Capitulo 18. Uno nunca sabe cuando el amor le llega.

9.3K 441 20
                                    

Me desperté más temprano de lo que en verdad estoy acostumbrado. Me pegué una refrescante ducha y comí un pan tostado con mermelada de fresa, antes de salir de mi departamento, a un agotador lunes en la Universidad.
El domingo se me había pasado rápido hablando con mi nana y recordando cosas de cuando era niño. La hice desistir de la absurda idea de que yo me estaba enamorando de _______. Ese concepto no está incluido en el diccionario de mi vida.

'-Uno nunca sabe cuando el amor le llega, pequeño -me dijo Vinda-Pero de que llega, llega. Sin avisar y sin permiso, y hay veces en las que se va de la misma manera de la que vino...'

Sacudí mi cabeza y me subí a mi moto para prender marcha a las tareas del día. Llegué y me encontré con Mauricio y Sebastián.

- ¿Qué tal Bautista? -me preguntó Sebastián.

-Bien, ¿Tú? -le dije.

-Excelente -contestó. Lo miré atentamente.

- ¿Realizada la hazaña? -dije al ver su rostro de autosuficiencia.

-Realizada -contestó. Chocamos nuestras manos. Sebastián anotaba otra más a su lista de mujeres. Una lista larga y morbosa. Yo nunca hice una lista, y tampoco pienso hacerla.

-¿Y tú, Mau? -le hablé a mi otro amigo.

Él estaba serio y parecía molesto. Miré a Sebastián y me hizo un gesto con los hombros.

-No sé qué le pasa, así está desde que llegué - me informó Sebastián.

Ambos nos giramos a verlo.

- ¿Qué pasa hermano? -le pregunté algo preocupado, nunca lo había visto tan serio.
Él terminó de fumar su cigarrillo y lo tiró hacia un costado.

-No pasa nada -contestó secamente. Otra vez Sebastián y yo nos miramos extrañados.

Pero mi atención fue llamada por un auto que acaba de entrar al estacionamiento. Era nuevo, pues nunca lo habíamos visto antes.

-Un Audi S4 Cabriolet, ¿de quién es esa belleza? -habló Sebastián sin dejar de mirar el auto.

Hasta que una pequeña figura se bajó de allí.

-Mi _______ -dije sonriente.

-Mira como se le iluminó la cara -habló Mauricio.

Me giré a verlo.

- ¿Es que estás vivo? -Dije y palmeé su hombro -Pensé que no.

Volví mi vista a ______. Ella cerró la puerta de su auto y con una sonrisa de oreja a oreja se acercó a nosotros.

-Hola chicos -nos dijo.

-¿Cómo estás ______? -le preguntó Mauricio. Ella lo miró bien.

-Creo que mejor que tú -dijo ella.

-Si, no sabemos qué le pasa - le respondió Sebastián.

-No me pasa nada -soltó exasperado - ¿Acaso nunca tuvieron un mal día?

- ¿Estrenando auto? -le pregunté y logré al fin obtener una mirada fija de su parte.
Sonrió mostrándome todos sus dientes.

-Ajá -dijo contenta -Al fin me trajeron mi auto. Ya no voy a depender de chóferes celosos y de chóferes aprovechadores...

- ¿Eso último fue una indirecta para mí? -le dije.
Mauricio se rió.

-Más que indirecta, diría directa amigo -me dijo Sebastián y palmeó mi espalda.

-Exacto -agregó _______ y nos miró consecutivamente a los tres - ¿Han desayunado?

Los tres negamos con la cabeza algo confundidos.

Peligrosa Obsesión 'Mario Bautista y Tú'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora