El Cazador entre Villanos

Capítulo 16: Cazador conoce al Heroe

Endeavour no respondió al comentario de Eraserhead.

"Oh..." Mt Lady se volteó hacia él, aprovechando la oportunidad de escapar de la incomodidad. "¿Qué le hizo Garou para acabar aquí?"

Eraserhead, la momia, miró a Endeavour por un segundo antes de regresar su vista hacia Mt Lady.

"Fue golpeado en las costillas, múltiples fracturas y fuertes contusiones. Ni siquiera pudimos evitar que lo sacaran del ring antes de que el mostrará sus colmillos ante nosotros," suspiró Eraserhead. "Y terminó como lo ves. Tampoco estamos exactamente orgullosos de eso, así que no des por sentado la Quirklesidad de Garou la próxima vez."

"Emmm." Mt Lady no estaba segura de qué decir.

Llegó hasta Garou con esa mentalidad, pensando que Garou estaba indefenso ya que no tenía Quirk. Después de hablar con los otros héroes, Mt Lady pensó que necesitaba actualizar su conocimiento actual de Los Quirkless, al menos para aquellos que comparten el caso único de Garou.

"Entonces... ¿qué van a hacer después de salir?"

------------------

Mientras tanto, un hombre estaba comiendo en un puesto de fideos a unas calles de distancia de la Arena de Garou para los Retadores. Su cabello empapado de escarlata, su ojo derecho lleno de sangre y su rostro parecía como si hubiera soportado lo peor que la vida podía arrojarle, endurecido por años de batalla. El hombre estaba de pie detrás del mostrador de madera, de mediana edad y vestido con un uniforme de chef blanco estándar. Colocó otra porción de Tempura para el hombre aterrador, el plato humeante y caliente se unió a sus hermanos en espera de que el monstruo cenara mientras continuaba sorbiendo sus fideos del tazón tibio y humeante.

"Hah, comensal o no, todavía no te perdonaré por ahuyentar a los clientes." Dijo el hombre, hablando desde su boca de camarón.

El comensal habitual levantó la vista, mirando la cabeza de camarón del chef. El dueño del puesto de fideos al aire libre tenía un camarón por cabeza, mientras que el resto de su cuerpo era humanoide. Sus ojos podrían sobresalir de sus órbitas como gusanos y puede girar la mirada sin mover el cuello. Tenía los ojos de un camarón mantis, un crustáceo con habilidades perceptivas sin igual.

"Perdón por molestarte, Ebiken," dijo Garou con la boca llena, masticando los fideos rellenos en sus mejillas. "Pero volverán. No te preocupes."

"Tu 'plan' para atraer a los demás de regreso con tus 'trucos públicos' en la ciudad no inspira confianza." Ebiken Shoshi, el dueño del puesto, le sirvió a Garou un vaso de cola mientras sus ojos miraban la falta de tráfico. Antes, la población era tan baja como podía ser, pero ahora era escasa.

Garou tomó el vaso de refresco de cola y se lo bebió, "Ahhhh."

El refresco de cola siempre fue su bebida favorita.

"Dale tiempo", Garou arrojó tempura de camarones a sus dientes, masticando audiblemente.

"¿Recuérdame otra vez por qué no debería prohibirte venir aquí, Garou?" preguntó Ebiken.

"¿Masacré a los villanos que te hostigaron?" Garou le recordó a Ebiken cómo hizo sangrar a cuatro gánsteres que robaban su caja registradora cuando hizo su primera pila de villanos en Hosu.

"También reduciste a mis clientes habituales a la mitad con ese truco." Ebiken suspiró cuando terminó de cocinar otro juego de fideos para el Demonio de Hosu.

La vida había dado un giro apacible y morboso para el hombre simple y el resto de la gente amable. Ahora tenían que luchar para salir adelante gracias al hombre que cenaba en su puesto. Quería responsabilizarlo, pero no se atrevía a hacerlo. El hombre no era un villano como los demás, y Ebiken no quería probar su suerte. Garou había dejado su huella en Hosu, y no había nada que un simple civil o los héroes pudieran hacer al respecto.