Capitulo 10.

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Dos semanas después…

Harry había pasado dos semanas increíbles, todos los días Louis le regalaba un tulipán acompañado de otro regalo, a veces eran chocolates, otras veces cartas, incluso una vez le regaló una cajita pequeña llena de fotos de ellos juntos acompañada de un carta titulada "100 cosas que amo de ti", el omega no entendía de dónde habían salido tantas fotos, pero le encantó el detalle.

Cada mínima cosa que Louis le regalaba Harry la guardaba en una cajita que estaba escondida en un closet del sótano, cada vez que el alfa tenía que ir a trabajos urgentes como jefe de la mafia al rizado le gustaba bajar al sótano y abrir esa cajita, repasando cada detalle que su alfa le había hecho.

Últimamente Louis estaba muy estresado y lo único que hacía al llegar a casa era estar junto a Harry en silencio mientras olfateaba su cuello, al parecer había un socio que le estaba causando problemas.

Era sábado y Harry le había pedido a Rosa que se tomará el fin de semana libre, quería hacerle una cena sorpresa a Louis, tal vez pasar el rato juntos lo ayudaría a tranquilizarse.

Ya toda la cena estaba lista, incluso la mesa ya estaba puesta, Harry estaba arreglando sus rebeldes rizos cuando escucho la puerta principal ser abierta.

—¡Lou!—Harry estaba por bajar las escaleras para saludar a su alfa, pero no sintió su aroma, no era Louis.

El omega recordó cuando una vez el alfa le dijo que si estaba en una situación así se escondiera en el cuarto de invitados, cerrará todo y empezará a llamarlo.

—Mierda Louis, contesta—Harry estaba desesperado llamando a su alfa, pero él no contestaba.

Estaba acurrucado en el interior del closet de la habitación de invitados, el omega estaba temblando y sollozando, esperando que algún milagro lo salvará.

Empezó a escuchar pasos fuertes acercarse a la habitación y cerró sus ojos tan fuerte como pudo arullandose a sí mismo en busca de calmar sus propios nervios y ansiedad.

Lo siguiente que escuchó fue la puerta de la habitación de invitados ser abierta y sintió un fuerte olor a cloroformo que causó que viera todo oscuro y perdiera la conciencia, cayendo encima de los brazos de alguien.

—Louis, ¿estás bien?—Liam veía a su amigo preocupado, habían acabado de matar a uno de los tantos empleados de Nikolay—Te ves enfermo.

—Es cierto, estás pálido—Zayn rápidamente sacó una botella de agua de un mini refrigerador que tenían—Toma, tal vez estás deshidratado.

—No es eso—Louis tomó un sorbo de agua—Siento una puta presión en el pecho que a duras penas me deja respirar.

—¿Qué?—Liam y Zayn se miraron fijamente preocupados.

Zayn se acercó a Liam sigilosamente sin dejar de ver a Louis.

—Li, necesito que te quedes aquí con Louis, dile al chófer que los lleve a nuestra casa, yo me bajaré aquí—Zayn susurraba mientras veía como Louis tomaba agua mientras se sobaba sus sienes.

—¿Qué? ¿Por qué?—Liam también susurró, viendo cada vez más intranquilo al alfa ojiazul.

—Algo le pasó a Harry y Louis lo está sintiendo.

—No quiero que vayas, es peligroso, pero está bien si es por Harry—Liam tomó a Zayn de la nuca acercándolo a él y juntando sus labios.

—¿Podrían esperar a llegar a su casa? Estamos en una limusina, no en un maldito motel.

Let Me Love You | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora