𝐈𝐊𝐀𝐑𝐈 【𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐞】

𝟎𝟒𝟔

Uzumaki no tardó en soltar una sonrisa traviesa para después quitarla al poder notar la mirada terrorífica que le daba su amiga - ¡NI SE TE OCURRA HACER LO QUE ESTÁS PENSANDO, COCHINO! – tras decir aquello se fue a ocupar las aguas.

Apenas habían pasado unos minutos desde que la joven había dejado al rubio con aquel Jonin, su corta tranquilidad se vio interrumpida gracias a que sentía una mirada y no tardó en buscar al responsable.

Para su sorpresa no encontró a ninguna mujer dentro de las aguas observándola – ¿Dónde? ¿Donde? – se preguntaba mientras se agachaba para buscar mejor al responsable o algún orificio en el cual puedan estar espiando, hasta que lo vio.

No había necesidad de actuar esta vez, iba a desquitar su furia con aquel depravado que haya estado espiando.

Salió rápidamente cubriéndose con la toalla a los vestidores y cambiarse de inmediato para salir, mas lo que encontró fue una extraña escena donde Naruto aplicaba el, conocido por ellos, "Jutsu del dedo secreto: Mil años muerte" a Ebisu, quien no reaccionó – No se que es más asqueroso, si Naruto metiéndole dedo a Ebisu-san o ese hombre – trató de acercarse para escuchar que decía mientras el mayor hacía una pose rara.

Su atención se llevó Naruto cuando lo escuchó llamar al peliblanco "Sabio pervertido" - ¡ANCIANO DEGENERADO! – se lanzó sobre el mayor quien fue atacado sin previo aviso por la espalda - ¡TU ERES EL QUE ME ESTABA MIRANDO! ¿VERDAD? ¡HABLA HABL...! – Sus intentos de ahorcarlo pararon cuando el mayor la agarró de su ropa y la trajo frente a él, como si su peso no fuera problema alguno - ¡Bájeme! Oiga ... - pataleaba para poder librarse del agarre, pero sus intentos eran nulos.

─ ¡APARTE DE DEJARME SIN MAESTRO SE ATREVIO A MIRAR A MI CHICA! – la menor quedó quieta tras escuchar eso y giró su cabeza al rubio, quien rápidamente se tensó al ver esa mirada.

─ ¿Qué dijiste? – preguntó con un tic en el ojo - ¡NO SOY NI TU CHICA NI LA DE NADIE! ¿OISTE? – sus pies volvían a moverse con fuerza.

─ Vaya, una mujer ruda – habló por fin el peli-blanco – Verás no quiero que me malinterpretes – dijo bajando a la chica y mientras Naruto se acercaba a ella para poniendo un brazo frente a la muchacha como señal de "protección" – Yo soy un novelista, escribo libros grandiosos como este – sacó una muestra que los menores rápidamente reconocieron.

─ ¡YA LO RECUERDO! ¡USTED ES JIRAYA-SAN! - ¿USTED ESCRIBIÓ ESO? – dedujeron Ikari y Naruto respectivamente.

El mayor no tardó en fantasear que era lo suficientemente famoso en la aldea – Así que lo conocen.

─ ¿Investigación? Si claro – la azabache se cruzó de brazos y giró su rostro rojo por haber sido expuesta.

─ Solo es un pretexto para espiar a las niñas en el baño – terminó de sentenciar el rubio, sonrojando más a su amiga y haciendo que todas las mujeres salgan del lugar.

Inmediatamente el canoso se alteró al verlas irse - ¡ARRUINARON MI INVESTIGACION!

─ Viejo cochino – dijeron ambos mejores con cara de cansancio y entrecerrando sus ojos.

La charla siguió hasta que Ikari dio la grandiosa idea de que Jiraya enseñe a Naruto como recompensa por dejar indispuesto a Ebisu.

─ ¡Oiga! – llamó l a azabache cuando el canoso había negado su propuesta - ¿Dónde quedó su sentido de la responsabilidad? ¿eh?

─ ¡Yo no podría enseñar a alguien que no aprecia mi trabajo! – aquello definitivamente perturbó a los chicos, pues aun eran unos niños para entender ese "trabajo"- Además no me gustan los niños.

Naruto intentó convencerlo de que sus libros eran interesantes y varias escusas que se había inventado en ese momento, pero ninguna lo suficiente para que el mayor caiga en aceptar.

Pasó unos segundos para que una ventisca acompañara en la salida del Sanin – No me importa que sea un pervertido, ese viejo es grandioso – habló el Uzumaki entusiasmada y embobado por aquella presentación - ¿Qué esperas Ika-chan? Debemos atraparlo – la azabache lo miró con los ojos entre cerrados y con eso bastaba para entender que le desagradaba, pero el rubio no lo entendió y la jaló en su aventura.

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Uzumaki y Hatake iban por las calles buscando al "Sabio pervertido" como cariñosamente lo había apodado, pero no lograban encontrarlo por ninguna parte hasta que escucharon unos gritos de una mujer alterada – Es más pervertido que mi entrenador anterior – habló Naruto totalmente avergonzado.

─ Pero no tienes otra opción, además no está en los libros de historia por las puras ¿No? – trató de animarlo y juntos se dirigieron a él.

Tras un corto escandalo en el que más de una persona se enteraba de las malas costumbres del mayor, Naruto fue puesto dentro de un barril y auxiliado por su amiga, quien se había salvado al quedarse callada.

Se pasaron un buen rato buscando al peliblanco por todo lado, pero al encontrarlo este le puso la condición al rubio de traer una madura, sabrosa con curvas; aventura en la que Ikari estaba encantada de ayudarlo.

El tiempo pasó y Naruto estaba seguro de haber encontrado lo que se le había pedido, aunque la Hatake estaba en contra de eso pues conociendo al Sanin pervertido eso no era lo que tenía en mente.

─ ¡NO ME REFERÍA ESO, TARADO! – exclamó Jiraiya al ver la sandía que había llevado el chico, ganándose un "Te lo dije" de su amiga.

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