[II]

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El luto de la familia real duró cerca de tres semanas, en las cuales durante el día Wonwoo se dedicaba a estudiar, para luego durante la tarde entrenar o hacerle compañía a su madre. Hoy decidió hacer esto último, por lo que se encontraba en la sala personal de su madre, ambos sentados al lado del otro en sillones individuales, su madre admirando el jardín desde la ventana y Wonwoo leyendo en voz alta un libro.

Fueron interrumpidos por unos golpes en la puerta dando paso a las criadas personales de su madre con bandejas en las manos.

En la mesa entremedio de ambos fueron colocadas dos tazas humeantes y dos platos de galletitas. Luego de hacer una reverencia las mujeres se retiraron.

Wonwoo tomó la taza entre sus manos, calentando sus manos heladas ya que el invierno acababa de comenzar. Acercó la taza a su rostro inhalando el aroma de la infusión de menta.

No es que a Wonwoo le gustara particularmente la menta, pero siente una extraña necesidad de sentir su aroma. No pretende darle demasiada importancia.

Se sobresalta cuando el silencio es interrumpido por su madre, dirigiendo toda su atención a ella.

-Wonwoo, mañana tendré una reunión con el consejo. ¿Sabes lo que significa?- pregunta cautelosa.

Ella sabe que es un tema muy importante para su hijo.

-Supongo que es para hablar del futuro del reino ¿verdad?- utiliza todas sus fuerzas para sonar calmado, intentando no soltar feromonas que lo delaten.

-Exacto, por eso quiero que me acompañes. Sabes que amo a este pueblo, porque me recibieron con los brazos abiertos y me dieron un hogar. Así que quiero lo mejor para ellos. Y considero que eres tú- su madre se estiró hasta tomar su mano, acariciándola con una pequeña sonrisa.

Wonwoo sabía que este momento llegaría tarde o temprano, esperaba que pasara un poco más de tiempo. Si bien estaba nervioso, también estaba muy emocionado pues es para esto que se ha preparado toda su vida, así que rodea la mano de su madre entre las suyas y la mira con seguridad.

-Claro que sí madre, daré lo mejor de mi para ser digno de la confianza y el amor que mi padre y tú han depositado en mí.

Su madre sonrió orgullosa de escuchar a su hijo tan seguro y le acarició el rostro con su mano libre.

-Estoy tan orgullosa de ti cariño.

-No te defraudaré madre, lo prometo- dijo cerrando los ojos para disfrutar la caricia de la omega.

Esa noche Wonwoo no logró conciliar el sueño debido a los nervios, así que resignado se levantó de su cama y se cambió el pijama de seda por ropa más comoda toda de color negro. Se escabulló por los pasillos como ya era costumbre y corrió entre los árboles hasta llegar a la zona donde vivían todos aquellos que servían en el palacio. Se encaminó hasta unas de las primeras casas y tocó la ventana de una de las habitaciones. Soltó una risita cuando se asomó la cabeza de su amigo, todo despeinado y con los ojos apenas abiertos.

-¿Wonwoo? ¿Qué haces aquí? Son las 3 de la mañana- susurró aún intentando abrir sus ojos.

- Lo sé, lo sé, es solo que no podía dormir y necesitaba decirte algo- respondió el omega de la misma forma.

-Espera un segundo, me cambió y salgo-
Wonwoo asintió a pesar de saber que su amigo no lo vería y esperó. Unos minutos después salió el alfa vestido de negro al igual que él y se escabulleron por el bosque hasta el ya conocido lago. Ambos se sentaron en unas rocas a la orilla de este y se quedaron unos minutos en silencio, viendo como el lago estaba congelado debido al frío invierno.

Royalty - Meanie/MinwonWhere stories live. Discover now