+1: Galleta de la Fortuna

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Este FF fue publicado en Facebook inicialmente en el 31 de Agosto del 2012. La mayoría de los personajes utilizados son artistas de KPOP. Es un Crossover con Fullmetal Alchemist.

No ha sido completamente editado, por lo que encontrarán MILES de errores.

Aunque es una obra embarazosa por ser la primeriza, espero que les guste. Pensé en removerla, pero tiene buenos recuerdos y el apoyo incondicional de los lectores que me seguían en ese entonces. 

El reloj de la esquina me estaba volviendo frenéticamente loca

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El reloj de la esquina me estaba volviendo frenéticamente loca. Iba de un tic para un toc como si se tratase del peor DJ del planeta. Por unos segundos me sentí como en concurso de preguntas ¡Dios sabe cuánto tiempo he estado aquí sentada! Podría jurar que fue más de los 40 años que le tomó a Moisés cruzar el desierto. ¡Ugh! Un poco más y mi trasero va a quedar cuadrado y plano por esta silla de madera de mala calidad. ¿Qué hora era? ¡He estado aquí sentada desde las tres de la tarde!

Suspiré y baje la cabeza con resignación, dejando que mi cabellera (añadir color) me tape parte del rostro. Unos cuarenta, setenta minutos más. No habría diferencia. Estaba cansada, hambrienta y con ganas de pujarme unas cinco tazas de chocolate caliente, ya que el invierno todavía no se ha retirando ¡Pero, no! Yo me tenía que romper el lomo dentro de este cuartel para pagar el departamento, la comida, el agua y otras tonterías más que tenía que cargar como adulta.

De repente, mi atención se volteó hacía ella.

Ahora solo había dos personas a mi costado. Una era una dama que había llegado hace unos minutos. Joven, probablemente un poco mayor que yo, de cabello corto y negro. Poseía con unos ojos marrones oscuros bellísimos, lo cual encontré raro pues parecían tener un color miel. En una persona asiática no era común, a menos que fueran de contacto. Mientras tanto, el otro individuo era un gordinflón. Era medio vejete como una rata calva disecada de ojos claros intensos. Parecían plata. Lo único bello que tenía.

Me acerqué un poco a la mujer, casi chocando de hombros.

—¿Cuánto tiempo cree que demore? —le pregunté casualmente. Ella volteo para mi lado, mirándome fijamente por unos segundos con una expresión neutral y calmada.

—No lo sé. Puede que sea una hora —replicó. Al enterarme, suspiré y solté un par de lisuras bajo mi aliento. Crucé los brazos con irritación. La mujer seguía mirándome—. ¿Por? ¿Está en apuros? —Preguntó educadamente al cerrar la tapa de su libro. Simplemente asentí, pues no tenía ganas de darle más explicaciones a una desconocida.

Ella hizo lo mismo sin interés alguno y sacó un pequeño aparato de su abrigo. Seguro que revisaría su Facebook u otra mamada de hoy en día en su celular. ¿Quién necesita redes sociales?

Mi mirada se desvió a la puerta principal. Mordí mi labio inferior de impaciencia. ¿Cuánto tardaría? Quiero decir, tan solo es entrar y salir del bendito cuarto. ¿Qué nadie entiende la excitación de tener su primera misión oficial para un miembro de la milicia que acababa de cumplir un mes y medio? Pues eso es básicamente a lo que espero. He estado sentada como una estúpida por más de una hora. Ni que fuera a sacar una licencia de conducir o pedirle al presidente que cambie la ecónomia de la nación. Además, mi amiga Heka me debe de estar esperando desde hace rato para tener nuestra tarde de chicas. 

La Menta del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora