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Fecha: 16 de Mayo, 1636
Los pájaros cantaban con gran alegría, era un buen tiempo para el Imperio, sin embargo, el peor tiempo se acercaba para el Sultan Murad y su madre, Kösem Sultan.
A pesar de que Anastasia parecía devota a la Valide Kösem, era todo lo contrario estando con el Padişah, solía satisfacer sus deseos, y luego ella empezaba a manipularlo.
─Aghas, díganle a la Valide Sultan que ya estoy aquí, por favor ─pidió amable a los guardias
Mientras esperaba afuera, ella arregló su vestido celeste, y su cabello recién peinado. Respiró profundo, memorizando todo lo que debía hacer, sintiéndose nerviosa.
─Anastasia Hatun.─Kösem sonrió ligeramente
─Sultana, benditos mis ojos que la ven.─realizó una reverencia, al ver cómo la Valide Sultan extendió su mano, ella se acercó para besarla y luego colocarla en su frente.─¿Puedo saber la razón de su llamado?
─Quiero otorgarte una misión que podría costar tu puesto en el Harem.─dijo, su voz suave pero con un tono que hacia notar su poder.─Debes hacer que el Sultan odie a Farya, y que te hagas cargo de las gemelas, claro, con Dayes que te ayuden.
─Sultana, ¿confía tanto en mi como para darme tan importante misión?
─No confío en nadie más.─respondió, antes de apartar la mirada, mostrando sus deseos del retiro de la francesa
La joven realizó una reverencia, al hacerla, un Agha entró.
─Sultana madre, disculpe, su majestad desea ver a la señorita Anastasia.─informó
Sin decir nada más, Anastasia salió de los aposentos encontrándose con el Sultan, chocando con su cuerpo firme.
─Mi Sultan, no fue mi intención.─se disculpó, pero se exaltó al sentir los brazos de Murad acercarla a él
─Te quedarás a cargo de Hafsa y Rabia, te aprecian y te quieren a ti.
─Lo que desee, majestad.
Fecha: 26 de Mayo, 1636
En una de las tantas noches de Anastasia con el Sultan Murad, conversaban de varios temas, pero al que le ponían más atención era a lo político.
─Tanto tiempo y no tienes un nombre nuevo.─mencionó Murad, observando la delicada mano de su concubina
─¿Que ideas tiene usted? ─la francesa lo miró
Murad se acomodó en el sofá y pareció pensar demasiado en su respuesta, un nombre que fuera digno de su favorita, algo que la identificara.
─Şahnaz ─respondió, decidido. Y luego agregó el significado.─Significa digna del rey.
