Días de Grazzia

Epilogo Valeria

Es un estupidez a lo que voy a asistir pero prometí a mama estar presente, mi hermanito se casa con la odiosa de Flavia, lo cual no me gusta nada, pero debo estar presente, hace unos meses me escape de asistir a la boda de Juliana, pero deberé verlos a todos ahora.

Todo me va bien ahora, Grazzia me recomendó para un par de castings y estoy participando en una serie, no me puedo quejar, aunque mi personaje es una malvada se que pronto llegara el protagónico, lo presiento.

La ceremonia fue aburrida, no entiendo como la gente se casa, yo no quiero hacerlo obviamente tengo muchas cosas más importantes en la cabeza que ellos. En la recepción puedo ver a tova la Familia, Juliana esta embarazada, se puede ver que es feliz y su esposo la toma de la mano para bailar con ella. Después están tia Laura y Tio Thiago, ambos riendo con mis padres, mientras que mas alla están Emiliana y Luna, vaya vaya, Sebastian también está aquí, pero esto se pone interesante, pero se acerca a Luna y le Va un beso en los labios, asi que están juntos, no me extraña. Una niña de grandes ojos cafes con el cabello rojizo de unos dos años me mira atentamente, tiene un vestido parecido al de dama de honor en versión infantil.

-          Vamos Esperanza papa te está buscando – llega un niño de ojos azules y cabellos rojizos también pero ella no quiere irse

-          Aquí están – un voz familiar me saca del concurso de miradas con la niña – Valeria que gusto verte – ahí estaba el tan apuesto a pesar de los años – espero no te hayan estado molestando – se disculpa

-          Papa yo le dije que la estabas buscando pero no me hizo caso – acusaba el niño

-          Ya Joaquim ve a buscar a Javier, yo llevo a Esperanza con mama- toma a la niña en brazos mientras el niño corre hacia el otro lado de la habitación

-          Es muy bonita – le comento

-          Oh Gracias, se parece mucho a Alma, ¿no te parece? – sonríe orgulloso

-          Ya lo creo – sonrío educadamente – Ahora tienes ¿tres?

-          Si, tengo tres hijos, Javier anda por allá – señala la dirección en la que el otro niño se fue- con Alma, es bueno verte, no deberías perderte así de la familia, ya me voy que esta preciosura debe comer- sonríe y se va.

El seguía como siempre, tan amable y guapo, tenía tres hijos, cuando ella se fue solo estaba Javier, ahora tiene dos más, con ella, con Alma, la vio a lo lejos recibir a la pequeña de los brazos de Paul y sonreír. Aun no podía creer que la haya perdonado, cuando Flavia les conto a todos que ella había sido la que revelo a sus primas lo de Grazzia se armó el drama y su madre se sentía avergonzada, pero ella decidió irse.

-          Esto no es para nosotras – era Grazzia la que le hablaba

-          No que estas cambiando – le recrimine

-          Quiero que Elena sea feliz y tratare todo lo que ella quiera, pero eso no quiere decir que yo me sienta a gusto aquí, porque al igual que tú, toda esta cursilería no me agrada

-          Sigues siendo la única que me comprende – le digo – ¿que sientes que tu hija sea más feliz con la abuela Julia que contigo? Míralos tan viejitos y dando estos espectáculos- podía ver al ex esposo de Grazzia, Saul bailando con la madre de Paul.

-          Cada quien tiene lo que se merece – responde – yo merecía mas, éxito que es lo que tengo y tu también querida, vámonos que nadie nos echara en falta- finalizo poniéndose de pie y perdiéndose entre los bailarines.

Grazzia tenía razón, cada quien tiene lo que se merece, pero también es cierto que no quiere quedarse sola, Grazzia está sola, en su gran casa pero sola, con su éxito pero sola, sin nadie con quien compartir, sus hijas son mas felices sin ella en sus vidas, pero eso no quiero, no quiero pasar desapercibida, no quiero que les de igual si no estoy, quiero ser feliz, miro a mama y papa, son felices, están juntos ellos me aman a pesar de todo, estas personas me quieren a pesar que les hice daño, tio Paul y Alma siguieron a pesar de todo, hasta sus primas son felices y su hermano esta con quien ama, nunca lo vio con ese brillo en los ojos.

-          ¿Qué paso?- era Grazzia otra vez – vienes?

-          Sabes, creo que toda esta cursilería si me agrada – su rostro fue un poema- bueno niña sabes dónde encontrarme cuando te aburras de esto.

Creo que quizás no seré la mejor persona, pero sé que soy mejor que ella y por dios, no quiero ser una copia de aquella mujer.