REFLECTIONS | Misho Amoli

TWENTY-TWO

Estoy abajo en la entrada por si las dudas.
20:23

Al final sigue en pie lo de la salida?
20:47

Mihail.
21:20

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19:56

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Abrí las puertas de mi casa con cansancio, prendí las luces con una mano mientras me quitaba las sandalias con la otra, las tiré a algún lado de la casa mientras me quitaba la ropa que luego de un buen rato sentada había logrado hacerme sentir incómoda.
Dejé la ropa sobre uno de los sofás y caminé descalza hasta el baño para desmaquillarme.

Me miré el rostro, mis labios torcidos, las cejas rectas, los ojos cansados, esa era la cara de una mujer derrotada que había vuelto a cometer el error de confiar en un hombre.
Tomé una toallita desmaquillante y me la pasé por todos lados sin mucho cuidado, quería sentir la cara ligera de una vez.

No lloré, no grité, no rompí nada, estaba tan enojada pero sobre todo estaba cansada, decepcionada y triste, lo suficiente para no querer dar pelea, no iba a darla.
Me puse un camisón de pijama y caminé a la cocina.

Abrí mi bolso, de él saqué un paquete de mentolados, mi encendedor de Hello Kitty y tomé mi teléfono antes de salir al balcón.
Abrí Twitch rápidamente queriendo aprovechar mi viernes por la noche en algo que no sea hundirme en la miseria, ahí lo ví.

Estaba en directo en condenado hijo de puta, corrí adentro y encendí mi computadora, puse su directo en pantalla completa.
Estaba literalmente hablando de ropa, no respondía los comentarios, no estaba haciendo ninguna boludez, solo hablaba de ropa.

Agarré mi teléfono y con un poco de malicia decidí llamarlo, hubo unos segundos hasta que le empezó a sonar el teléfono en directo, se muteó más no se levantó de la silla, la sonrisa de la cara se le desapareció cuando vio la pantalla, se llevó las manos a la cara antes de atender, justo cuando lo hizo colgué y bloqueé el teléfono.

Fueron mínimo diez veces las que me llamó, se le había puesto mala cara, estaba muy serio.
El chat en su directo le preguntaban que pasaba, cerró directo sin decir una sola palabra más, ví que era algo común en el puesto que su chat solo lo puteó antes de comenzar a salirse.

Tomé mi computadora y, dejando que mi teléfono suene, salí al balcón mientras me ponía el último directo de una serie de rol que venía siguiendo desde el año pasado, me prendí un mentolado y me lo fumé con calma mientras esperaba que se desatara el desastre que traía su nombre.

No tardó mucho en venir a mi casa, eran las once de la noche ya, no le abrí, tocó la puerta varias veces, tuve que silenciar mi teléfono.

- Valentina, sé que me oyes, ábreme por favor.- Suplicó en la puerta, me hacía acordar a un perro cuando le cierras la puerta, solo le faltaba rascar la esquinita.

Comenzó a tocar con insistencia, miré por las cámaras de mi puerta, estaba sentado fuera, vestido como lo había visto, despeinado y con cara de cordero degollado.
Apagué las luces de casa y me fui a la heladera, no era muy común el delivery de helado a domicilio en todos lados por lo que ante la duda me había abarrotado de botes de menta granizada, agarré uno de un kilo y me fui a acostar a mi cama de dos plazas con mi computadora.

Me puse mis auriculares inalámbricos y seguí viendo mi directo tranquila, asombrosamente me sentía genial, Mihail volvió a llamarme otras tres veces antes de parar, se habrá dado cuenta que no quería verlo.

NOTA DE LA AUTORA:

It was the first time but it won't be the last 🎶

MUAJAJAJAJAJAJA

Update: Si estoy bien para ir a la escuela estoy bien para actualizar.

Update 2: Vomité dos veces en la escuela, tan bien no estaba.

Update 3: Vi gente escandalizada cuando dije que iba a la escuela, en unos meses cumplo mis debidos 18 años, un poco de calma, que yo sé que da impresión pero no soy una nena de 12 años, ya voto, cobro y tengo mi negocio de venta de metanfetaminas.

NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR 🤍

Los leo.