus ojos fijos en el horizonte, clavados en la nada, contemplando el tiempo mismo, casi como si quisiera detenerlo con la mirada, añorando, rogando por una respuesta a una duda que rondaba en su cabeza, atormentandolo desde adentro, la chica miro preocupada a su pareja, tratando de descifrar lo que había en su conciencia, que lo perturbaba tanto incluso en aquella escena --Lincoln?... te sientes bien?-- el chico de pelo blanco titubeó por un momento, antes de romper su trance por la voz de su hermana --eh?... uh sí, estoy bien, solo estaba pensando-- --y en que piensas?-- Lincoln calló por un momento, indeciso sobre si debía ser honesto --no, en nada-- Lynn sabía que mentía y no dejaría el tema así de fácil --pues para no ser nada estabas bastante concentrado. Ya en serio Linc, que tienes?-- --. . . Lynn... crees que estamos haciendo lo correcto?...-- --a que te refieres?-- --me refiero a nosotros... ya han pasado años desde que empezamos a salir en secreto y... tengo miedo... tengo miedo de que alguien nos descubra, miedo de perderlo todo, a nuestros amigos, a nuestras hermanas, a nuestros padres... tengo miedo de perderte...-- Lynn comprendía bien a lo que Lincoln se refería, ella misma pasaba por momentos de duda como ese, siempre preguntándose lo mismo "Cuanto más?" cuánto más durarán esos momentos felices a su lado? Cuánto más podrán mantener lo suyo en secreto? Cuánto más tardará la gente en darse cuenta? Cuánto más durará su amor? Cuánto más estarán juntos? Hasta que punto llegarán sus vidas si siguen así? Ella estaba tan consciente como él, de que un amor como el suyo nunca podría ser aprobado por ninguna persona, ni sus padres, ni sus amigos, ni nadie que conozcan, y aún así a su lado ella era feliz, Lynn estaba tan consciente como Lincoln, de que lo suyo tarde o temprano tendría que acabarse, por mucho que lo amara, por mucho que quisiera estar a su lado, su romance estaba condenado desde un principio a terminar en el fracaso, pero si ese era el destino de su amor, entonces al menos podrían disfrutar del tiempo que pudiesen estar junto, Lynn se acomodo quedando cara a cara con Lincoln, tomo su cara con ambas manos y lo miro directo a los ojos --Lincoln dime una cosa... tú me amas?-- --por su puesto que sí, sabes que te amo y estaría dispuesto a hacer cualquier cosa por tí-- --entonces deja de preocuparte tanto... Lincoln, mientras esté a tu lado, nada más me importa-- --pero...-- Lynn interrumpió al chico de pelo blanco, poniendo su dedo sobre sus labios impidiendo que siguiese hablando --todo va a estar bien, te lo prometo...-- --. . . sabes que en algún momento tendremos que parar verdad?...-- --lo sé... por eso quiero aprovechar cada momento que estemos juntos, hasta que ese día llegue... Linc, no tienes idea de lo feliz que me haces, así que solo por ahora, deja de preocuparte y disfrutemos de este momento juntos, sí?...-- --está bien... Lynn... te amo-- --lo sé, yo también te amo-- ambos hermanos se acercaron el uno al otro, sellando aquel momento con un tierno y apasionado beso, un bello recuerdo de tiempos mejores, el recuerdo de un amor repugnante y podrido, manchado desde un inicio por el pecado.

