Capítulo 1

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Me encuentro en una cafetería a la que he estado frecuentado desde hace un mes, el café es horrible, ni siquiera se porque vengo a este lugar.

Si lo sabes, lo sabes perfectamente.

Una voz sonó en mi cabeza, está bien, a quien engaño, sí sé a qué vengo desde mi oficina hasta acá. Vengo por el simple hecho de que esta cafetería esta frente a una academia de Ballet llamada "The Ballet School".

Todos los días me siento en esta mesa ubicada frente a la ventana, para tener una vista de las bailarinas que pasan por el lugar de enfrente.

Si claro ¿Observas a todas las bailarinas?

De nuevo esta estúpida voz en mi cabeza, joder.

Está bien no observo a todas, solo observo a una sola, una sola muchacha que me ha dejado impactado e idiotizado.

Oh, aquí viene, tan hermosa como siempre trae puesto un leotardo negro, mallas rosadas y una pequeña falda volada. Su cuello está cubierto por una pashmina color rosa que hace que su piel blanca luzca aún más hermosa de lo que ya es, su cabello castaño está perfectamente acomodado en un moño. Lleva una mochila colgando en su brazo derecho. Viene acompañada de otra chica. Siempre viene con ella, son inseparables.

Ellas entran a la academia y se pierden dentro de ella.

Segundos después, aparecen en el cuarto de baile, lo llamo así porque no sé cómo se llame, es el lugar donde ensayan los bailarines, el lugar tiene un enorme espejo y varios tubos en los que se apoyan y estiran sus piernas.

Ella deja su mochila en el suelo y se sienta a un lado de ella, la abre y saca sus ballerinas rosas, se quita los zapatos que lleva puestos y se pone las ballerinas delicadamente en sus pies.

Se levanta y comienza a hacer círculos con su cuello, luego lo mueve de arriba abajo, pasa a sus manos las mueve igualmente en círculos, lo mismo hace con sus tobillos.

Se acerca a uno de esos tubos lo toma con una mano y comienza a elevarse en sus pequeñas y delicadas puntas, la mano que tiene libre la mueve de arriba abajo con una delicadeza extrema, parece realmente una muñequita.

Después de un rato de calentar -creo yo que a eso se le llama calentar- se para frente al espejo y comienza a hacer una rutina, lo sé por qué es la misma rutina que practica desde hace un mes.

Sus movimientos son precisos, hermosos, ella da vueltas sobre su punta y es como si estuviese flotando, no puedo ver su rostro desde aquí, pero estoy seguro que refleja una concentración extrema. Es como si se transportara a otro lugar, y solo estuviese ella, nadie más. Aunque a mí me gusta imaginar que yo voy con ella a ese lugar mágico en el cual parece estar.

Una vibración en mi pecho me desconcentra, saco el celular de la bolsa de mi camisa, veo el nombre en la pantalla y aparece el nombre de Shon.

-Aquí Mike- contesto la llamada.

-Mike, necesito que traigas tu "hermoso" rostro a la oficina- cuando dijo la palabra hermoso lo dijo de manera burlona- quiero que me firmes unos papeles.

Shon, es mi mejor amigo y el jefe de finanzas en mi empresa.

-Está bien Shon, haré un esfuerzo y llevaré mi rostro para que te deleites con él.

Shon rio desde el otro lado.

-Ok hermano date prisa, ¿Dónde estás?

-Estoy en una cafetería- Respondí.

-¿Cafetería?, tu odias el café.

-No es tan malo- me limite a responder, sé que estoy mintiendo, pero no quiero admitir que vengo hasta acá por una mujer.

-Está bien tus razones tendrás- dijo Shon- Solo trae tu trasero acá que esto es urgente.

-Bien, bien, allá voy.

Me levanto de mi lugar, tomo mi saco que lo había dejado en el respaldo de mi silla, saco unos billetes de mi cartera y los dejo en la mesa. Me dirijo hacia la salida y la mesera del local me guiña el ojo, yo le respondo con una sonrisa amable.

Salgo de la cafetería y voy a buscar mi auto. Cruzo la calle, subo la banqueta y choco con un cuerpo delgado, probablemente sea una mujer, tengo una suerte, ahora que tengo prisa me pasa esto.

Bajo la mirada y mi corazón se acelera al máximo.

La persona con la que choqué es la hermosa bailarina. No sé qué hacer, o qué decir, me siento tan nervioso.

Ella me mira con el ceño fruncido, se ve tan linda, quiero sonreír pero sé que si lo hago probablemente haga que se enoje más y no podre sacarle su nombre ni su número.

Creí que ya no podría ser más hermosa de lo que se veía de lejos pero me equivoqué, de cerca luce doblemente hermosa, sus ojos son grises y grandes, su nariz es afilada y pequeña. Tiene varios lunares, que combinan con su piel.

-Estas bien nena- ¿Qué estoy haciendo? Decirle nena a ella, esa frase la utilizo para ligar y yo no quiero ligar con ella, bueno sí pero no de esta forma. Sus hermosos ojos grises se agrandan por un segundo y sus mejillas se tornan de un tono rosa.

-Sí, estoy bien-Contesta de mala gana, su voz es realmente dulce.

Ella da media vuelta y se va, la quiero tomar del brazo pero se zafa.

-Espera-Grito pero es inútil, la veo desaparecer ante la multitud de Los Ángeles.

Estoy parado en el mismo lugar como un idiota sin saber qué hacer.

-Hermano, me das una moneda-dice un vagabundo estirando su mano.

Saco una moneda del bolsillo de mi pantalón y se la doy.

-Gracias-dice-te doy un consejo, NO TE ENAMORES DE UNA BAILARINA.

Y dicho esto se da media vuelta y se va.

Es la segunda vez que me dejan parado como un vil idiota sin saber qué hacer. Pero tiene razón no debo enamorarme de una bailarina, es más, de ninguna mujer.

No Te Enamores De Una Bailarina #NTEDUBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora