#Hannigram
La Acampada
Capítulo 4🔞🔞🔞🔞
🔥 El número 5 🔥
Hannibal y Will, cargados con los utensilios de pesca y la pesca en sí misma, caminan de regreso al campamento. Ninguno de los dos dice nada, tampoco es necesario. Ese beso compartido en el agua lo ha dicho todo por ellos.
En ese silencio, Hannibal, aunque dolorido, está deseando que llegue la noche para poder continuar lo que tanto desea; Will, algo más nervioso, se pregunta si será capaz.
Un beso es fácil, automático, digamos que aquí el instinto lo tiene sencillo. Follarse a alguien de tu mismo sexo es más abstracto. Durante todo el camino de vuelta Will no piensa en otra cosa, y su mente le traiciona respondiéndose a sí mismo lo probablemente desastroso que será.- Will, este silencio me está pensando - le dice Hannibal, dejando caer su carga en el suelo, ya en el campamento -.
- Estoy bien. Cansado.
- ¿Quieres hablar de lo que ha pasado?
- No - responde Will, entrando en la tienda de campaña.
Necesita calmarse. Sabe lo que quiere, su cuerpo lo grita, su corazón igual. Pero saberlo no lleva innata la seguridad. Y Hannibal parece tan seguro; se pregunta si tiene experiencia.
- Will, ¿puedo pasar?
- Necesito unos minutos, por favor. Si quieres ayudarme, saca el pescado y limpialo para la cena.
Hannibal extiende su mano a la cremallera de la tienda de campaña. Quiere entrar y saber exactamente qué es lo que ocurre.
- Will, podemos limpiarlo juntos. No tengas miedo de mí.
A Will le encantaría decirle que no es de él de quien tiene miedo sino de sí mismo.
- Lo que ha pasado - continúa Hannibal - es lo que debería haber pasado hace mucho. Te deseo, Will Graham.
- El pescado, Hannibal. Te estoy pidiendo espacio.
Hannibal suspira y se aparta, cogiendo el maldito pescado y limpiandolo tal y como Will le pide. Apesta a pescado y se odia, ¿cómo va a follarse a Will con este olor tan asqueroso en las manos? Las cosas que hace por este hombre no son ni medio normales para él.
- Deja que te ayude - le dice Will diez minutos después.
Hannibal descifra a través de los rizos del joven, de sus ojos, que está nervioso. La única diferencia entre esta mañana y ahora, es lo ocurrido en el lago entre los dos. Apoya su mano sobre la de Will cuando le pasa el cuchillo, Will levanta su mirada.
- Will, puedo esperar.
Esa frase, esa maldita frase que no quiere decir pero que ahí está. Ya ha esperado demasiado, meses, no quiere esperar ni un día más. Hannibal sabe perfectamente lo que unas palabras concretas, adecuadas, pueden hacer en la mente y la conducta de otra persona. El puedo esperar no es más que dos palabras que significan confía y, al hacerlo, sucumbe ante lo que deseo.
Will suelta el cuchillo y la aprieta fuerte. Se siente valiente ahora.
- ¿Cuántos? - pregunta.
- Debes ser más específico.
- ¿Con cuántos hombres has estado íntimamente, Hannibal?
La voz del joven suena posesiva y Hannibal siente en su pene un pinchazo. Le encanta. No ha estado con demasiados pero piensa aprovechar ese tono para elevar la posesividad de Will un poco más.

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La Acampada
FanfictionHannibal está dispuesto a demostrar a Will que acampar también es lo suyo. O puede serlo. Will sabe que regresará en cuanto un bicho le pique, pero quiere ver hasta donde llega el doctor.