Eres mi heroína

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Chelsea pensó la más rápida y eficiente solución mientras que Gran Mamá hacía el hueco en la pared más grande.

Chelsea: Ruby, eres su nieta, trata de convencerla para que se calme!
Le dijo de forma autoritaria sin aún haberse levantado de encima de la kraken.

Ruby: Desde cuándo tú me das órdenes?
Contestó cruzando sus brazos mientras la sirena aún estaba encima suya.

Chelsea: Ruby por favor! Hay mucha gente en este hospital que está en peligro por mi culpa! Pero yo sola no puedo solucionarlo... Ayúdame te lo ruego.
Pidió a la peli-azul con un fuerte sentimiento de culpa en su pecho.

Ruby: Está bien, pero quiero que sepas que no lo hago porque tú me lo dices.

Chelsea asintió con una sonrisa triste. Quería llorar y caer en los brazos de su "amiga" pero no había tiempo.
Se quitó de encima de Ruby y le extendió su mano para que se levantara.

Ambas vieron cómo terminaban de destruir la pared.
Chelsea puso a Ruby detrás suya para evitar que recibiera ningún golpe por parte de un escombro.
Las rocas volaban a una gran velocidad a su alrededor.

Ruby: Chelsea, no necesito tu protección, ya soy mayorcita.
Dijo adelantándose confiada y con los ojos cerrados, como si supiera que nada le iba a pasar.

Chelsea: RUBY! VUELVE AQUÍ!
Le gritó asustada y temblando por el hecho de que su "amiga" estaba en peligro.

Ruby: Te lo digo otra vez? Tú no me das órden-

No acabó la oración cuando Chelsea la agarró y la quitó del lugar donde estaba. Cuando se dio cuenta de lo que había pasado una roca con la suficiente velocidad como para crear un agujero en la pared pasó a la altura de su cabeza en ese punto exacto.

Chelsea: Has visto eso? Ves a lo que le refiero? No podría soportar perderte...
Por favor, ten cuidado...
Pidió a la kraken mientras acariciaba su mejilla suavemente con una mirada sincera y de cariño.

Pese a lo negro y podrido que estaba el corazón de Ruby esto la enterneció un poco, y decidió hacer caso. Más que por Chelsea porque no tenía ganas de morir.

Gran Mamá: Pero a quién tenemos aquí?... A la mayor traidora de los krakens y a mi querida Nerissa...
Dijo arrancando el último trozo de pared que quedaba.

Chelsea: Yo no soy mi madre! Yo soy Chelsea y nadie más!
Contestó en un tono de enfado ante la presencia de la reina.

Gran Mamá: A quién crees que engañas? Nerissa jamás tuvo una hija!
Ningún tritón quería procrear con ella por no poseer sangre de la realeza. Así de horrible eres.
Dijo de forma burlesca e hiriente.

Ruby miró a Chelsea en busca de respuestas. Le había mentido, ella sí era Nerissa, lo fue todo el tiempo.

Chelsea: Ruby, después te lo explico, ahora no es momento!
Exclamó muy nerviosa ante la mirada severa de Ruby.

Ruby: No! Dime, me has estado mintiendo todo el tiempo? Jamás fuiste Chelsea? Dímelo ahora!
Le exigió mientras se acercaba muy enfadada y comenzaba a acorralar a Chelsea.

Chelsea: No puedo decirte eso! Es demasiado...
No quiso acabar la oración.

Ruby: Demasiado qué?! No hay nada que justifique esta mentira! Ya me mentiste la primera vez y ahora yo como buena idiota te volví a creer con tu nombre falso!
Continuó gritándole a la pelirroja.

Gran Mamá: Veo que se te acaban las opciones Nerissa... Ya no tienes nada que hacer.
Le dijo a la sirena con una mirada victoriosa y arrogante.

Chelsea: Quieres saberlo?! De verdad quieres saberlo?! PUES ESTÁ BIEN! SOY UN PUTO ERROR, JAMÁS DEBÍ EXISTIR! SOY EL FRUTO DE UNA VIOLACIÓN... Yo no debí haber existido...
Respondió mientras su voz se rompía y sus lágrimas bajaban por sus mejillas.

Qué vueltas da la vidaWhere stories live. Discover now