El día siguiente ya había llegado y ya los 10 chicos se encontraban en la ciudad vecina, calentaban en la cancha antes de comenzar el juego, no tenían problema con los humanos que estudiaban en esa escuela, además de que no eran complicados de vencer, o no, su dolor de cabeza eran otros.
— apesta a perro mojado - y ahí estaban, Heeseung junto a sus hermanos, era sorprendente como siempre en quien pensaban cuando se hablaba de ellos, era en Heeseung, era como si fuera la cabeza del grupo, aunque ese en verdad fuera jungwon, y lo más interesante es ese comentario no salió de ninguno de ellos.
— que raro yo solo siento el desagradable olor a madera podrida - respondió maki mientras sin miedo alguno se acercaba a Ni-ki, el vampiro con un característico olor a roble.
— muy valiente, que tan valiente eres en la cancha, ¿eh cachorrito? - esta vez hablo Jay, apenas se acercó sunghoon puedo sentir ese fuerte olor a sangre, todos los olores de los vampiros se mezclaba con el característico olor de sangre de la especie, pero Jay, Jay olía puramente a sangre a un punto que podía marear a cualquiera.
— no sabía que los cadáveres podían hablar - dijo Yuma quien no dudo en defender a su hermano lanzando un ataque directo a la falta de olor de Jay.
— ya está siendo suficiente, chicos hay que calentar - Heeseung se interpuso en el medio de ambos grupos intentando detener todo eso, los chicos no parecían escucharle, así que me acerque a ayudar.
— Yuma, maki, ustedes trajeron los cascos, pueden ir a buscarlos, es que no sé dónde los dejaron - les pido amablemente como excusa para lograr que se alejen de ahí.
Ambos hermanos se fueron murmurando mientras el par de vampiros sonreían victoriosos, volteo a verlos con una mirada inexpresiva y hablo directamente a Heeseung - saca a tus chicos de acá, no queremos más problemas antes del juego - intento que suene lo más calmada posible.
— no necesitamos que nos dé órdenes uno de los tuyos, además apestas - hablo un cuarto, cuando voltearon a verlo no era más que sunoo, si le preguntabas a cualquiera sunoo era el más dulce y amable de todos, si le preguntaban a sunghoon era de los chicos más insoportables y molestos que podían existir.
— lo único que apesta es tu asqueroso olor a uvas podridas - hablo Taki quien apareció detrás de sunghoon, ese par peleaba cada oportunidad que tenían.
— chicos sunghoon tiene razón, ya dejen de molestarlos y vallan con jungwon y Jake a practicar - hablo Heeseung volteando a ver a sus hermanos.
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La noche había llegado y el juego ya había terminado, en los vestuarios la manada de lobos festejaba alegremente junto al resto de su equipo, debido a lo tarde que había terminado aquel juego se quedarían a dormir en esa ciudad, igual la suya no estaba lejos, se podía llegar caminando más no era muy seguro a esa hora, a primera hora irían de regreso a casa.
Salieron de la academia directo al hotel, todos hablaban animadamente festejando, un mensaje llegó a su celular.
— dios me he dejado mi medalla en los vestidores - todo el equipo volteo a verlo y notaron que a diferencia del resto, él no llevaba la medalla colgando de su cuello.
— te acompaño - hablo fuma al instante acercándose.
— oh, no se preocupen, iré solo, mándeme la dirección cuando estén en el hotel, estaré bien solo - explico sunghoon antes de irse sin dar tiempo a responder, nadie vio raro eso, ya que el dueño del lobo azul solía ir por su cuenta la mayoría del tiempo, un lobo solitario.