El sonido de una alarma inundó la habitación, rompiendo con el silencio del momento y sacando del sueño a una hermosa mujer de cabello castaño, en cuanto la mujer abrió los ojos sintió como las lágrimas recorrían su rostro, había tenido ese sueño una vez más, los ecos de un pasado que ya no era más, ni nunca más volvería a ser, una memoria hermosa a la par que dolorosa, la mujer de 31 años miro con sus ojos verdes el despertador, 4:00 de la mañana, era hora de comenzar su día, limpió sus ojos y apagó la alarma, se levantó con desánimo de la cama y fue al baño a lavarse la cara, era difícil de creer que ya estuviera en sus 30, seguía manteniendo un cuerpo de infarto y una cara que no aparentaba más de 25, pero era aún más difícil de creer que aquella despampanante belleza, fuera la campeona del mundo en la categoría femenil del peso liviano y peso medio de las artes marciales mixtas, aunque estaba claro, que para ostentar tal título hacían falta talento, disciplina y una dedicación casi sobre humana, algo en lo que ella destacaba por sobre los demás, su día comenzó de forma habitual, desayunar, cambiarse y salir a la calle a correr antes de que saliera el sol, una rutina que llevaba desde hace ya varios años, incluso bajo la lluvia y bajo la nieve, ella siempre se levantaba con la misma determinación y recorría las calles del lugar donde estuviera, finalmente luego de 2 horas su carrera matutina había terminado y su teléfono sonaba con el timbre de llamada --hola Lynn, buenos días-- --buenos días Mike-- --dime, que tal amaneció mi peleadora favorita?-- --igual que siempre, sin ganas de tener que estar frente a las cámaras-- --bueno, sabes que tienes que hacerlo verdad? La promoción de las peleas es algo obligatorio, en especial para algo tan importante como una pelea por el título de campeona-- --sí sí ahórrate el sermón, solo ven a recogerme quieres?-- --muy bien, estaré en tu casa en media hora-- Lynn volvió al interior de su casa, el lugar se veía bastante ordenado y bien cuidado, era un entorno agradable y calmado, no era ostentoso ni demasiado grande, era simplemente un lugar agradable para pasar el rato, uno podría decir que era incluso el lugar perfecto para formar una familia, quizás algún día lo haría, quizás y solo quizás. El tiempo paso volando y unos golpes en la puerta daban el aviso de que hora de irse, Lynn abrió la puerta y parado frente a ella estaba un hombre alto y regordete, de facciones toscas y piel clara, parada junto a él Lynn casi parecía una niña dado la diferencia de tamaños --hola linda~ lista para irnos?-- --hola Mike, estoy lista, vámonos-- ambos subieron al auto del sujeto y comenzaron a recorrer las calles de la ciudad, matando el tiempo con una charla amistosa --entonces, ya pensaste bien en la oferta que te hicieron?-- --ya te lo dije Mikey, no necesito pensarlo, mi respuesta, es no-- --oh vamos, piensa en lo bueno que sería para tu carrera, no todos los días tienes la oportunidad de trabajar con una marca como Adidas o Nike, digo piénsalo, si grabaras uno o dos comerciales con ellos eso no solo significaría bastante dinero, también sería una buena manera de darte a conocer, después de todo no hay que olvidar que hoy en día la repercusión que tengas es lo que más importa, entre más personas te conozcan más popular serás, entre más popular seas más patrocinadores y productores atraerás, y así una y otra vez, es el ciclo de la fama linda, créeme yo ya pase por eso cuando era joven y aún me dedicaba a las peleas-- --a mi la gente ya me conoce Mike, a mi y a mi familia, no necesito hacer un tonto comercial de ropa deportiva, es más entre más alejada esté de las cámaras mejor, yo no quise dedicarme al deporte para estar encerrada en un set todo el día, la actuación es cosa de Luan-- --ah sí lo había olvidado, eres una Loud, ja si yo hubiese tenido la suerte de nacer en una familia de estrellas como la tuya, no estaría dedicándome a ser entrenador de peleadores mediocres y con el ego inflado-- a pesar de que Lynn era consiente que ese último comentario no iba dirigido a ella, no pudo evitar sentirse aludida --si hubieras nacido en una familia como la mía, aún así hubieses terminado echando a perder tu vida Mike-- el hombre profundamente herido por ese comentario no siguió hablando, simplemente guardo silencio, no queriendo seguir con la discusión, Lynn por su parte sintió remordimiento, sabía que se había sobrepasado con su amigo, el cual solo trataba de charlar con ella --Mike lo siento, no quería hacerte sentir mal, es solo... no lo sé, he tenido bastantes cosas en la cabeza últimamente-- --tranquila, lo sé... por cierto, tu hermana llamó-- --cual de todas?-- --la reina del Rock~-- Lynn dejo escapar una pequeña risa al escuchar el apodo que ambos usaban para referirse a Luna, Lynn y Mike tenían apodos para cada una una de sus hermanas, "la payasa" "la diva" "la lúgubre" "la mandona" "la cerebrito" etc. --y que dijo?-- --dice que estará en Chicago esta semana por su gira, y dijo que le gustaría verte-- --y que le dijiste?-- --dije que te avisaría y que te pondrías en contacto con ella, así que, irás a verla?-- --quizas, hace bastante que no hablo con ella en persona y no me importaría verla de nuevo-- --bueno, en ese caso te aviso que se está hospedando en el Hotel Grand View en el centro de la ciudad-- --gracias Mike, eres el mejor-- --sí lo sé, ahórrate el halago--

La historia de un pecado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora