Royalty - Meanie/Minwon

Extra 1

°Especial Seoksoo°

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Cuando Seokmin vio a Joshua por primera vez, se sintió inmediatamente atraído, sin importarle siquiera el hecho de que ambos eran alfas. ¿Por qué siquiera molestarse? Nadie elegía a quién amar ¿no?

Desde que entró por esa puerta en la fiesta de cumpleaños de Wonwoo, lo dejó completamente cautivado con su aura seria pero brillante de todos modos.

Pero no fue hasta que su amigo se casó y él tuvo que vivir con el alfa que se dio cuenta de que no parecía ser una simple atracción pasajera como creyó en un principio. Su lobo jamás se había comportado así por alguien.

En una primera instancia no se atrevió a dar ningún paso para llevar su relación de: simples roommates y compañeros de trabajo, a algo más; pues Joshua nunca mostró alguna señal de interés en él.

Pero a medida que el tiempo pasaba y lo conocía un poquito más, caía por él con más fuerza; por su sonrisa hermosa y su risa cantarina que lo alegraban en un segundo. Sin embargo él seguía en la encrucijada de si actuar o no.

Hasta que un día no lo soportó más y lo besó en un impulso algo descuidado, sorprendiéndose cuando fue correspondido bastante activamente; siendo ese primer encuentro el desencadenante de los sucesos posteriores.

Fue así como comenzaron con una relación que parecía ser meramente física al inicio.

Pero ¿a quién engañaban? Ambos estaban enamorados hasta las patas del otro aunque no sintieran la necesidad de decirlo en voz alta aún.

Sin embargo, antes siquiera de poder formar algo más sólido y que su relación evolucionara en profundidad (como ambos deseaban secretamente), el incidente de Yuna pasó.

Joshua nunca tuvo demasiada confianza, por lo que no fue difícil para él ponerse ciertas trabas invisibles para detener algo que ni siquiera empezaba; lleno de ideas que en su cabeza parecían correctas pero en realidad no era tan así.

Trabas que juntos se encargaron de soltar con tiempo, confianza y por sobre todo, lo más importante, amor.

Y ahora, vivían sin preocuparse innecesariamente.

Todos merecían vivir su vida como quisieran; ellos no querían ser la excepción.

Así que después de hablarlo durante un tiempo, decidieron que era momento de dar el siguiente paso: casarse.

La madre de Joshua se sorprendió al principio al saber que su hijo quería emparejarse con otro alfa, pero no se opuso y le dio su bendición (nadie podía resistirse al encanto de Seokmin, ni siquiera ella).

Y la historia con los padres de este no fue diferente. Ambos viajaron a Darling para la boda de su hijo y el compañero que eligió.

Sorprendentemente, los medios de comunicación también dieron su completa aprobación a la relación (aunque no la necesitaran). Incluso los nombraron la pareja soñada de ese año.

Así que lo hicieron. En un día de primavera rodeados de flores y con una ceremonia no demasiado extravagante al aire libre, junto a todos sus seres queridos se unieron tal como siempre lo quisieron.

Dar el sí a una vida llena de amor y compañía incondicional.

Ambos recuerdan ese día con calidez y emoción. Como el día en que juraron amarse y apoyarse incondicionalmente frente a todas las adversidades que se les interpusieran en el camino.

Joshua dejó atrás las inseguridades y Seokmin tomó su mano para no soltarla jamás.

No podían ser más felices; o eso creyeron.

No fue hasta un tiempo después que se dieron cuenta de que sí podían serlo.

Cuando adoptaron a su pequeña hija; Yeji.

Aquella pequeña que se ganó sus corazones en esa visita al hogar. La pequeña que los eligió como sus padres antes siquiera de que ellos cayeran en cuenta de ello.

Tenían que admitir que criar a un hijo no era nada fácil, menos si apenas tienes experiencia. Pero esta se adquiere con el tiempo y aprendes a valorar hasta el más pequeño detalle.

Ahora, cuando Joshua veía hacia atrás se daba cuenta de que todos tenían razón.

El único impedimento para tener lo que quieres y ser feliz, eres tú. Si de verdad quieres vivir, tienes que soltarte de todas aquellas cuerdas de inseguridad y luchar por ello. Nada es fácil, pero ¿qué es la vida sin desafíos?

Y Seokmin estaba tan agradecido de jamás haberse rendido y haber hecho todo lo que estaba en sus manos para convencer a Joshua de que estar juntos no era un error. Porque no lo era; jamás lo fue y jamás lo sería.

Ambos estaban convencidos que eran almas gemelas destinadas a estar juntas y que la luna solo había tenido una pequeña confusión en el camino. Pero aquello era lo de menos.

Ahora tenían una hermosa familia que ninguno cambiaría por nada del mundo. Y valía completamente la pena.

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