𝑾𝒉𝒂𝒕 𝑾𝒂𝒔 𝑰 𝑴𝒂𝒅𝒆 𝑭𝒐𝒓?

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·.¸¸.·♩♪♫ 𝓑𝓻𝓲𝓪𝓷 𝓜𝓪𝔂 ♫♪♩·.¸¸.·

Podría decir que mi vida es tan perfecta, pero no es así.

Desde que era muy pequeño mis padres me inscribían en varios cursos. Asi que desde muy chico aprendí muchas cosas: ajedrez, natación, cocina, estuve incluso en cursos de idiomas y puedo decir que hablo 6 idiomas diferentes.

A los 8 años papá me llevó a un curso de música, ahí aprendí a tocar algunos instrumentos musicales, como el piano, la guitarra, el violoncello, el bajo y el arpa, y el último que aprendí se convirtió en mi instrumento favorito: el violín. Siento que conecto mucho con él, cada nota que toco hace mi corazón latir como nunca, es una sensación inexplicable.

Pero de que sirve tener una vida perfecta si no soy felíz.

Tengo todo, pero no me tengo a mi mismo.

Tener notas perfectas, una dieta balanceada, hablar muchos idiomas y practicar deportes y música no me hacen felíz.

Papá no me deja tener amigos, mamá no me deja tener pareja, soy hijo único tratando de encontrar la manera de tener la aprobación de sus padres.
Miro como todo el mundo hace amigos tan rápido y yo ni siquiera se sacar un tema de conversación.

Ahora tengo 20 años y soy solo un hombre solitario que no sabe que es la felicidad en su esplendor.

Comienza un nuevo día. La misma rutina, los buenos días a mis padres, el desayuno y alistarme para ir a la escuela. Nada más.

Siempre he querido que me preguntaran como estoy, como amanecí, como me va en las clases, pero es inútil, papá concentrado en sus negocios y mamá en las labores del hogar.

Bajando de las escaleras, el olor de los hot cakes recien hechos empezaba a surgir desde la cocina, la televisión encendida incluso si nadie la esta viendo, caminé hacia la mesa para ver la típica escena de todos los días.

—Buenos dias querido hijo—decía desde el lavamanos mi madre.

—Buenos días madre—respondí cordialmente mientras cortaba pequeñas rebanadas de hot cakes.

—Recuerda que saliendo de la escuela tienes que ir a tu nueva clase de pintura y saliendo de ahí a tus clases de música.

—Si madre.

Dicho eso mire hacia donde estaba mi padre y le di los buenos días tambien, pero como pasa a menudo me ignoro. A papá le molestaba cuando yo lo miraba, así que deje de hacerlo por un tiempo, el tampoco voltea a verme, en el fondo me gustaría mucho que lo hiciera, así leería cada expresión de mi rostro que pide que me diga lo tan orgulloso que está de mi. Pero eso nunca pasará.

Terminé el desayuno, lave mis platos, tome mis cosas y me despedí de mis padres, pero como siempre no obtuve respuesta. Veía en las caricaturas como los padres se despiden de sus hijos cuando se dirigen a la escuela, ojalá pudiera tener esa vida.

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Cinco de la tarde. El inicio de mi clase de música.

Para esta clase estábamos ensayando para una presentación que se hará a final del año. Al ser de los mejores en violín me habían elegido para ser el estelar junto a una chica que tocaba el piano.