Capitulo 14

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El bien o el mal, dos palabras muy distintas que engloban demasiadas cosas para ser palabras tan cortas. Estoy tan familiarizadas con una de ellas, he roto tantas reglas sin siquiera estar un poco avergonzada de ellas. Mi padre destruyo carreras por el simple hecho de sacar noticias de mierda sobre mí. Esas acciones me llenaron de un sentimiento el saber que yo podría hacer lo mismo.

Que tan mal tenía que estar para que acabar con las carreras de las personas me llenara de júbilo. El como nunca podrían volver a trabajar de lo que aman, o tal vez de lo que les dio más dinero. Como cada vez que buscan trabajos se les cierran las puertas al estar en la lista negra de los personas con poder. Dios, a tan corta edad me di cuenta que la vida es muy injusta para algunas personas.

El silbido de Pablo a lo lejos me saca de mi monologo. Lo veo correr detrás de su padre hacia las caballerizas mientras carga una enorme silla para caballo. Dejo de regar las plantas al ver que a este punto tiene suficiente agua para lo que resta del año. Muerdo mi labio porque tal vez si me pase al ver el agua sobresale muy por encima de la tierra.

― Lo intente.

Dejo la manguera en su lugar mientras camino hacia las caballerizas a ver a mis dos caballos. El calor es infernar en esta época y pensar que tan solo faltan un mes para entrar a otoño. Siento una capa de sudor en mi espalda que incluso mi camisa está adherida a mi piel. Odio el maldito calor en todo sentido. Me escabullo de las miradas de todos para entrar

Tomo el cepillo para cepillarlo escuchando la risa de los demás hacia lo que pablo hace. Sus brazos son tan delgados para sostener la silla y cada que trata de echarla sobre el caballo se va hacia atrás. Incluso yo siendo una chiquilla sé que necesito poner toda la fuerza en mis piernas. Sigo en lo mio cuando veo una cabellera rubia aparecer al otro lado.

Me escondo de su mirada para verla entrar a la caballeriza buscando el cepillo y suelto una risa que la alerta. Abre una milésima de segundo sus ojos pero se recompone para tomar el otro cepillo y cepillar el otro lado. Retomo mi acción con cuidado, y siendo esto algo que me relaja. Claro que después oleré a caballo pero es algo que un buen baño resuelve.

― Usas mi cepillo ―dice rompiendo la nube de paz.

― No veo su nombre en él ―le muestro para volver a lo mío.

― Tiene un pequeño trébol en la esquina ―entonces es cuando siento en la yema de mi dedo la forma del trébol.

― Bueno ahora es mio y de Storm, puedo prestarlo cuando gustes.

Olvida el cepillo acercándose. Desde esa conversación hemos estamos caminando sobre cascara de huevo con miedo a usar demasiada fuerza y romper algo. Su cercanía me pone tensa y entonces me abraza por detrás. Su mano en mi cintura mientras recuesta su mejilla en mi hombro. Mi respiración se acelera y temo perder la cordura con ella.

El pequeño espacio que queda entre mi espada y su pecho se reduce, pone su mentón en mi hombro para abrazarme y su mano libre se posa sobre la mia que esta estática sobre Storm. La mueve con cuidado para que retome mi acción de cepillado. La veo de soslayo para ver que tiene su mirada sobre mí y rápidamente mi vista vuelve al pelaje gris.

― Ven conmigo.

Me quita el cepillo y salimos de las caballerizas lejos de la mirada de todos. Nadie es tan tonto para saber que mi relación con Emm es más estrecha que con todos en la hacienda. Cuando estamos lo suficiente lejos de todos cruzamos el umbral del bosque y sin decir una palabra sé que nos dirigimos nuestro lugar. Al llegar veo el kiosko que construyo, a pesar de ser una chica de ciudad me está quedando bien.

Caminamos hacia el árbol más cerca y me siento a su lado. Con ella tuve que dejar de tenerles miedo a los insectos y pensar que en cada lado que me sentara todos saltarían sobre mí. Tomando una mejor posición me acuesto sobre la suavidad de la grama sintiendo el viento, casi como un beso para mi acalorado cuerpo. El toque de sus dedos sobre mi mejilla se siente tan bien, y busco más de él.

Dejame AmarteHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin