Honey Kisses |horan|

Capítulo 18.

-...______. Bonita, despierta-escuché unos susurros desde mi derecha.
-¿Qué- qué sucede?-murmuré algo alterada.
De inmediato noté la alegre mirada de Niall, observando cada centímetro de mi rostro. Sonreí al instante con el simple hecho de verlo junto a mí. Sus brazos se apoyaban en la ventana del auto y sus manos sostenían tiernamente sus mejillas.
-Baja del auto, princesa-sonrió abriendo la puerta del copiloto.
Bajé del auto con total pereza y tallé mis ojos mientras bostezaba. La luz solar ya se había hecho paso ante mis ojos, lo que me permitió ver con total claridad lo que hacía tiempo tenía ganas: el mar. La cabaña se encontraba unos kilómetros más arriba de éste, y nos dejaba una vista perfecta hacia la playa, la cual ahora se encontraba completamente vacía, pues no eran más de las 10 de la mañana.
-¿Qué hora es?-decidí preguntar al amor de mi vida.
-Las 8.30 de la mañana. ¿Te parece si vamos a descansar un momento y luego entramos las cosas?
-Sería perfecto-mordí mi labio inferior.
Su fuerte brazo me atrajo hacia su cuerpo, haciéndonos quedar a centímetros de distancia. Sólo atiné a quedarme observando sus perfectos labios que se curvaban lentamente, gesto que me mataba.
-Te amo-susurré.
-Te amo más.
-¡No! yo te amo más-reí besando fugazmente sus labios.
-¡Que no! Yo te amo mucho más y punto final.
-No, mientes-reí mientras corría dentro de la cabaña.
Mis piernas corrían de una habitación a otra, intentando escapar de Niall, quien venía a la siga mía. Al parecer, le encantaba hacerme correr. Una vez que encontré el dormitorio, me tendí boca arriba sobre una gran cama que ocupaba la mayoría de éste. Niall, al verme ahí recostada, caminó lentamente hacia mí, y se subió la cama. Gateaba tal como un bebé, hasta tenderse a un lado mío. Sus labios lograron capturar los míos de una forma bastante delicada. Su mano derecha bajó desde mi mejilla hasta mi cintura, y se mantuvo ahí, acariciándola suavemente. Nuestro labios mezclaban frío y calor, miel con azúcar y amor con... más amor.
-Te amo-susurró aún en mis labios.
-Te amo, Niall. No quiero perderte jamás.
-Entonces jamás me iré de tu lado. Estaré toda mi vida contigo.
-¿Hasta viejitos?-reí.
-Hasta viejitos-sonrió.
Le di la espalda para, así, poder conciliar el sueño. Mis ojos pesaban, y estaba segura de que los del rubio también. Su brazo rodeó mi abdomen y su respiración resonaba en mi cuello, cosa que hacía que una corriente eléctrica me invadiera por completo.
-Te amo, _______-susurró en mi oído.
-Te amo, Niall. Jamás lo olvides.
Nuestras palabras cesaron y nuestros ojos lograron descansar. Mi vida estaba completa... ¿qué digo? Mi vida estaba justo a un lado mío, durmiendo como un bebé. Mi vida me amaba tanto como yo a él.