–Kalina, es hora de tus medicamentos – Hanna se recarga en el marco de la puerta, suspirando con cansancio
–¿Que no ves que estoy ocupada? – masculla irritada por haber sido interrumpida, soltando los pinceles, apartó la vista del cuadro, su nueva creación
–Oh lo siento, no había ningún cartel en la puerta que prohibiera el paso – la enferma se burla, blanqueando los ojos
–No te preocupes Hannita, ya casi termino
–Mi nombre es Hanna
–Me vale tres hectáreas de verga el como te llames
Hanna inhala, cerrando sus ojos y contando hasta diez mentalmente
–Tus pastillas...
–¿Seguirás con eso?, ya te dije que no tomaré esas estúpidas pastillas, no me ayudan, no me hacen nada– volvió a negarse, ignorando la mano extendida de la enfermera frente a ella
Hanna suspiró por enésima vez, blanqueando sus ojos con cansancio, era demasiado difícil tener que lidiar con pacientes como Kalina
–Son por tu bien Kalina y lo sabes
–Esas cosas nunca han hecho efecto en mi – entre cierra los ojos
–¡Eso es por que nunca te las tomas! – exclama comenzando a perder la paciencia
Su expresión suavizándose al instante al ver la mirada mortal que la chica le dirigía
–Cuida tu maldito tono de voz conmigo pelirroja – sisea por lo bajo – Vete de aquí antes de que mi amabilidad desaparezca y decida enterrarte este lápiz entre las cejas – advierte
Y aquello fue suficiente para que Hanna corriera fuera de la habitación, guardando las pastillas.
(...)
–¡Pájaro, pájaro! – exclama un entusiasmado Aleksi corriendo por el patio ambientado y resguardado para los pacientes
–¡Aleksi no corras! – Molly, su enfermera, corría tras él en un intento por detenerlo y evitar que se haga daño
Aleksi poseía una mentalidad de un niño de 5 años, era un caso único en aquel psiquiátrico
Nadie se atrevía a acercarse a él pues contaba con la protección de Lina
Kalina D'Angelo se había ganado el sobrenombre de "La dama carmesí", sus primeros brotes psicóticos y ataques de ira fueron en especial sangrientos, terminando con dañar a varios enfermeros y otros pacientes, llegando incluso a amputar la mano de un enfermero y arrancar la oreja de otro paciente de un solo mordisco.
–¡Alek!
El chico dejó de correr, deteniéndose de golpe, volteando hacía donde provino aquella voz
–¡LinLin! – exclama con auténtica alegría, corriendo en dirección a quien consideraba una figura materna
Kalina fue la única que le brindó aquel cariño que él siempre buscó en sus padres, luego de ser abandonado en el psiquiátrico, su condición fue empeorando, teniendo arranques de ira y toda su violencia iba dirigida a las enfermeras que estaban a cargo de él
–Te he dicho que debes obedecer a Molly, mira como la traes, la pobrecita apenas puede correr – le dice con suavidad pero firmeza en su voz
Aleksi ladea su cabeza hacía un costado, mirando a la fémina confundido
–Obedecer a Molly siempre, yo – se apunta para luego mostrar una tierna sonrisa
Segundos después los alcanza una cansada Molly, quien se apoya sobre sus rodillas en busca de retomar el aire

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Enfermizo amor -Michael Myers-
FantasyEl día a día de Kalina D'Angelo en el psiquiátrico Smith's Grove. ¡Ven y conoce a los pacientes del pasillo más problemático!