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Un día junto a la señal de Omela, era simplemente una experiencia de otro nivel, los hits que se reproducían eran melodías pegadizas permitiendo que los oyentes se aferren a la sintonía y más cuando el programa de JiMin estaba al aire.

Tal como ocurría en este momento con: Rush de Troye Sivan que estaba siendo una bomba en las últimas semanas permaneciendo en las primeras listas, tenía buena vibra.

Le recordaba tanto a JungKook.

JiMin se encontraba en la cabina, reproduciendo hábilmente las canciones modulándolas de forma en la que el ritmo fluía sin mucho esfuerzo, sabía que era bueno en lo que hacía y los niveles de sintonía en todo el país se lo confirmaba.

Era el puto amo del mundo y no había quien lo negara.

El campo de la radio es muy competitivo y no podía permitirse bajar la audiencia a pesar de que tenía una muy fiel, se mantenía siempre investigando y recopilar temas que fueran del interés de los radioescuchas.

Trataba también de no hablar en exceso pues eso aburría y por ello probablemente las otras estaciones no habían experimentado el mismo éxito en tan poco tiempo.

Tal vez al ser versátil con respecto a los géneros musicales le ayudaba en gran parte, porque evitaba concentrarse en un público determinado, prefería que su audiencia fuera de edad variada, eso hacía que su trabajo fuese más entretenido.

Cada día se exponía ante personas a las que les desconocía el rostro pero conocían el de él a la perfección, al principio fue un poco incómodo al no saber como debía de expresarse correctamente, no es que exactamente lo haya desconocido, solo que una cosa eran las prácticas en la universidad y otra muy distinta era enfrentarse a la realidad.

El impacto había sido prominente y se sentía orgulloso de sí mismo, pues al parecer las personas se sentían identificabas con sus mix, mayormente con un estilo retro pero sin olvidar el toque moderno.

Amaba su trabajo, así como amaba que todos los días su omega llegase a llevarle el almuerzo, aunque le había dicho sinnúmero de veces que no era necesario, pero parecía no escuchar y estaba bien con eso, era tierno; sin embargo, conocía a la perfección al pequeño rufián y la amabilidad que tenía no le daba para llenarlo de comida deliciosa en el trabajo.

Jungkook solo iba con el objetivo de supervisar y asesorarse de que todo se encuentre en orden, pues la emisora en la que trabajaba estaba infestada de omegas resbalosas que le tenía pegado el ojo y al parecer al celoso de su omega ya se dio cuenta.

Sospechaba que era un invento suyo porque no había preferencia de personal, había betas, alfas y omegas, pero prefería que las cosas fueran del modo que Jungkook quisiera, así se evitaría problemas al llegar a casa.

El reloj marcaba la hora de su descanso y debía ir a comer pero antes de retirarse, reviso que no hubiera nada fuera de lugar ya listo, empujo su cuerpo un poco hasta salir del espacio del micrófono y posteriormente salir de la cabina.

Cerro la puerta y al girarse sintió como un agradable y excitante aroma cegó sus sentidos.

-¿Cómo está el alfa más caliente de la radio?- sonrió al notar el estremecimiento del mayor.

-¿Solo de la radio?- lo atrajo a su cuerpo apretando su cintura.

-Del mundo- afirmó mordiendo sus labios. -Ahora suéltame porque siento que voy a entrar en celo y no querrás que tus compañeros vean como el alfa por el que babean, le habré las piernas a su omega- susurro sobre sus labios, tomando los del alfa en camino.

-No me molestaría.

-Eres un sucio- lo empujo y río con diversión.

JiMin solo se encogió de hombros, era bueno seguirle el juego, JungKook era descarado pero cuándo se le unía terminaba rojo de lo avergonzado que se ponía, definitivamente amaba a ese omega de culo espectacular.

-Dale tu culo a papi nene, quiere entrar- molesto JiMin volteando la jugada del menor como lo hizo en un inicio.

-Descarado diarreico, sigue hablando vulgaridades y te juro que mi hermoso culo no sentirá tu enorme y jugosa polla por un maravilloso largo tiempo.

-Me calló.

-Así me gusta.

El omega tomó la mano de su alfa para dirigirse a la cafetería del lugar y tomaron asiento en una mesa que quedaba al lado de una gran ventana, permitiéndoles observar una hermosa panorámica.

-Cualquiera diría que te preocupas por mí- hablo JiMin tomado el tupper que le había dado el omega.

-Me importas idiota, si no ni siquiera habría aceptado salir contigo en primer lugar.

-sabes a lo que me refiero omega listillo.

-¡Así! ¿Según tu que es?- le pregunto un poco molesto.

-Estás celoso y lo sabes, si solo fuera porque te gusta alimentarme, también habrías llevado comida a la universidad cuando me tocaba las prácticas fuera del horario escolar.

JungKook se sonrojó de inmediato al escuchar tales palabras, bien lo había descubierto, aunque estaba seguro de que no debió hacer mucho esfuerzo, fue muy evidente.

-¡JA!, lo que faltaba, que mal agradecido eres alfa idiota- respondió fingiendo sentirse atacado.

-Mi amor, te conozco hace mucho tiempo y que no lo aceptes, te expone por completo.

De acuerdo, JiMin estaba tomando delantera y si lo dejaba no habría nada divertido por hacer en la noche.

-Qué alfa tan mal agradecido que eres, tal vez no sepas pero ya quisieran muchos alfas estar en tu posición, junto a un omega tan atento y servicial como yo.

JiMin solo soltó una carcajada para luego besar los apetecibles labios de su omega.

-Estoy convencido de ello- continuó besando sus labios cariñosamente.

-Ahora estoy enojado alfa, te toca castigo.

-Como mi omega diga.

JiMin estaba seguro de que al llegar a casa se arrepentiría de lo que ahora estaba diciendo, pero no es como si no estuviera acostumbrado tampoco. Uno que otro rasguño más no le haría mal a nadie.

¿No?







En mi tik Tok subiré un vídeo de la canción en la que inspire para escribir este capítulo, que lo disfruten.

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