CAPÍTULO 25

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Cuando me di cuenta que estaba llorando sonreí

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Cuando me di cuenta que estaba llorando sonreí.

—¿Te gusta?.—Inquirió Caleb preocupado.

Me limpié una lagrima y asentí.—Es el mejor regalo que alguien me haya dado.—Solté de manera sincera mientras sentía mi corazón latir con mayor fuerza. Me dediqué a mirar la muñeca que venía con pascal.

—Vaya, Caleb humilló a todos.—Soltó Marc haciéndo que todos volvieran a reír.

<<Mi yo de ocho años estaría más que feliz con este regalo>>

Mi madre dijo que era momento de probar el postre que Marc había preparado solo para nosotros y dejé mis regalos en la sala a excepción del de Caleb, el cual me llevé a mi cuarto.

Bajé para comer del pay de queso que Marc había preparado, no podía negar que Marc era talentoso para esto. Estaba delicioso.

Unas horas después todos se habían ido a dormir. Mientras estaba en mi habitación no dejaba de pensar en las miles de cosas que había sentido hoy. Las palabras de Caleb cada día me ponían nerviosa, mis manos sudaban y mi corazón latía descontroladamente.

Tomé la decisión de salir a tomar un poco de aire, me puse mis pantuflas de color verde y tomé un suéter blanco porque sabía que había frío.

Bajé la escaleras sin hacer mucho ruido. Cuando estuve en la sala vi la luz de la cocina encendida y me acerqué para ver quién estaba ahí.

—¿Caleb?.—Dije al verlo sacar agua del refrigerador. Caleb casi se ahogó con el agua que estaba tomando al verme. Me preguntaba por qué había reacciónado así hasta que me vi y me acordé que solo tenía un suéter que  cubría mi ropa interior.

—¿Qué haces despierta?.—Preguntó Caleb finalmente.

—Lo mismo te pregunto.—Respondí haciéndolo sonreír.—Yo estaba por ir a tomar aire.

—¿Con tanto frío?.

Me encogí de hombros diciendo que era la única manera en la que me dormiría rápido.

—¿Puedo ir contigo?.—Cuestionó y para mi desgracia respondí rápidamente que sí.

No tuve tiempo de lamentarme porque de forma inesperada Caleb tomó mi mano y salimos juntos de la casa. El frío rápidamente me erizo los vellos de mis piernas desnudas.

Decidimos sentarnos en el pasto de mi pequeño patio mientras mirábamos a la calle (era tan tarde que no pasaba ni un carro). Mi casa estaba a lado de la calle así que era fácil saber que era demasiado tarde.

—Mira.—Habló Caleb haciendo que lo mirara de reojo, señalaba al cielo así que dirigí mi mirada hacia allá.—Esa estrella se llama Rho cassiopeiae.

Alcé mis cejas sorprendida.—¿En serio conoces los nombres de las estrellas?.

—Solo de algunas, por ejemplo conozco a la Rho Cassiopeiae porque es una estrella gigante y lejana que se puede ver a simple vista y no como otras, además es una estrella que se diferencía de las demás por su brillo.—Informó y mientras él veía la estrella me tomé la libertad de recorrer su perfil, tenía una sonrisa que mostraba su perfecta dentadura. Y ya podía imaginar sus ojos mientras hablaba de lo que le apasionaba.

Farsa de amor con el chico oveja [Finalizada Sin Corregir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora