COVEN MATES - NCT DREAM

𖠿 ، chapter 9 𓂃 𓏸 𓈒

"¡Markie, hijo, hice galletas!" Recuerda escuchar gritar Mark un domingo de tarde soleada, se encontraba correteando al pequeño labrador de la familia, quien parecía decidido en no dejarse agarrar por un Mark de 7 años.

Su abuela se encargaba siempre de la pequeña merienda mientras su abuelo cuidaba de los mellizos en el jardín, aunque era una rutina que realizaban cada fin de semana, Mark y Heejin se encontraban siempre felices de pasar un rato al aire libre, el verde manto bajo sus pies, la suave brisa y el olor característico de los cultivos a unos pocos metros de ellos era una maravilla de volver a experimentar cada día.

En algún punto de su vida, cuando el pequeño labrador no era tan pequeño, Heejin y Mark adquirieron diferentes gustos, lo inevitable sucedió, y aquel que había criado a Mark como su propio hijo, ya no estaba junto a ellos. La ausencia fue inmediata, el dolor de ver una silla vacía en cada comida, la falta de las pequeñas pero amorosas discusiones entre la pareja, fue como si algo en Mark se apagara, ya no había quien los acompañara al jardín en las tardes de domingo, ni los fuertes pero comfortantes abrazos cuando el llanto sucumbia.

Era increíble lo que la falta permanente de una persona podría hacer en tu vida, pero Mark se aferró a su abuela, en acompañarla en todo momento, y fue ahí cuando su magia se terminó de formar. No era lo mismo aprender el nombre de las piedras y sus significados, ha comenzar a encantar sus propias piedras, dedicando su tiempo libre luego de clases a averiguar qué otros encantos existían, cómo algunos ayudarían a su abuela y a Heejin en su día a día sin ser invasivas.

Sin embargo, olvido que sus encantamientos protectores tenían límites.

Ocurrió un 12 de Diciembre, un llamado inesperado se hizo presente en el pequeño hogar.

"Buenas noches, ¿son ustedes familiares de Lee Heejin?"

"Eh... sí, ¿con quién tengo el gusto de hablar?"

"Hablamos desde el hospital general de Incheon, la señorita Lee tuvo un accidente"

"¿Q-Qué? ¿Accidente? ¿De qué? ¿Dónde?" La abuela Lee arrastraba las palabras de forma inconsciente de la preocupación, su tono de voz elevándose en demasía con cada palabra.

"Automovilístico, señora, necesitamos su firma para la autorización de una cirugía de emergencia, ¿puede acercarse a la zona de urgencias?" La voz monótona del hombre tras el aparato no ayudaba a la desesperación en la abuela Lee.

"¡Oh, alabada luna! ¡Mark, Minhyung!" Fue las últimas palabras escuchadas detrás de la línea antes de que la abuela Lee saliera despavorida del salón en busca de su nieto, quien estaba enterrado en un nuevo libro sobre encantos de protección, totalmente inocente de lo que ocurría fuera de la habitación.

La próxima vez que Mark pudo ver a su hermana, fue en su funeral, solo 3 años después de la muerte de su abuelo, las tumbas una al lado de la otra, el llanto era lo único que se escuchaba en aquella, sorpresivamente, soleada mañana de Diciembre, como si Heejin estuviera mostrando que se encontraba bien y a salvo donde estuviera.

La abuela Lee acariciaba el cabello de un silencioso Mark, que observaba por última vez el rostro de su hermana, una parte de su alma volvía a dividirse e irse de su vida, el dolor era palpable en el ambiente, pesado en su pecho y corazón, algo hacía falta, y haría falta el resto de su vida, y Mark lo sabía.

6 meses después, la vida continuaba su curso, el pequeño hogar antes habitado por 4 personas, ahora se redujo a un doloroso 2, ni siquiera el viejo labrador estaba en condiciones de traer alegría al hogar. El té de la abuela sabía distinto, los libros de encantamientos dejaban de llenarlo de alegría, algo se había apagado tanto en Mark que la abuela Lee se vio en necesidad de alegrar la situación, de ayudar a salir de aquel lugar sin fondo a su única familia en tierra.