SATY WITH MY • ᵗᵉʳᶻᵒ ˣ ᵒᵐᵉᵍᵃ •

○ The Spell Of Your World ○

"Siete de la mañana, en el pequeño restaurante al aire libre del Hotel"

Eso le abia dicho el demonió cuando terminaron el concierto y se reunieron en el camerino del Papa para arreglar el pequeño asunto de el querer aprender sobre la magia. No sabia por que tenia que ser tan temprano, pero por algo ah de ser, despertó a la hora indicada, se levantó y se estiró con pereza, se levantó de la cama, y saco de sus cosas un pequeño maletín con sus pinturas de la cara, comenzo a maquillarse, primero idrato su piel para que la pintura no le hiciera tanto daño a su rostro, cuando estubo listo, decidió qué no quería usar ropa formal el día de hoy, si no una más cómoda por llamarlo de alguna manera.

Se puso un pantalón negro, y una camisa blanca con unos sapatos negros y cómodos, cuando se sintió listo salio de la abitacion, al caminar por el pasillo paso enfrente de las abitaciones de sus demás Ghouls "De seguro aun están dormidos" Penso. Llego al elevador y entro en el bajando asta el último piso en esa caja metálica, al abrir sus puertas fue asta la entrada trasera, salio al aire libre, el pequeño restaurante se encontraba en un jardín, uno muy bonito, casi le recordaba aquel Jardín del Clero qué su hermano Primo cuidaba tanto con esfuerzo, sonrió al recordar eso.

Aun lado de el estaban unas mesas donde igual se encontraba Omega tomando una tasa de café qué ofrecía el hotel. Terzo se hacerco a el -Buenos días Omega -Noto como la mascara de el Ghoul ahora tenia una abertura en forma de "U" al revés para que este pudiera beber el Café.

-Buenos días Señor -Saludo relajado -¿Listo para su primera leccion? -Sonrió y Dijo mostrando un poco sus colnillos.

-Si, estoy listo, ¿Que me enseñaras? ¿Como ser veloz? ¿Ah tener visión nocturna? -Su cara se iluminó al pensar en un echizo qué siempre quizo hacer desde niño -¡¿Me enseñaras ah ser invisible?! -Grito emocionado.

Omega rio escuchando las ocurrencias qué al Emeritus se le pasaban por la cabeza -Si claro, ser invisible -Tomo un poco más de café.

-Oh como volar, oh tener más demonios a mi disposición -Dijo llendo de un lado para el otro.

-Wow, wow, wow Amo -Omega se levanto para sostenerlo por los hombros -Tranquilicese, nadie aprende hechizos tan poderos en un día, pero su entusiasmo me da un buen presentimiento -Le sonrio.

-Okey, entonces solo enséñame un hechizo simple para un humano como yo -

Omega asintió, Tomo su tasa de Café y dijo; -Lo levante temprano por no ay casi nadie aquí, y así no podran desconcentrarlo, vamos sigame -Omega camino unos pasos y Terzo lo siguio, asta que pararon frente a una pequeña rosa -Observe... -Omega sin dudarlo pisó la flor, aplastando contra la tierra asta dejarla casi sin pétalos, Terzo levanto una seja confundido -Y ahora...-El demonió se puso en cuchillas y posó su mano encima de la flor, cerro sus ojos y la magia comenzo a brotar de su mano rodeando a la pequeña rosa, esta comenzo a levantarse recuperando sus pétalos caídos, se lleno de vida y sus pétalos qué antes eran de color escarlata, ahora eran de un tono plateado, la rosa se volvio muy hermosa para Terzo -Este hechizo se llama Resurrección También puede ser utilizado de otra manera, pero solo en cosas simples -Informo para después levantarse.

Terzo quedo encantado con la demostración, se hacerco un poco más a Omega -Enséñame a hacer eso -Pidió emocionado.

-Bien, pero primero... -De alguna manera, Omega saco siete libros de diferente grosor -Leerá todos estoy libros -

El Emeritus se sorprendió, ¿Por que tendría que leer? El hechizo parecia muy simple, no podia ser tan difícil ¿cierto? -¡¿Pero que!? ¿Por que tengo que leer todo eso? -Reclamo.

-Antes de todo, deve conocer de donde viene la magia, y si usted es apta para ella, además de peligros, protección entre otras cosas, y como le dije; Si será mi alumno tiene que hacer todo lo que yo le diga, ¿Quedo Claro Amo? -Pregunto tranquilo, Omega vio como Terzo hacia un puchero resignandose a leer toda la informaciónde los libros, esto le causo un poco de ternura al demonio, como siempre pensaba; Terzo era un niño mimado.