Capitulo 11

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Emily

Hoy llegué a trabajar unos minutos tarde a la cafetería y no dejo de pensar en lo de la noche pasada en el despacho del señor Cole, me odio en estos momentos por haberlo disfrutado mucho.

—Hola hermosa!.— Estoy detrás de la barra limpiando algunos vasos cuando Rubén aparece en mi vista con su dulce sonrisa. A pesar de que Rubén es mi compañero de trabajo, también es un buen amigo. Aunque se sienta atraído hacia a mi y yo no pueda responderle de la misma forma.

—Hola chico encantador— le regalo una sonrisa.

—Hoy luces un poco más feliz de lo que siempre estás normalmente— Rubén entrecierra un poco los ojos mirándome.

—De verdad eso crees?.

—Si. Qué tal si luego de nuestro turno vamos a almorzar a alguna parte— no tuve tiempo  a responderle , porque aquel hombre de ojos azules fríos y traje Armani dio la respuesta.

—No. Emily almorzará conmigo luego de su turno.— Cole dio la respuesta fría y cortante, sin mirar a Rubén. Dios mío este hombre se roba toda la atención, es como si el mundo por un instante dejara de dar vuelta, su presencia emana peligro y poder.

—¿Disculpa?— respondo un poco torpe.

—Esperaré en aquella mesa al final, luego de tú turno te llevaré a almorzar.

Veo cómo Cole con pasos firmes se sienta en aquella mesa del fondo, al parecer no anda con sus hombres de seguridad, es raro que no ande con Dystran, normalmente Dystran lo sigue a todas partes.  Lleva traje Armani, pantalones negros y camisa negra y su Rolex en la muñeca. veo como Cindy una de las meseras le pregunta su pedido exponiendo sus tetas tan cerca de su rostro, al parecer Cole no se da cuenta o simplemente decide ignorarla , hay un dolor y una incomodidad dentro de mi al ver a Cindy coquetearle.

—El no es el hombre del Club?— pregunta Rubén, interrumpiendo mi agradable vista hacia Cole.

—Si, es el— veo como Cindy se dirige hacia nosotros con el pedido— Es jefe de mi madre y por lo tanto mi jefe.

—Ya vieron aquel hombre de atrás, Demonios! Es demasiado apuesto y  se ve que esta forrado en dinero.

Rubén se ríe y se da la vuelta a atender a una de las mesas, Cindy dijo que Cole pidió Whisky escocés. Mientras preparo la bebida siento la mirada de Cole en mi. Cole están lindo que duele, tal vez tiene novia o muchas mujeres a su al rededor. Mis pensamientos giran entorno al día en que lo vi con una chica en su habitación, tal vez es su novia y yo estúpidamente me corrí en sus enormes dedos. 

Maldición Emily estás jodida!!

Las horas pasan rápido, todo el tiempo Cole mantuvo sus ojos puestos en mi, aunque eso deba inquietarme, cierta mente eso me relaja ya que no miro ni 4 segundos a Cindy, Cindy es una mujer linda, peli negra y voluptuosa y 100% coqueta.

Cuando salgo de mi trabajo, veo un Bentley de lujo, típico en el señor Cole, todo lo que emana es riqueza y poder. Veo a Cole fumando apoyado en su capo, cuando me ve sus labios se curvan hacia arriba.

—Hola.— saludo un poco torpe, me molesta que me ponga tan nerviosa.

—Ya era hora, señorita Emily— Cole da la vuelta y me abre la puerta del pasajero, cuando me siento en el asiento, cierro los ojos y respiro su olor, está aquí por todas partes.

Cuando Cole entra en el auto y cierra su puerta, dura unos segundos apretando el volante con sus manos mirando hacia al frente, noto que está molesto y inquieto y me pregunto qué diablos pasa con el. Hasta que el gira su cabeza y me mira.

—¿El quién es?.— Su mirada muestra oscuridad y su mandíbula esta tan apretada que temo que valla a romperse.

—El, quién?— Noto sus hombros en tensión, está muy molesto y su mirada da miedo y eso es excitante, creo que realmente estoy loca.

—Aquel bastardo que trabaja contigo.— Cole me agarra por la garganta y me acerca a él, su agarre no es tan duro para cortarme la respiración, su boca esta tan pegada a la mía que puedo sentir su respiración en mis labios, mis bragas ya están húmedas de lo excitada que estoy —Dime una cosa Emily, ustedes dos tienen algo? Si es así rézale a Dios que no me de cuenta, porque lo mataría, mataría a cualquiera que toque una sola hebra de tú cabello.

Otra en mi caso hubiera abierto  la puerta del auto aterrorizada, corriendo y gritando. Sus palabras deberían darme miedo, pero cierta mente  no me genera eso. Eso quiere decir que Cole siente este enorme deseo que siento yo también, que no me dejará ir fácilmente. Lo que siente por mi en estos momentos es enfermizo y me gusta, estoy dispuesta a quemarme en estos momentos con el, en sentir piel con piel su cuerpo con el mío.

—¿Entendido?— Cole aprieta más fuerte mi garganta con sus manos tatuadas. Siento cómo las lagrimas quieren salir de mis ojos, yo solo asiento con la cabeza— buena chica.— Cole pone sus labios sobre los míos, metiendo su lengua en mi boca y devorándome por completo.

Peligroso Deseo +18 [libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora