Pequeño lobo arrepentido.

67. Todo es comida.

Zhang Zhi los miró y dijo: "Tómalos". Sería agradable tener un poco para el Día de San Valentín en el futuro.

Qin Chi no era muy fanático del chocolate, así que tomó algunos de cada sabor sin importancia.

Lao Yuan empujó un carrito lleno de alcohol y se rió cuando vio a los dos empacando caramelos en las cajas como niños. "Son adultos y aún así comen caramelos".

"Deberías beber menos alcohol y no distraerte de las cosas importantes", Qin Chi bromeó con Lao Yuan. "Además, deberías corregir esa costumbre de hablar incoherencias cuando bebes. No quiero que asustes a tus admiradores en el futuro".

"Hmph, ¿qué admirador podría ser más importante que mi querido vino tinto? Estas botellas son de primera calidad. No importa si una belleza celestial me las pide, ¡no se las daré!" Lao Yuan abrazó varias botellas de vino de lujo y no quería dejarlas ir ni siquiera para liberar espacio.

Por suerte, Wen Jia era el más sensato. Agarró varias cajas de leche en polvo adecuadas para diferentes tipos de personas y suspiró al ver el alcohol de Lao Yuan.

Mientras los cuatro estaban ocupados empacando alimentos, Lao Yuan y Qin Chi de repente levantaron la cabeza y miraron cautelosamente hacia afuera del almacén. Wen Jia también colocó su mano discretamente sobre la pistola en su cintura.

"¿Qué pasa?" Entre las personas presentes, Zhang Zhi era el menos perceptivo en cuanto a peligros.

Qin Chi lo protegió detrás de él y sacó un cuchillo mientras vigilaba la puerta.

Se escucharon una serie de pequeños estallidos desde el exterior, incluso Zhang Zhi pudo distinguir que eran disparos. Luego, escucharon a alguien golpeando y rompiendo la puerta enrollable metálica.

La puerta enrollable en la salida del almacén ya había sido cerrada con llave por Wen Jia y Qin Chi, pero parecía que alguien con armas de fuego quería irrumpir. Estaban forzando la puerta.

Quienes tenían armas de fuego no eran personas amigables, pero al menos tenían una mejor comunicación que los zombis.

Zhang Zhi miró hacia atrás y guardó los dulces, el vino y la leche en polvo que aún no había empacado en su espacio personal. Luego sacó seis o siete bolsas de serpiente que ya había preparado y recogió rápidamente algunos fideos instantáneos y galletas comprimidas.

Mientras fingía estar en la escena, los golpes en la puerta se convirtieron en una ráfaga de disparos intensos. Esas personas parecían no tener mucha visión, disparaban a la puerta y rápidamente la atravesaron con varios agujeros antes de destruirla con herramientas.

Los pasos pesados ​​se acercaron y todos escucharon a alguien gritar: "¡Hermano Tigre, hay cosas buenas aquí!"

Pronto, alguien los reprendió enojado: "¡Habla más bajo, primero deshazte de los zombis!"

"Xu Ge, no hay zombis adentro. Parece que alguien ya ha estado aquí, todo está desordenado", informó otra voz.

El ruido confuso dificultaba que Qin Chi y los demás entendieran lo que estaban diciendo, pero solo pasó uno o dos minutos antes de que las personas se dirigieran directamente al almacén. Un grupo de unas veinte personas se congregó frente a la puerta.

Zhang Zhi miró al grupo de Qin Chi y el líder estaba bastante sorprendido. "Oh, parece que tenemos una conexión telepática. Nos encontramos de nuevo".

Qin Chi saludó con una sonrisa: "Hermano Tigre, ¿también vinieron a Century Plaza a buscar suministros?"

Hermano Tigre, el líder, sostenía una ametralladora y silbó a Qin Chi. "Qin, ¿ustedes se encargaron de los zombies de afuera?"