Two

48.8K 3.3K 413
                                    

Observé el gran árbol que daba con mi ventana y suspiré cansada por todo lo que había estado sintiendo durante esta semana.

Comencé a golpear la pluma que tenía en mi mano con mi mesa de madera por el nerviosismo que invadía mi cuerpo.

Desde que me fui del parque la semana pasada me he sentido observada. En la calle siento que me observan, en los centros comerciales, en los restaurantes, en mi propia casa y en mis sueños.

Intenté contarle a mi mamá sobre lo que me estaba sucediendo pero al final decidí no hacerlo. Imaginarme a mi madre alarmada por algo que no podría ser cierto me hizo sobre pensar las cosas. Ella ya tenía mucho con su trabajo y con la casa así que ponerle otro peso encima no iba a ser lo mejor.

Me paré de mi escritorio y me dirigí hacia una esquina de mi cuarto para poder agarrar mi celular. Bufé al notar que no había recibido ningún mensaje de mi madre.

— Sales dos días de la ciudad y no te dignas a mandar mensaje — Hablé haciendo referencia a mi madre — No puedo creer que ahora yo soy la que debe de preocuparse por ti.

Comencé a prender las luces de mi casa conforme hacia mi trayecto hacia la cocina. Estiré mi mano y la acerqué hacia uno de los platos para poder agarrar una manzana.

Mientras comía gustosa de dicho alimento volví a sentir como alguien me observa a mis espaldas. Dejé la manzana a medio terminar en la mesa y me volteé hacia el pasillo para poder intentar descubrir de quien se trataba.

— No puede ser que me estoy volviendo loca  — Hablé mucho más alto de lo normal  — ¿Hola?

Volví a caminar de una forma más lenta hacia la sala. No esperaba encontrarme con nadie, así que bufé frustrada por seguir tomándomelo tan a pecho.

— ¡Maldición! — Un grito de mi parte se logró oír hasta el vecindario vecino — No me hagas esto ahora — Murmuré sacando con rapidez mi celular para alumbrar el lugar.

Todas las luces de mi casa se apagaron de un momento a otro causando que mi corazón latiera a mil por hora.

— Esto no me puede estar pasando a mi — Desbloqueé mi celular para poder mandarle mensaje a mi madre pero no tenía ninguna línea de señal — Que mierda...

Todo mi cuerpo se paralizó en el momento que sentí una presencia detrás de mi. Mi respiración comenzó a agitarse cuando la persona que se encontraba detrás de mi soltó una carcajada diferente a las que estoy acostumbrada.

— ¿Por qué te tensas tanto Jade? — Su voz completamente grave retumbó en mis oídos — Aún no pienso hacerte nada.

Aún

Se acercó a mi para poder rodearme de la cintura y acércame a su cuerpo. Comencé a temblar ante el miedo que eso estaba causando en mi, pero él lo ignoró por completo.

— No entiendo por qué te pones como un conejo — Su nariz comenzó a repasar todo mi cuello — Hueles tan bien — Sentí como comenzaba a sonreír por todo lo que estaba causando en mi.

— Suéltame — Hable entre dientes para intentar apartarlo.

— Nunca te di permiso para hablar pequeña — Apretó mucho más si agarre en mí — Si no te comportas yo te enseñaré a hacerlo — Una de sus manos agarro un mechón que tenía en la cara y lo puso detrás de mi oreja — ¿Te parece?

Secuestrada por mi mate alpha < LIBRO EN CORRECCIÓN >Donde viven las historias. Descúbrelo ahora