Hechizada [PARTE 1 COMPLETA - PARTE 2 EN PROCESO]

9. Tan bonita que es la friendzone

Jade Jhonson.

05 de noviembre, 2018.

Amigos, en eso quedamos Andrew y yo, y aunque me alegra que fuera honesto y que, pese a no decirlo, está claro que le gusto, no puedo evitar pensar si estoy mal en haberle pedido ser su amiga, si estoy mal en haber aceptado unos términos que no ayudan para nada a mi causa, sobre salir con otros no estoy en contra, no somos nada, pero ¿cero coqueteos?, es todo un reto cuando las miradas y reacciones corporales hablan por sí solas, y ¿no estar solos? Tiene sentido, pero... ¿es enserio?

Sin embargo, hay una parte muy razonable de mí que después de todo cree que el ser su amiga es lo correcto, pues nunca sabré si verdaderamente me gusta hasta que no lo conozca y ser su amiga es un buen inicio para hacerlo.

Suelto un suspiro y sorbo a través del pitillo mi malteada de fresa.

—¿En qué piensas? —escucho que me pregunta mi hermana.

Mi ceño que antes estaba fruncido se suaviza y la miro, ella pasa un pañito húmedo por el mostrador. Tuerzo la boca, si no permito que Eda escuche mis pensamientos es porque toda mi mente es Andrew y a Eda no le agradaría saber eso.

Ignorando a mi hermana, volteo a ver a mi prima que sorbe de su malteada de vainilla.

—Entonces, Stella... ¿Dices que te gustó alguien que conociste en la fiesta de Halloween?

La sonrisa de Stella es inmediata, hay sonrojo en sus mejillas.

—Lo malo es que gracias al alcohol no recuerdo su nombre.

Apoyo la barbilla de mi mano, sé que mi hermana en estos momentos luce indignada con mi cambio de tema, pero de momento, así lo prefiero.

—¿Y al menos recuerdas cómo era?

Muerde su labio y asiente.

—De eso sí, era guapo, rubio, ojos verdes, recuerdo que olía de maravilla y que era el hombre más amable y caballeroso que he podido conocer en este mundo.

—¿Y qué pasó entre ambos?

Tuerce la boca.

—Le di un beso en la mejilla, cerca de la boca, él me rechazó y sé que dijo algo como que se sentía halagado pero que no iba a besar a una mujer en ese estado, que prefería que la otra parte estuviera consciente, luego no recuerdo más, solo sé que desperté en los asientos traseros del auto de un desconocido justo en el momento en el que Eda se besaba con un chico el cual tampoco reconozco su nombre.

Miro a mi hermana y ella luce apenada, su mirada está en otra parte.

—¿Cómo? Creí que no había pasado nada entre ambos.

Hace una mueca.

—Y no fue así, pero ya que quieres detalles... nos besamos, dejamos a Stella en su casa, luego nos volvimos a besar, llegamos a un hotel bien bonito, entramos a la habitación, otra vez nos besamos, prenda por aquí, prenda por allá, suena lindo, pero no lo fue, él no supo abrir mi corsé, lo volvió un nudo, de la impaciencia rompió mis medias pantis, el preservativo no quería abrirse, me golpee con el copete de la cama intentando abrirlo por él, más besos, rodamos por la cama y luego nos caímos de ella, allí me rendí y le dije que no podía seguir con eso.