6. Oxígeno

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–Pasado–

















—Miren quienes vinieron a la reunión — anuncia la mamá de Ari.

Todos me miran con una sonrisa.

—Pasábamos por aquí y queríamos comer un poco — menciono y todos rien.

Aldo es el primero en acercarse a mi.

—Que bueno, aquí tenemos comida de la que se come — habla con nervios y cierra los ojos dándose cuenta de lo que dijo.

Río levemente.

—Me alegra, me gusta mucho la comida que se come — digo mientras me acercó al chico.

—Me da gusto que hayas venido — murmura.

—A mi igual — dejo un beso en su mejilla.

La familia de Ari había hecho una barbacoa y habían invitado a todos, hasta a mis padres.

Todos estaban presentes.

—Ven, Annie, siéntate acá con nosotros — musita Rebeca abriendo la silla que está junto a ella.

Me acerco al grupo de jóvenes.










[...]









—No, no, la impuntual aqui es Rivers — se queja Osvaldo.

—Es verdad — confirma Ama.

—¡Oye, yo que te hice! — exclama la rubia para su amiga.

—Annie — giró mi rostro al escuchar a el moreno susurrar.

—¿Qué paso? — pregunto.

—Quiero hablar contigo de algo — susurra.

Él se levanta y segundos después imitó su acción para seguirlo.

Nos alejamos mucho, quedando completamente solos en lagun lugar del patio.

—¿Qué paso? — pregunto mientras le alcanzó el pasó.

El chico se gira, encarandome.

Nos quedamos en silencio y en ese mismo instante...

Aldo toma mi rostro con sus dos manos y se acerca a mi para después besarme.

Al segundo le correspondo, llevo mis manos a su pecho, sintiendo como su corazón late rápidamemte como el mio.

Sus labios me guían suavemente mientras me pierdo en este momento perfecto.

Mis manos viajan hacia su cabello provocando profundizar el beso.

Nos separamos, pero unimos nuestras frentes con una sonrisa.

Nuestras respiraciones están ajitadas, pero aún así Aldo habla.

—Annie, yo no te he dejado de pensar desde ese momento que te vi en el Bar, pienso que tus ojos son perfectos y que contigo siempre me siento bien, solo quiero tener algo serio contigo y lamento no ser tan detallista en este momento, aún me cuesta mucho eso, pero me estoy esforzando por darte lo mejor de mi y que sepas cuánto me gustas.

Se aleja un poco, pero sus manos siguen en mi cintura.

—Me gustaría que este momento fuera perfecto para ti, pero solo me queda decir... Annie, me gustaría mucho ser tu novio...

—Aldo... — acaricio su mejilla — Esto es más que perfecto — murmuró.

Él sonríe.

Tomó el filo de su camisa y lo acercó a mí para besarlo de nuevo.

—A mi también me gustaría mucho ser tu novia, Aldo — musito.













[...]










–Actualidad–












Siempre ame los pequeños momentos.

Aldo me pidió que fuera su novia de la manera más sencilla y aunque para muchos eso haya sido tonto porque no me dió flores o chocolates, para mi había sido perfecto.

Fue completamente sincero conmigo y me abrió su corazón, ese fue el detalle que más ame.

Fue uno de los mejores momentos.

Cómo hoy...

—Despues de casi dos semanas, Annie al fin logro respirar por su cuenta — menciona la doctora a todos los presentes — Ese es un gran avance, eso nos indica que ella está mejorando.

Mis amigos se brazan entre ellos.

Todos están felices.

Y aunque no me piden ver yo también lo estoy.

Me alegraba ver una sonrisa en sus caras después de esas dos semanas que se sintieron como una eternidad.

Aldo se acercó a mi cuerpo y dejo un beso en mi cabeza.

A veces odiaba ser un fantasma, quisiera simplemente sentirlo de nuevo.

Rivers toma mi mano mientras Felix la abraza de lado.

Amaba esto...

—Este avance es muy bueno — habla la doctora — Démosle un poco de tiempo a Annie, puede que todo mejore.

—Muchas gracias, Doctora — agradece mi tía y la abraza.

Si decido quedarme || Aldo GeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora