「 ℬeʈωeeɲ Ꮍꪮυя Ꮁ⋆ʋe aηᖱ haʈe t⋆ωaяds mƏ 」T.1 (Alan Becker)

◇°•「 Ꮯᾰ℘!ɬʊʆꪮ 10 」•°◇

[Narrador/a POV]

Chosen llegó a su casa, asegurándose de que todo estuviera en orden. Caminó con calma hasta su habitación, sintiendo el cansancio acumulado en su cuerpo. Sin embargo, al abrir la puerta, algo le resultó extraño. Había cosas fuera de lugar. Su mirada se fijó en el cajón medio abierto, y un escalofrío recorrió su espalda. Se acercó con cautela y, al inspeccionar su contenido, notó el desorden evidente.

No podía creerlo.

Intentó acomodar algunas cosas, queriendo ignorar la sensación incómoda que se instalaba en su pecho. Entre sus intentos de ordenar, sus dedos rozaron el marco de una fotografía. Se detuvo. Ahí estaba, en su mesa de noche, la vieja foto de él y Dark, el papel amarillento por el tiempo. Una punzada de dolor le atravesó el pecho. Tragó en seco, sintiendo un nudo formarse en su garganta. Las lágrimas amenazaban con escaparse, pero logró contenerlas.

Entonces lo vio.

Un cabello rojo vibrante descansaba sobre el cristal del marco. Su mente intentó buscar una explicación, pero al final solo suspiró y dejó la foto en su lugar. No tenía energías para pensar en eso ahora. Se dejó caer sobre la cama y cerró los ojos, esperando lo que viniera después.

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Mientras tanto, en otro punto de la ciudad, Dark se encontraba en el techo de la casa de su compañero, Hangman. Miraba el cielo lleno de estrellas, inmóvil, sintiendo la brisa nocturna acariciar su piel. No le molestaba el frío; en realidad, le hacía sentirse más presente. Disfrutaba de la tranquilidad del momento, pero el vacío en su pecho persistía. Podía ver las estrellas brillar, pero su corazón seguía atrapado en la oscuridad.

「Flashback」

Era una noche tranquila, con un viento fresco que susurraba entre los acantilados. Chosen estaba de pie en el borde de la roca, contemplando el vasto océano bajo el cielo estrellado. El aroma salado impregnaba el aire, llenando sus pulmones de una extraña paz. No pensaba en nada, solo observaba la inmensidad del horizonte.

Dark apareció a su lado sin hacer ruido, simplemente acercándose hasta quedar a su altura. Cuando sus miradas se cruzaron, Chosen sonrió levemente.

—Hola, Elegido —dijo Dark con voz calmada, apoyándose en la baranda de piedra.

—Mjmj, hola, Oscuro —respondió Chosen con una sonrisa traviesa.

—¿Qué haces aquí solo? Ya es tarde, deberías estar durmiendo.

—Eso mismo te quería preguntar —su tono era burlón mientras lo miraba de reojo.

Dark desvió la mirada, incómodo.

—E-ehh... cambiando de tema... ¿qué haces aquí?

—Solo mirando la vista... y relajándome —murmuró, rascándose la nuca con nerviosismo.

—Entonces, no te molesta que esté aquí contigo, ¿verdad?

—Nop, no me molesta —respondió con una leve sonrisa.

Dark miró hacia el horizonte y asintió.

—Mmh... nada mal.

—Es lindo, ¿verdad? —Chosen lo miró de reojo.