En su búsqueda por la perfección, Muzan kibutsuji secuestro a un niño que podría ayudarlo a alcanzar su anciada inmortalidad, sin esperarse que su acción provocaría la ira del shinobi más letal de todo Japón.
No hay registros de tal asesino, solo s...
Rengoku: (El olor a demonio está por todas partes es muy probable que algunas geishas sean demonios, si ese es el caso debo ser más rápido en actuar)
Ese olor sumado al incienso y perfumes le hacen casi imposible guiarse por el olfato, afortunadamente la experiencia del pilar es suficiente para que esto no le sea un problema.
???: ¡Para por favor! Lo siento ¡LO SIENTO!
El grito de una mujer pone en alerta a Rengoku por lo que no tarda en correr hacia la puerta de una habitacion y abrirla bruscamente. Al ver dentro de la habitación pudo observar como una mujer estaba castigando de una forma muy severa a una niña.
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Ver tal escena provocaron que la sangre del hashira hirviera en segundo y a pesar de su instinto de saltar y pelear contra el demonio, fue capaz de contenerse y actuar de uan forma acorde a su disfraz. Se puso de rodillas y apoyo su frente en el piso haciendo una postura de lamento y sumisión.
Rengoku: Señorita, por favor suelte a la niña y déjeme recibir su castigo en su lugar.
Daki: ¿Disculpa? ¿Quien te crees para hablarme sin mi permiso? En especial siendo tan fea.
Rengoku: No era mi intención ofender la señorita, pero no puedo permitir que castigue a alguien por un error mio. Le ruego que suelte a la joven.
Daki: Tsk. Las dejaré por el momento, suficiente castigo tienes con ser así de fea, asegúrense de haber limpiado cada rincón de la habitación cuando vuelva.
La demonio cierra la puerta de un portazo, dejando a Rengoku y a la niña solos.
Rengoku: Oye niña ¿estas bien? ¿como te sientes?
Niña: Wwaaahh Me duele la oreja y me asusté mucho
El corazón del pilar se ablanda al escuchar el llanto de la niña, por lo que saca un dulce de su manga y se lo ofrece con una sonrisa.
Rengoku: Tranquila, el monstruo ya se fue y te prometo que no volverá, ahora come el caramelo te hará sentir mejor y después puedes irte a descansar, yo haré el trabajo por los dos.
Los grandes ojos de la niña de iluminan y le regala una brillante sonrisa a Rengoku antes de salir de la habitación y agradecerle por su amabilidad.
Rengoku: ( Ahora que la pequeña está a salvo debo seguir a la demonio antes de que se vaya demasiado lejos)
Da un golpe al suelo que rompe los talones y mete su cabeza en el agujero que acaba de hacer.
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