Capítulo 39. Culpa y Atracción.

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La gente a su alrededor se exaspera por llamar a la ambulancia y Ross trata de mantener la calma pero siente un nudo en el estómago mientras ve la sangre en las escaleras.

Christopher sostiene a Camille y cruza el muro de personas, bajando las escaleras hacia la planta baja con un rostro inexpresivo. Ni siquiera Ross puede adivinar que es lo que está pensando.

Todavía en shock, Ross logra bajar justo en el momento en que la ambulancia llega a la recepción. Los paramédicos ponen a Camille en una camilla y que con ayuda de una rampla la meten a la cabina.

Christopher se sube y una enfermera empuja a Ross metiéndola en la ambulancia también creyendo que es familiar.

Iba a protestar pero la unidad móvil arranca sin darle tiempo a bajarse. Junta las manos de los nervios, del temor y la ansiedad que no disminuyen cuando los auxiliarles comienzan a cuestionarla.

Las preguntas del paramédico que examinan a Camille van hacia Ross, preguntas cómo "¿Cuánto tiempo estuvo tirada en el suelo?" "¿Qué produjo que ella se cayera?" y no se calla, les cuenta la verdad, en tanto el otro paramédico se mueve con precisión ajustando los equipos médicos y monitores.

— ¿Cómo está el bebé? —pregunta Christopher.

Tiene el rostro pálido mientras observa el vientre de Camille, puede notar cuan destrozado está por como aprieta los puños con fuerza.

—Voy a ser sincero, la caída fue grave y puede que la señorita pierda al bebé —responde el paramédico inyectándole una bolsa de suero para garantizar que Camille reciba los líquidos necesarios.

Durante el trayecto, el paramédico mantuvo un ojo en el monitor controlando los signos vitales de Camille. También se comunicaba con el hospital proporcionando detalles sobre la situación para que estuvieran preparados a la llegada.

Cuando llegan a la clínica, los paramédicos transfieren a Camille a las manos del personal médico. Es llevada a una sala vip donde los pudientes son tratados cuando reconocen a Christopher.

El sonido constante de los equipos médicos zumbando crea un fondo de ansiedad mientras el personal del hospital se mueve con rapidez.

—Sr. Lombardi confíe en nuestra capacidad —una enfermera se le acerca —Los mejores médicos atenderán a su mujer. No se preocupe y espere noticias nuestras.

—Salven al niño. —es lo único que él alcanza a pronunciar.

Gira y en un ataque golpea la pared con su puño ahuyentando a la enfermera. El ambiente del hospital es tenso, y la ansiedad se siente en el aire mientras esperan noticias sobre la condición de Camille.

Ross observa su alrededor, los pasillos están iluminados por luces fluorescentes que arrojan un resplandor frío y desolado.

La sala de espera que está al otro extremo está llena de personas preocupadas, algunas conversan en voz baja y otras miran fijamente al suelo. Las lágrimas de algunos son evidentes, mientras que otros intentan mantener la calma y la esperanza en sus rostros.

Desvía la mirada, verlos solo aumenta su ansiedad. Se sienta en un pequeño sofá y al hacerlo el asistente personal de Christopher se le acerca ofreciéndole un suéter que se pone por su insistencia.

Observa a Christopher que se apoya en la pared con expresión abatida, quiere consolarlo, decirle algo y aliviar su espera pero no sabe que decir, se siente culpable y se reprocha a ver ido a la empresa.

Porque si no hubiera ido no se hubiera encontrado con Camille y por tanto ella seguiría intacta. Christopher levanta la mirada y ella ve esos ojos verdes que tanto le gustan sin emoción.

El Renacimiento De La Esposa Del CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora