Shuell torció ligeramente la boca.

Originalmente, Netri y Brent eran las dos principales familias que producían espadachines talentosos, así que no tenían una buena relación. No, sería más correcto decir que eran enemigos.

Netri se encargaba principalmente de la guerra contra hombres y operaba en la capital. Por el contrario, Brent se ocupaba de los demonios en el Norte y su manejo de la espada era tan sanguinario que despertaba el miedo y temor de las personas.

Tal vez por eso, cuando se trataba de espadas, muchas personas recordaban primero con naturalidad a la familia Brent. Entonces, a pesar de que Netri operaba en la capital, muchos de los caballeros que ocupaban puestos importantes dentro del Imperio aprendieron el manejo de la espada de la familia Brent.

Naturalmente, desde el punto de vista de Netri, la existencia de Brent, que ocupaba tanto la confianza de los ciudadanos como los caballeros con posiciones centrales importantes, no era más que una molestia.

Además, dado que los miembros de la familia Brent no se desenvolvía bien en sociedad porque su habilidad con la espada consumía sus emociones, no se podía esperar humanidad o lealtad de ellos, e incluso las conversaciones cotidianas no transcurrían bien porque eran excesivamente rígidos.

Tales conflictos, que nunca pudieron resolverse, continuaron de generación en generación. Quizás por estos motivos se quedaron en el Norte.

Brent era una familia con muchas restricciones, desde expresar sus emociones hasta el manejo de la espada y el trato con las personas.

Como invadió la residencia de la familia Brent, fue una suerte que Shuell no fuera echada de inmediato.

Tal vez pensando que estaba decepcionada porque su propuesta de matrimonio fue ignorada, Sally habló amablemente.

—Probablemente es porque se encuentra muy ocupado. El grupo de subyugación no regresó según lo planeado.

—Entonces, ¿podré ver su rostro por la noche?

—S-Sí... —respondió Sally con vacilación.

La propuesta repentina no funcionó, así que Shuell comenzó a pensar en otra manera.

¿No era prioritario verse cara a cara para recuperar sus sentimientos? Porque no había forma de devolverle remotamente sus emociones.

Shuell sintió una pared invisible desde el primer instante en que vio a Rayglen.

«La perfección encarnada.»

Cabello más oscuro que el ébano y una mirada tan afilada como cuchillas.

Si no fuera por los escalofriantes ojos azules, podría haberse mezclado con el desolado norte y no haber sido distinguido. Además, en la novela original siempre fue descrito vistiendo un pulcro uniforme, pero, ¡pudo verlo vestido con ropa informal! Incluso una simple camisa lo hacía ver hermoso.

Cuando recordó los fríos ojos azules del día anterior, Shuell no pudo evitar soltar una exclamación y estremecerse de alegría.

—Es una pena, desearía haber hecho un retrato para colgarlo en la pared.

En cuanto terminó de hablar, Sally retrocedió un paso.

—Nunca he visto a alguien parecido a la señorita.

A diferencia de las palabras de Sally, la forma en la que hablaba era amistosa.

—Me alegraría que nuestro Gran Duque dijera eso.

Las palabras "nunca he conocido a alguien como tú", ¿no marcan el comienzo de un romance? Por supuesto, no era la emoción que Shuell esperaba.

«Tan solo quería que la propuesta lo sorprendiera o avergonzara.»

Shuell suspiró mientras miraba el puro paisaje del Norte donde el sol era bastante visible, a diferencia de la noche.

—¿De verdad recorrió todo el camino en carruaje?

—Sí, fue mejor de lo que pensaba. La pareja de mercaderes fue muy amable.

Montó un carruaje mercante desde el Sur y tardó unos diez días más o menos. Aun así, fue más cómodo de lo que pensaba, probablemente porque viajó en un espacio amplio con las gallinas en lugar de un maletero angosto. Por supuesto, no era algo que haría una mujer procedente de una familia aristocrática.

—¿Le gusta tanto Su Alteza? —preguntó Sally con incredulidad.

—Sí, no hay muchas personas que me den ganas de vivir solo con mirarlas.

Originalmente no era muy diligente, pero haría cualquier cosa por Rayglen. Incluso estaba dispuesta a formarse en una larga cola desde el amanecer para comprar la edición limitada de la novela.

Sin importar lo que hiciera, nada podría ser más duro que soportar la muerte de Rayglen.

Cuando se sumergió en las ruinas el Norte, por cuya protección él lo había dado todo, el corazón de la Shuell actual también se derrumbó. Entonces, estaba decidida a recuperar sus sentimientos de alguna manera.

«Deseo que sea feliz.»

Los ojos de Sally se llenaron de admiración.

Ante esa mirada, Shuell sonrió tímidamente.

—Entonces... ¿me podrías decir cuál es el horario y actividades habituales del Gran Duque?

Los ojos de Shuell ardieron con curiosidad.


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—Se dice que Shuell Netri fue excomulgada de su familia no hace mucho.

—¿Cuál es la razón?

—La razón es que no pudo manifestar la habilidad de la espada. Al ver que su hermana menor, Elina Netri, está actualmente al mando de los Caballeros Imperiales, parece ser que fue dejada de lado en la lucha de poder.

El capitán de la guardia personal, Jess Belio, miró a Rayglen con el rostro demacrado.

A diferencia de Jess, que estaba cansado por trabajar durante toda la noche, Rayglen no parecía agotado a pesar de que toda la noche estuvo despierto. Después de todo, no había lugar para que el cansancio se colara en la fría expresión que nunca cambiaba.


La villana cautiva al Gran DuqueМесто, где живут истории. Откройте их для себя