Capítulo 19

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No dejemos para mañana las ganas que nos tenemos hoy.

Emily

Cole me llevo al último piso de un hotel, en piso es grande, con grandes ventanales, el lugar es oscuro. Cuando llegamos había un médico esperando, una mujer de algunos 40. Cole me dejo en una habitación con vista a la ciudad y una gran cama King, me pregunto que es este lugar, Siempre e visto a Cole dormir en la mansión.

La señora me obsequió 2 pastillas para el dolor de cabeza.

—Tienes que guardar reposo, no hay daños permanentes en tu cuerpo— mientras ella envuelve 2 vendas en mis 2 muñecas, sigo observando el lugar.

—Solo me duele un poco la cabeza, aunque me arden las muñecas.— le respondo con sinceridad.

—De todas formas tú mente y tú cuerpo necesita descansar.— asiento. La señora asiente con un poco de dolor en su mirada, eso me hace sentir peor. No me gusta que las personas me tomen pena.

Al dejarme sola cierro mis ojos por un momento pero al final me quedo dormida.

Siento un ligero cosquilleo en mis mejillas y luego en mis labios, se siente bien. Al abrir mis ojos y inclinar mi cabeza de lado me encuentro con esa mirada de ojos fríos, Cole.

—Estoy apunto de pensar que esto puede ser... un fetiche para ti, observar a las personas dormir.— digo con un poco de sarcasmo. Cole está acotado a mi lado apoyado en sus brazos mientras me observa.

—Puede que desde ahora si— sus labios se inclinan hacia arriba con una media sonrisa, resoplo rodando los ojos.

Cole estira una mano hacia a mí y me levanta la cabeza por debajo de mi barbilla hacia el. Mi respiración se vuelve pensada y lenta y mi pecho empieza a subir y abajar.

—Gracias. Ya tengo que irme, mi madre debe estar preocupada al no saber nada de mi aún.

En menos de 5 segundos Cole esta en sima de mi y abre mis piernas, con su cintura colocándose en ellas. Empieza apretar su centro contra mi centro dejándome saber lo duro que está por mi. Saber que lo pongo así me da satisfacción.

—Cole...—me silencia atacando mis labios con los suyos, devorándome suave y al paso de los segundos más salvaje.

Sus labios se deslizan por mi barbilla mordiéndome y eso hace que mi excitación se encienda más. Cole sigue deslizando sus labios hacia mi cuello, estoy segura que a la mañana estaré marcada por el. Gemidos escapan de mis labios y abro mis piernas más para el.

Cole sube sus rostro hacia el mío— Necesito estar dentro de ti.— su voz se escucha ronca y esa mirada caliente que lleva en estos momentos me vuelve loca.

— Y yo necesito sentirte.— no sé si la adrenalina me dio el valor de soltar esas palabras desesperadas en mi boca, jamás alguien me había puesto tan excitada en mi vida.

Cole se apartó un poco dándonos espacio para empezar a desvestirse, Cole empezó a desabrochar los primeros botones de su camisa tomándose su tiempo, luego siguió por parte hasta quedar desnudo ante mi. Mi garganta se secó al ver todo su cuerpo con tatuaje, al ver su cuerpo bien cuidado.

Mi mirada observo todo su cuerpo tenso, baje mi mirada hasta que se encontró con su miembro, sentí mi pulso acelerarse. La otra vez en su auto estaba oscuro no pude verlo bien, pero ahora... si, es demasiado grande.

—Desvístete para mi Emily.

Con manos temblorosas me senté en la cama y empecé a desnudarme torpemente, pero aún así sentía que lo encendía aún más a él.

Justo cuando baje mis bragas Cole me tomo por mis rodillas haciéndome caer de golpe den la cama, abrió mis piernas y puso su cabeza en mi centro. La vergüenza me inundó. Cole empezó a darme besos en mi vagina y fue pasando su lengua desesperado por mi clítoris y absorbiéndolo al mismo tiempo.

—Si así.— Cole aumentó el ritmo, y sentí como una ola de calor descendía por todo mi cuerpo, a Cole se me escapó un gemido y eso me hizo estallar.

Cole subió hasta a mi, y me empezó a besar, dejándome probar a mi misma.

—Sabes jodida mente bien Emily.— el calor volvió a subir a mi.

—Por favor quiero sentirte.— envolví mis piernas entorno a sus caderas, por ahí es donde lo quería.

Cole se deslizó dentro de mí y empezó a besar mi cuello y pecho, sus movimientos se volvían  más rápidos y su respiración se volvía pesada, nuestros cuerpos hacían ruidos durante cada embestida. Tener a Cole dentro de mi se siente doloroso pero al mismo tiempo se siente tan jodida mente bien.

—Cole... siento que ya me voy a venir.— cerré mis ojos sintiéndolo dentro de mi.

—Lo se nena, te puedo sentir— Cole empezó a gemir y mis gemidos ya no eran gemidos, si no gritos—abre los ojos Emily, quiero que me mires cuando te vengas para mi.

Cole con una mano, me corto la respiración y empezó a envestirme más fuerte, el sonido de la cama tocando con la pared, el sonido de nuestro cuerpo chocando, nuestra respiraciones llenaron la habitación.

Cole  soltó mi garganta permitiéndome tomar aire, no se movió en sima de mi con su frente apoyada mi cuello y mis brazos acariciando su cabello por lo que parecieron minutos. Sentir a Cole desnudo en sima  de mi se sentía más que bien.  Esta noche no me permite a pensar en su compromiso, en que sería de otra mujer, no me permite sentirme triste. Lo que me aterraba era que ya estaba sintiendo  algo fuerte por el.

***

A la mañana siguiente me desperté sola en la cama acostada. Escuché una ducha cerrarse, de lo que parecía un cuarto de baño, salió Cole con una toalla amarrada a la cintura y su cabello aún húmedo. No puede apartar la vista de él por más que quisiera, era imposible.

—¿Te gusta lo que ves?— mi mirada subió a la suya y rodé mis ojos hacia arriba.

—Creo que tienes problemas con tu ego.— Cole soltó su toalla y se dió la vuelta hacia el enorme Armario dejándome ver su lindo trasero. Mis mejillas se sonrojaron y traté de apartar la vida.

—No lo creo.

—Necesito utilizar e baño.— me levante lo más rápido que pude de la cama y me entre en baño.

Santa mierda el baño se veía exclusivo, es normal en Cole, esta gente dice dinero hasta por los poros. Pienso en toda la facilidad de la  gente como ellos adineradas en no tener que medir ni un solo peso para la comida.

Fijo mi rostro y cuerpo en el espejo y me siento bonita luego de pasar la noche con Cole y toda la mierda que pase con Rubén. Me pregunto si aún sigue vivo o ya está muerto, no sé cómo hacerle esa pregunta a Cole.

Después de un largo rato en el baño luego de ducharme y lavarme mi cabello con el shampoo de Cole encuentro un vestido muy bonito estampado con flores color pastel, con una abertura y descubierto en los hombros en sima de la cama. Se lo agradezco mi ropa estaba hecha un desastre.

Salgo de la habitación y me dirijo a una de las salas donde se encuentra Cole sentando en la mesa con un gran desayuno, la boca y el estómago se me vuelve agua, no e comido nada desde ayer en la tarde, antes de que pasara todo lo que iba a pasar.

Cole esta hablando por teléfono y me hace seña con sus dedos para que me dirija hacia el. Me siento en la mesa al lado del y empiezo a servirme. Por fin termina la llamada.

—Necesito irme, tengo turno a las 10 y necesito hablar con mi madre antes.

—Está bien.— Es lo único que dice despreocupada mente— ¿ a qué hora te veo?.

Su pregunta me toma por sorpresa, fijo mi mirada en el esperando  ver la broma y nada, me mira impaciente esperando mi pregunta y me hace un gesto con las cejas para que hable.

—Tú... estás comprometido. Te vas a casar no pienso ser la segunda en nada.— Cole me mira por unos segundos en silencio.

— ¿Y si yo tampoco quiero que tú seas la segunda Emily?.

Peligroso Deseo +18 [libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora