Roma.No era de esas personas que se levantaban de inmediato al sentir un rayo de sol en su rostro. Necesitaba estirarme, reflexionar sobre el día anterior y planear mi nuevo día desde la comodidad de mi cama, pero, en este caso un rayo de sol no fue el causante de que me despertara, sino un enorme y fornido brazo sobre mi cintura aferrado con fuerza, despertando mis cinco sentidos de alerta.
Pánico, miedo, duda, conclusiones e ira.
¿Con quién pase la noche? ¿Me he acostado con un desconocido? ¿Ya perdí la pureza y no recuerdo nada de lo que paso? No mejor aún ¿Quién es que esta a mi costado? Me di vuelta para mirar al individuo a mi lado solo para encontrar un rostro cubierto por una almohada, sujetada por su otro brazo en una posición que para mí sería demasiada incómoda.
¿Cómo una persona puede dormir así?No es momento de sacar conclusiones de como demonios puede una persona dormir de tal manera. Debo descubrir cómo salir de aquí y darle una buena explicación a Chris al llegar.
Con agilidad retiró de mi cintura el brazo del chico a mi lado y logro sentarme en el borde de la cama, pero cuando intento ponerme de pie todo a mi alrededor comienza a dar vueltas y mi cabeza por igual mareando mi cuerpo para acto seguido caer sobre el cuerpo del chico que estaba sobre la cama.
Demonios. Mi mano quedó junto sobre su miembro.
—Hmm—Balbuceo, envolviendo su brazo en mi cintura por segunda vez. -No te muevas, anoche te movías demasiado aún me duele el cuerpo por tu agresividad.
Entonces si perdí mi joya preciada con un desconocido y fui demasiado agresiva. Mordí la comisura de mi labio inferior tratando de no llorar como loca, maldito alcohol, lo que provocas perdí todo, era de esperarse este momento sería emocionante en uno de mis relatos eróticos en mis libros, pero en realidad me estaba pasando a mí, de ahora en más cosas demasiadas ficticias me pasaran, ya no ser una chica ordinaria. Además, era de esperarse en plena facultad.
Ya no soy virgen, perdí la poca pureza que me quedaba. Lo siento Dios, no pude cumplir mi promesa.
Cubrí mi rostro bañado en lágrimas y sorbiendo mi nariz para evitar un baño de moco en las sabanas blancas de esta habitación desconocida. Aunque era lo justo por aprovecharse de una persona alcoholizada.
Giro mi cuerpo aún atrapado entre sus brazos para poder mirar su rostro, pero aún lo cubre con la almohada, ¿Quién demonios es este chico? Y como terminé aquí, ni siquiera recuerdo cuando comencé a tomar o lo que tomé. Mientras divagaba y buscaba en mis pensamientos me sentí observada y mi vista volvió a su rostro ahora descubierto.
Labios finos color carmesí, ojos morrones claros somnolientos, pero encantadores, mandíbula marcada y un rostro demasiado atractivo para una persona recién levantada, al contrario, yo debo verme como un real desastre.
— Al menos pedí la virginidad con un chico guapo─Pensé en voz alta, cerré los ojos con fuerza, pero los volví abrir cuando lo escuché reír por lo bajo.
─¿Te parezco guapo?─Pregunto con una linda sonrisa llena de curiosidad.
Me quede observando su rostro y lentamente mi mirada baja a su cuello el cual estaba lleno de moretones rojos y su labio inferior herido.
Y susurre sonrojada─¿Yo, hice todo eso?─El asintió aun sonriendo.
─Creo que el alcohol y tú no son del todo compatibles.─Verbalizó. Cubriendo su rostro con su brazo libre─Anoche arruinaste mi camisa favorita y vomitaste toda mi espalda, ni siquiera me dio tiempo de ducharme por qué la señorita intensa quería abusar de mí.
Y como un balde de agua fría con recuerdos comencé a recordar todo lo que pasó anoche, desde ver a Hades Bedford besarse a dos gemelas en la fiesta a vomitar toda su espalda, y lo golpeé cuando trato de llevarme a mi habitación.
─Así, que no, no perdiste tu virginidad.─ Anuncio soltando mi cintura.
Demonios. Dormir con Hades Bedford.
Se dio vuelta dejando a la vista su espalda con lindos lunares, pero toda hermosura se desvaneció al salir un olor a vómito de ella.
─Que asco─Pronuncio para después ponerme de pie lejos de él.
Hades se río amargamente para posteriormente decir;
─El que tiene asco soy yo, además es tu asqueroso olor estas toda podrida por dentro─Contento.
─Eres un idiota─Le grite para después lanzarle un zapato a la espalda dando en el blanco.
─¿Yo?, ¿idiota?─Se preguntó a sí mismo para más tarde darse vuelta y mirarme apoyado en la cama.─Lo dice la chica que pensó que había perdido la virginidad aún con ropa.
Miro mi cuerpo y todo mi rostro se calentó y apostaba a que estaba toda roja.
─Además, soy un idiota guapo tu misma lo dijiste.─Eleva los hombros restándole importancia a la situación.
─Lo dije porque supuse que eras otra persona, no te creas el centro de la tierra─Digo rodando los ojos.
─No, no soy el centro de la tierra, pero sí que estabas muy cómoda hace rato tocando mi miembro mientras dormías ─ Sonríe ladeando la cabeza con burla.
─Ni siquiera lo sentí porque era tan pequeño y diminuto, era como una miniatura.─Frunció el ceño y en segundos estaba frente a mí con mala cara.
─Pero, estabas más que apurada anoche por comerte esta miniatura, mientras me comías la boca con desesperación─ Sonríe, cerca de mi rostro mostrando su perfecta dentadura.
─Ya quisieras, solo en mis peores pesadillas estaría contigo no te hagas falsas ilusiones Bedford ─afirmó sonriendo.
Me corresponde la sonrisa con una más arrogante y llena de ironía.
─Anoche estabas tan hambrienta de mí que no dejabas de besar mi cuello, y destrozaste todo mi cuerpo ─Señala su cuello lleno de moretones y su dedo bajo a su torso y se detuvo en su pelvis llena de mordeduras y marcas rojas.
Mi rostro ardía, baje la mirada y mordí con vergüenza mi labio inferior. Acaso yo hice todo eso.
─Si, no lo pienses mucho, por qué si fuera un idiota te hubiera follado por provocar tremenda erección en mí, y no lo hice por qué eres la hermanita de mi mejor amigo ─Confirmo cruzado de brazos.
Soy una tonta, como pude dejarme llevar por el alcohol si hubiera sido con otra persona estaría en grandes problemas. Necesito disculparme aunque odio la idea gracias a él estoy bien.
─Además, no me acuesto con niñata mucho menos con vírgenes, no soy niñero para andar cambiando pañales─Remarco mientras se daba vuelta, y la disculpa que hace rato suponía darle se esfumó con el viento.
─Eres un─Se dio vuelta y lo siguiente que hice no lo hizo venir.
Levante mi pie a toda velocidad y le pegue en la entre pierna, su cuerpo cayó frente a mí gritando de dolor en el piso.
─Odio que me digan niña, y solo en tu imaginación me acostaría contigo idiota ─Le grite desde arriba mientras daba vueltas en el piso sujetando su entrepierna.
El sonido de la puerta me alertó y acto seguido la figura de mi hermano se hizo presente mirándonos extrañado.
─¿Qué está pasando aquí?─Pregunto seriamente mirándonos a ambos.
Estoy en problemas.
No corregido.
Gracias por leer, no olvides comentar y votar para que me puedas ayudar a crecer😘🌷

ESTÁS LEYENDO
El, Mí perdición
Teen FictionRoma García, no es una chica fiestera, no es de hacer amigos y mucho menos de tener relaciones amorosas. Es una chica ordinaria que vive sus días escribiendo relatos eróticos en una página para libros. Pero, cuando se le presenta un problema en la u...