CAPITULO 10

1K 85 6
                                    






Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.









DOMINIQUE

Aquí estoy,en una habitación en la basílica de San Pedro.

Era una milagro que Antoni me haya dejado venir,pero claro,con la condición de que no saliera de aquella habitación a menos que el y sus hombres estuvieran presentes.

No me podía quejar,al fin volvía a salir de mi casa.Aunque me hubiera gustado también poder recorrer el lugar sin que alguien me lo prohibiera.

Veo la hora del reloj que está colgado al lado izquierdo de aquel cuarto,se suponía que Antoni llegaría hace 3 horas.Segun iríamos a recorrer la ciudad para que pudiera conocer más el sitio  y no me sintiera tan prisionera en la habitación.

Media hora paso,y la puerta del cuarto fue tocada.Llegue asustarme ya que Antoni tenía la llave de la habitación ,pero me tranqulize cuando uno de los hombre de mi hermano hablo:

—Señorita,su hermano nos a dado la orden de llevarla a dónde el se encuentra.

Dude si debía de ir ,pero al recoger mi pequeño bolso donde llevaba las cosas que usaría o podría necesitar y abrir la puerta,tras está estaba uno de quién se podría decir que Antoni "confiaba".

—¿Esta lista?

—Eso creo —digo,para luego seguirlo.

¿Porque Antoni no vino por mi?,¿Le abra ocurrido algo?

—¿Porque no fue Antoni quien viniera por mi? —le pregunto con curiosidad.

El de costado me ve ya que estaba delante de mi y seguía el camino sin detenerse ante mi pregunta.

—¿Le molesta mi presencia,señorita?

Abro mi boca totalmente apenada,¿Sone tan grosera?

—No...no era...mi... intención —tatarmude— Perdón si lo llegue a ofender.

—Perdoneme usted a mi,no debí haber bromeado así.

Se veía arrepentido.

<<Seguramente si mi hermano lo hubiera escuchado lo hubiera...Olvidenlo>>

—Su hermano tuvo un inconveniente,pero la espera donde nos dirigimos.

Asiento.

Seguimos con el camino para llegar a dónde nos esperaban.

Cuando derrepente el dejo de caminar y  se puso rígido.Lo mire extrañada,para mirar dónde el se quedó viendo y vaya que me quedé anonada.

Al frente de nosotros iba pasando un par de hombres que se encontraban protegiendo a un hombre rubio,alto y guapo,que emanaba un aire de poder y grandeza.

UNA MASCHERANO Where stories live. Discover now